Alimentación

Bisfenol A: el contaminante que ingerimos es más tóxico de lo que se creía

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria rebaja 20.000 veces la dosis considerada segura para la salud

Bisfenol A: el tóxico que ingerimos es más peligroso de lo que se creía

Bisfenol A: el tóxico que ingerimos es más peligroso de lo que se creía / Pixabay

Joan Lluís Ferrer

Un nuevo examen realizado al bisfenol A (BPA) ha confirmado los peligros que esta sustancia, ampliamente presente en nuestra vida cotidiana, supone para el ser humano. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha indicado, tras su nueva reevaluación, que la exposición alimentaria al BPA "constituye un problema de salud para consumidores de todos los grupos de edad" y ha reducido drásticamente los niveles de ingesta considerados seguros para salud.

El bisfenol A es una sustancia química que se utiliza en combinación con otras para fabricar plásticos y resinas. Se emplea, por ejemplo, en plásticos de policarbonato, un tipo de plástico transparente y rígido que se utiliza para fabricar dispensadores de agua, recipientes de almacenamiento de alimentos y botellas de bebidas reutilizables. También se usa para producir resinas epoxídicas empleadas para fabricar recubrimientos protectores y láminas para latas, así como cubas de bebidas y alimentos.

“Las sustancias químicas como el BPA utilizadas en contenedores de productos alimenticios pueden migrar en cantidades muy pequeñas a los alimentos y bebidas que contienen”, señala este organismo europeo, por lo que sus científicos revisan periódicamente su seguridad, teniendo en cuenta los nuevos datos.

Causa de enfermedades

La última evaluación de los riesgos de este compuesto se realizó en 2015 y ahora se ha llevado a cabo otra que sigue confirmando los peligros del BPA. Claude Lambré, presidente de la Comisión Técnica de Materiales en Contacto con Alimentos, Enzimas y Auxiliares Tecnológicos de la EFSA, declaró: «Para esta reevaluación hemos examinado una gran cantidad de publicaciones científicas, incluidos más de 800 nuevos estudios publicados desde enero de 2013. Esto nos ha permitido abordar incertidumbres importantes sobre la toxicidad del BPA”.

Numerosos envases cotidianos pueden ser portadores de BPA

Numerosos envases cotidianos pueden ser portadores de BPA / Agencias

Las conclusiones no son precisamente tranquilizadoras: «En los estudios hemos observado un incremento porcentual de un tipo de glóbulo blanco, denominado T helper, en el bazo. Desempeñan un papel esencial en nuestros mecanismos inmunitarios celulares y un incremento de este tipo podría dar lugar al desarrollo de inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes», afirmó.

La Comisión Técnica también tuvo en cuenta otros efectos potencialmente nocivos para la salud en los sistemas reproductivo, de desarrollo y metabólico que se detectaron en la evaluación del riesgo.

«Nuestras conclusiones son el resultado de un intenso proceso de evaluación que ha durado varios años y que finalizamos utilizando también las aportaciones recogidas a partir de una consulta pública de dos meses iniciada en diciembre de 2021», añadió.

Drástica reducción del umbral de seguridad

En comparación con su evaluación anterior de 2015, la Comisión Técnica de Expertos de la EFSA ha reducido significativamente la ingesta diaria tolerable (IDT) de BPA, es decir, la cantidad que puede ingerirse diariamente a lo largo de toda la vida sin sufrir un riesgo apreciable en la salud.

En el 2015, los expertos establecieron una ingesta diaria tolerable (IDT) de carácter temporal (debido a las incertidumbres que mostraban aún las pruebas) que se situaba en 4 microgramos por kilogramo de peso corporal al día. Ahora han establecido una nueva IDT de 0,2 nanogramos por kilogramo de peso corporal al día, es decir, 20.000 veces inferior a la vigente hasta ahora.

No siempre los sustitutos del BPA son realmente inocuos

No siempre los sustitutos del BPA son realmente inocuos / Agencias

“Nuestros expertos han concluido que las personas de todos los grupos de edad que tenían una exposición media y elevada al BPA superaban la nueva IDT, lo que constituye un motivo de inquietud en materia de salud”, señala esta agencia oficial europea.

En todo caso, los investigadores señalan que hay una serie de variables que pueden influir en el riesgo global para la salud de una persona, como pueden ser el nivel de estrés en el cuerpo humano, la genética y la nutrición.

Los responsables de la toma de decisiones de la UE, es decir, la Comisión Europea y los representantes de los Estados miembros, son los responsables de establecer límites a la cantidad de una sustancia química que puede migrar del envasado de alimentos a los propios alimentos, recuerda la EFSA.

El asesoramiento científico de esta entidad sobre el BPA servirá de base ahora para los debates entre los legisladores de la UE sobre las medidas reglamentarias adecuadas que deben adoptarse para proteger a los consumidores.

Resumen del estudio: https://www.efsa.europa.eu/es/news/bisphenol-food-health-risk

.......

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es