CAMBIO CLIMÁTICO

La predicción de Bill Gates sobre el veganismo: “Sería genial, pero…”

El cofundador de Microsoft se ha mostrado desesperanzado respecto a la viabilidad del veganismo como estilo de vida para frenar el cambio climático

Bill Gates, en una conferencia en Washington.

Bill Gates, en una conferencia en Washington.

A. V.

El conocido multimillonario Bill Gates, cofundador de Microsoft, cada año lleva a cabo un pronóstico de lo que le depara al mundo en un futuro no tan lejano. 

En sus populares sesiones de ‘Ask me Anything’ ('Pregúntame lo que quieras') realizadas en la plataforma ‘Ask Me’, los usuarios le hacen preguntas sobre diferentes asuntos globales para conocer las impresiones del empresario estadounidense. En su última sesión, el filántropo ha hecho especial hincapié en las cuestiones relacionadas con el cambio climático y el veganismo.

Falta de concienciación

Son muchos los individuos que consideran que eliminar de la dieta los productos de origen animal puede ayudar a reducir las emisiones que aceleran y alimentan el cambio climático.

El magnate es uno de ellos, y así lo ha dejado ver: “Sería genial que se adoptase, pero no creo que la mayoría lo hiciera”. Bill Gates considera que la población no está lo suficientemente concienciada y preparada para dar el paso y abandonar una alimentación prácticamente cárnica y, en su lugar, apostar por una dieta en la que predominen los productos de origen vegetal. Además, duda mucho que el motivo principal para que una persona decida hacerse vegana sea proteger el planeta.

Único camino

El empresario también ha querido destacar el esfuerzo que ciertas empresas realizan en su día a día para ser más respetuosas con la naturaleza: “Hay empresas que fabrican carne de res de nuevas formas, que trabajan con animales pero reduciendo las emisiones de metano”. 

Por otro lado, ha insistido en que los productos sostenibles deben ser igual de económicos que los contaminantes: “La clave del clima es hacer que los productos limpios sean tan baratos como los productos contaminantes en todas las áreas de emisión: aviones, carne… Esta es la única forma en que podemos pedirle a todos los países del mundo que cambien. Si cuesta mucho más, no tendremos éxito”.