COMUNIDAD DE MADRID

Madrid impulsa nuevos protocolos para detectar el maltrato a menores en los centros de salud

Se incluyen nuevos indicadores para prevenir casos de violencia física o emocional sobre niños y adolescentes, adicciones, pertenencia a bandas delictivas o negligencia en la supervisión, entre otros.

Centro de salud en Madrid.

Centro de salud en Madrid. / EFE / Mariscal

Elena Marín

Elena Marín

Los profesionales de los centros de salud de la Comunidad de Madrid llevan un tiempo pidiendo que además de aplicar su sentido común puedan tener una serie de indicadores que les ayuden a detectar posibles casos de maltrato o violencia a los niños y adolescentes. Los protocolos que tenían sobre la mesa se habían quedado desactualizados, sin aspectos de situaciones que hoy se conocen mejor como la violencia entre iguales a través de las redes sociales, sea esta física, emocional o sexual, el abuso o adicción a las nuevas tecnologías, la pertenencia a bandas delictivas, la trata y explotación sexual o la mutilación genital femenina.

Todos estos aspectos han sido incorporados para que los profesionales de los centros de salud, en sus distintas categorías, tengan claro en qué tipo de aspectos deben de fijarse o qué debe llamarles la atención para que su detección sea más fácil y la comunicación y coordinación posterior de las distintas administraciones implicadas pueda ser también más ágil. Eva Toledano, jefa de Servicio de Trabajo Social de Atención Primaria de la Consejería de Sanidad, explica que "en general hay infradetección" y que con la actualización del protocolo que se ha activado en los centros de salud de la región servirá para que los profesionales estén más sensibilizados y la protección del menor sea mayor.

"Se trata también de ayudar a los padres", añade, pues los indicadores sirven para cuando los padres son los que alertan sobre determinados desajustes en el comportamiento o la salud de los menores o los niños "somatizan sin síntomas específicos", o "no saben expresar qué les pasa" y entonces hay que saber "indagar" para llegar a la causa del problema.

Indicadores concretos

Los indicadores varían, explican desde la Comunidad, y no todos son nuevos, hay cuestiones que los médicos ya vigilaban hasta ahora, pero ahora se "protocoliza" todo con el objetivo de estructurar los posibles problemas y los pasos a seguir, además de evitar que se deje de poner atención en problemas que no parecen graves pero pueden esconder un problema detrás.

La "negligencia en la supervisión", por ejemplo, con menores que acuden solos a consulta, "horarios inadecuados" para su edad o menores o progenitores que intentan "evadir respuestas" son algunas de las cuestiones a tener en cuenta según este protocolo. O niños o jóvenes que son "recelosos de su intimidad" hasta el punto de que "se niegan a desnudarse" en el médico pueden igualmente sugerir que hay problemas de maltrato o violencia, igual que las quemaduras reiteradas, la higiene descuidada, la malnutrición o incluso "problemas de crecimiento sin causa orgánica que lo justifique", explica Toledano.

No se trata tanto de detectar la violencia de los padres y madres hacia los menores, que también, sino en muchos casos "entre iguales" o de otros adultos hacia esos niños o adolescentes, y tanto casos leves como graves. Además, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, el contenido del protocolo, en caso de detectar alguna sospecha o anomalía, ya no solo se envía a los servicios de la Comunidad de Madrid sino que "queda registrado en la historia clínica del paciente", añade la responsable del servicio de Servicios Sociales en Atención Primaria. Se trata de prevenir detectando precozmente y de normalizar los procedimientos en todos los centros de salud.

El procedimiento ha sido elaborado por un "grupo de profesionales de distintas categorías de Atención Primaria y Hospitalaria", partiendo de las necesidades que se plantean en las consultas, explica la Comunidad de Madrid. Además, la idea es que puedan ser cumplimentados por los profesionales de todas las categorías sociosanitarias de los centros de salud: médicos de familia, pediatras, profesionales de enfermería, odontólogos, higienistas dentales, matronas, fisioterapeutas, psicologías y trabajadores sociales. Los distintos casos serán coordinados "a través del trabajador social del centro de salud, que es el nexo de unión entre el sistema público sanitario y social".