INGLATERRA-SENEGAL

Aliou Cissé, el entrenador marcado por la tragedia que abrió el camino a los técnicos africanos

El senegalés fue el único técnico autóctono de África en dirigir a una selección del continente en el Mundial de Rusia, de donde se marchó lanzando un alegato reclamando que los federaciones apostaran por más preparadores negros

En Qatar, sigue liderando desde el banquillo al combinado de su país, a quien ha metido en octavos tras 20 años sin pisar los cruces, entonces con un equipo que capitaneó desde el terreno de juego

Aliou Cissé, entrenador de Senegal.

Aliou Cissé, entrenador de Senegal. / EFE

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Aliou Cissé, entrenador de Senegal, se fue del Mundial de Rusia con un alegato que retumbó con potencia en África y, por extensión, en el resto del panorama futbolística. "Soy el único director técnico negro en este torneo. Espero que se sumen más en un futuro. Se ven muchos jugadores africanos en países europeos y en clubes importantes. Ahora necesitamos que los entrenadores africanos demos ese paso", dijo entonces, reclamando una mayor presencia de sus compañeros continentales en los banquillos.

Un mensaje que no cayó en saco roto. Cuatro años después, las cinco selecciones africanas presentes en Qatar han sido dirigidas por entrenadores locales. Jalel Kadri está a cargo de la Túnez que ganó a la campeona Francia, Walid Regragui amenaza a España desde el banquillo de Marruecos, Rigobert Song dirigió a Camerún y Otto Odo hizo lo propio en Ghana. Todos ellos se sumaron al camino que emprendió Cissé, que ahora está recogiendo los frutos que empezó a sembrar en 2018.

Ataviado con sus características trenzas, las mismas que llevaba cuando capitaneó a la selección senegalesa hasta los cuartos de final del Mundial de Corea y Japón en 2002, el mejor resultado histórico del Los Leones de Teranga y tope de un equipo africano, lidera ahora desde el banquillo a una selección que desde su llegada ha vuelto a recobrar los tintes competitivos y se ha metido por segunda vez en los cruces, donde este domingo se medirá a Inglaterra (20:00; Gol Mundial).

No fue fácil, sin embargo, el camino de Cissé para llegar a la posición de referente que disfruta en estos momentos. Nacido en Ziguinchor, cuando era apenas un niño de nueve años se mudó a Francia, donde jugó durante la mayor parte de su carrera, en equipos como el Lille, CS Sedan, PSG y Montpellier, adquiriendo la doble nacionalidad franco-senegalesa.

Tragedia familiar

A pesar de ello, optó por jugar con su país de nacimiento, con el que disputó una treintena de partidos, dos Copas África y el Mundial de Corea y Japón en 2002, el primero de Senegal. En su debut dieron la campanada ganando a Francia, que defendía corona, con un gol del malogrado Papa Bouba Diop y se clasificaron invictos para octavos, donde se impusieron a Suecia en una agónica prórroga. En cuartos, y en otra prórroga, cayeron eliminados ante Turquía.

Ese mismo año disputaron la Copa África, alcanzando la final y perdiendo en los penaltis contra Camerún, con el ahora capitán senegalés fallando la pena máxima decisiva. Pero lo que entonces parecía el peor de los dramas se convirtió para Cissé en un juego de niños apenas unos meses más tarde, cuando la vida le golpeó con una verdadera tragedia: diez de sus familiares murieron en uno de los mayores naufragios de la historia, el conocido como el 'Titanic africano', cuando el barco en el que viajaban, el Joola, naufragó en las costas de Senegal y Gambia cobrándose la vida de más de casi 2.000 pasajeros.

Llegada al banquillo

En 2009, Cissé se retiró en Francia con 33 años tras una aventura de cuatro años en la Premier, y empezó a formarse como técnico. Su oportunidad llegó en 2015, cuando Senegal volvió a necesitarle. Después de tres ciclos mundialistas sin clasificarse para la fase final (2006, 2010 y 2014) el excapitán asumió el mando con el claro objetivo de volver a la Copa del Mundo, y lo logró a la primera, en el Mundial de Rusia.

Por el camino, dotó de nuevo de competitividad a Los Leones de Teranga en las Copas África, con una progresión firme que les llevó a cuartos de final en 2017, a ser subcampeones en 2019 y a sacarse la espina de 2002 en 2022, siendo campeones en otra tanda de penaltis, en este caso ante Egipto.

Aliou Cissé celebra el triunfo de Senegal en la Copa de África.

Aliou Cissé celebra el triunfo de Senegal en la Copa de África. / Reuters

En Qatar, y sin su indiscutible estrella Sadio Mané, baja por lesión, Senegal dio lustre a lo aprendido durante la era de su gran líder como seleccionador, compitiendo con cuajo en el momento justo, el día que se jugaba el pase frente a Ecuador. Con el recuerdo muy presente de su amigo Diop, fallecido a los los 42 años a causa de una enfermedad degenerativa, Cissé y sus chicos gritaron al mundo que no le tienen miedo a nada.

Tengo la certeza de que un día un país africano ganará la Copa del Mundo. Es un poco más complicado en nuestros países, porque tenemos realidades que no existen en otros continentes, pero creo que el continente africano está lleno de cualidades. Estamos en el camino, y estoy seguro de que Senegal y otros países africanos podrán ganar, al igual que Brasil, Alemania u otros países europeos”, afirmó tras llegar a Qatar, en un nuevo alegato que, sin duda, le gustaría poder llevar a cabo en primera persona.

Difícil será, sin embargo, que lo consiga este año, aunque el siempre bravo Cissé avisa a Inglaterra:  "Sabemos jugar los partidos decisivos"