MUNDIAL DE QATAR

Brasil rompe el tabú del número 24: ningún jugador lo había lucido hasta ahora por una tradición homófoba

Gleison Bremer, central de la Juventus, dejó atrás la costumbre siendo el primer jugador de la pentacampeona que juega llevando este dorsal, que un amplio sector de la población del país asocia de forma peyorativa al colectivo LGTBI

Bremer, defensor de Brasil, con la camiseta con el número 24.

Bremer, defensor de Brasil, con la camiseta con el número 24. / FIFA

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

En un Mundial marcado, entre otras muchas polémicas, por aquel momento en el que la FIFA decidió vetar de forma bochornosa el uso del brazalete LGTBI para no lastimar las más que cuestionables costumbres qatarís, la selección brasileña ha dejado atrás, casi sin mencionarlo, otra tradición homófoba asociada popularmente desde hace más de un centenar de años al número 24. Por primera vez en la historia, un futbolista de la Canarinha lució el dorsal, enterrado hasta ahora, en un partido. Fue Gleison Bremer, central de la Juventus, el que 'lo estrenó' en el partido ante Camerún.

Todo procede del Jogo do bicho, una especie de lotería inventada en 1892 cuando un zoo que buscaba mejorar sus ingresos se inventó un juego en el que se repartían figuras de 25 animales, cada uno asociado a un número, y a diario se determinaba un ganador por sorteo. Una práctica clandestina que fue secundada por las mafias brasileñas y trasladada a las calles, donde aún es popular pese a que las autoridades la prohibieron apenas tres años después de su 'invención'.

¿Por qué el 24?

¿Pero de dónde surge la despectiva asociación entre el número 24 y la homosexualidad? En este juego, el 24 se asocia al ciervo o venado, cuya traducción en brasileño es "veado", que suena de la misma forma que "viado", una forma extendida por todo el país para referirse a los homosexuales de forma despectiva.

Por muy ridícula que pueda parecer, lo cierto es que la costumbre, conocida popularmente, está muy instaurada en el fútbol brasileño. Apenas cuatro equipos del Brasileirao, (Corinthians de São Paulo, el América-MG de Belo Horizonte, el Internacional de Porto Alegre y el Santos) tienen el dorsal 24 entre los usados por algún jugador de su plantilla. De los más de 400 jugadores de la élite del fútbol carioca, solo cuatro de ellos lo llevan el '24', y suelen ser reservas o jugadores muy jóvenes que habitualmente no disponen de minutos, una estrategia habitual entre los clubes para huir de las polémicas.

Es una camiseta como cualquier otra, lo importante es estar en el Mundial. No importa el número”, dijo Bremer antes del inicio del Mundial al ser preguntado por el asunto, que entre ciertos sectores de la población trasciende más allá del fútbol, habiendo gente que evita celebrar su 24º cumpleaños, asegurando que cumple 23 y medio, o evitando usar la numeración en los asientos de espectáculos, transporte o incluso pisos.

Bremer, con el dorsal 24, junto a sus compañeros de la selección brasileña tras finalizar el partido ante Camerún.

Bremer, con el dorsal 24, junto a sus compañeros de la selección brasileña tras finalizar el partido ante Camerún. / Reuters

Demanda en la Copa América

En la pasada Copa América, que precisamente tuvo lugar en Brasil, y ya con las convocatorias ampliadas, el equipo anfitrión evitó el número saltando directamente del 23 al 25 mientras las demás selecciones respetaban la secuencia de la numeración. Precisamente por eso, Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tuvo que responder a la Justicia sobre dicha cuestión. La demanda fue interpuesta por el Grupo Arco Iris, de la comunidad LGBT, que cuestionó si la omisión del número en el uniforme oficial de la selección estaba relacionada con prejuicios homofóbicos. La Federación se excusó diciendo que todo fue circunstancial, por la premura y la pandemia.

“El reglamento inicial de la Conmebol Copa América 2021 determinó que solo se podían inscribir 23 jugadores. Este número de atletas se observa tradicionalmente en las competiciones internacionales de Conmebol y FIFA. Sin embargo, posteriormente, se modificó el Reglamento y se otorgaron plazas adicionales, debido a la posibilidad de cambio de jugadores por posible contaminación por COVID-19", aseguró la entidad, que añadió que "la numeración utilizada por los atletas está relacionada únicamente con cuestiones deportivas. Inicialmente, la organización de la competencia estableció el uso de los números 1 al 23 de manera secuencial, lo cual fue hecho por la selección brasileña al inscribir a 23 atletas".

Argumentos que no terminaron de convencer al juez, ya que el resto de equipos de la competición sí usaron el número 24 como cabía esperar, pero que le llevaron a archivar el caso, ya que la CBF esgrimió que "Conmebol no permite el cambio del número de atletas ya inscritos en la Copa América porque, de acuerdo con el reglamento del torneo, esto podría afectar el conteo de tarjetas y las estadísticas". Douglas Luiz fue el hombre extra de Brasil, pero usó el número 25. El portero del Manchester City, Ederson, llevó el número 23, quedando el 24 vacante, una estrategia que un año y medio después ya no ha sido posible.

En una plantilla en la que públicamente solo ha apoyado al colectivo LGTB Richarlison, cuya postura ideológica progresista choca con la de varios de sus compañeros como el capitán Neymar, que han defendido la candidatura de Jair Bolsonaro a las elecciones, un pequeño gesto puede significar mucho. Más de un siglo después, y paradójicamente en un país como Qatar, la seleção supera, quizás por obligación, el estigma del 24, dando por fin ejemplo a su país.