COMUNIDAD DE MADRID

La oposición se centra en desgastar al consejero de Educación de Ayuso: "Es el rival más débil"

El responsable de Educación, Emilio Viciana, se ha visto obligado a conceder la beca comedor a todos los solicitantes porque los problemas de gestión del nuevo sistema no se han solucionado desde que comenzó el curso. La asignación de profesores tampoco llegó a tiempo en septiembre

Más Madrid y PSOE lamentan la gestión y su "desconocimiento" del sector

El consejero de Educación, Emilio Viciana, junto al de Presidencia, Miguel Ángel García, en rueda de prensa tras Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.

El consejero de Educación, Emilio Viciana, junto al de Presidencia, Miguel Ángel García, en rueda de prensa tras Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. / EFE / J.P.Gandul

Elena Marín

Elena Marín

Esta última semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha salvado del agravio público a su consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, al cortar de raíz la bola que empezaba a agrandarse en torno a las becas comedor. A una semana de que finalizara el plazo que la propia consejería se había dado para resolver todos los expedientes relativos a estas becas (31 de octubre), el Consejo de Gobierno decidió hacer tabula rasa y concederlas todas sin importar si los solicitantes cumplían o no con los requisitos. "Un error más tras un mes y medio de despropósitos", explican en la oposición, que ha identificado a Viciana como el eslabón más frágil del Gobierno de Ayuso: "Es el rival más débil".

Viciana llegó a la Consejería de Educación tras el 28-M como una de las caras nuevas del nuevo ejecutivo autonómico. Ayuso hizo un barrido y sacó de la mesa del Consejo de Gobierno a todos sus ya excompañeros de gabinete, a algunos los premió con otras funciones y a otros no. El resultado ha sido un gobierno en el que ella es la única figura con discurso y peso político. Viciana pertenece al cuerpo de administradores civiles del Estado, pero no proviene del sector educativo sino de la contratación pública, algo que fue criticado por los sindicatos al conocer su nombramiento y que ahora que ha empezado a rodar la legislatura empiezan también a remarcar en la oposición. Incluso en las filas populares reconocen esta carencia y muestran un entusiasmo limitado por el consejero. Ser nuevo, en su caso, hace que en su propio entorno hablen de él con cautela, señalando que

Es un "buen técnico", dicen quienes le han conocido en su nuevo cargo, pero no necesariamente en el ámbito que ahora debe gestionar. Y eso, señalan los grupos de la izquierda en la Asamblea, es un punto a "explotar". Incluso en las filas populares reconocen esta carencia y muestran un entusiasmo limitado por el consejero. Ser nuevo, en su caso, hace que en su propio entorno hablen de él con cautela, señalando que "le falta fuerza", pero advierten al mismo tiempo que su problema es que "casi nadie le conoce".

La educación es uno de los asuntos clave para todos los grupos de la oposición, aunque para cada uno de ellos por razones distintas, y han encontrado en el actual consejero a un hombre "sin cintura política para los debates" y "timorato" en sus primeros días de estreno en la contienda parlamentaria, dicen. Su predecesor, Enrique Ossorio, apuntan en los dos partidos de izquierda, tenía una larga trayectoria a sus espaldas, tanto en la gestión pública como en el debate en el ámbito autonómico, también con los medios de comunicación. "Ossorio sabía bailar", compara un diputado de Más Madrid en los pasillos de la Asamblea de Madrid, pero a Viciana lo encuentran sin garra política. "Vamos a terminar echando de menos a Ossorio", dicen en el PSOE, aunque reconocen con regocijo que es un consejero que les va a "dar juego" en los próximos meses.

El borrón y cuenta nueva con las becas comedor, tras más de un mes de quejas por parte de las familias afectadas, llega después de un inicio de curso controvertido. La causa en este caso ha sido una modificación en el sistema de tramitación y concesión de estas ayudas, los "defectos de subsanación de carácter reiterativo" que han sido denunciados desde que comenzó la nueva temporada es lo que les ha llevado a recular. Los problemas informáticos también fueron el argumento de la Consejería para explicar que la asignación de profesores no se pudiera hacer en tiempo. En varios centros educativos de la región, los menores comenzaron el curso sin tener un profesor asignado en determinadas materias. El consejero reconoció en la comisión que tuvo lugar el 19 de septiembre, que hubo "incidencias, algunas de ellas graves", pero insistió en que el problema se solventó con rapidez y que los 18.000 docentes de la región conocieron sus destinos con 10 días de antelación. En Más Madrid denunciaron que algunas de estas asignaciones deberían haberse conocido con mucho más tiempo porque se trataba de cubrir las vacantes de jubilaciones que se hicieron efectivas en junio.

En busca de un perfil político propio

"En su primera intervención en una sesión de control intentó explicar cómo quiere gestionar y lo que está haciendo su equipo, no se dio cuenta de que al debate parlamentario hay que venir con algo más", señala otro diputado que tiene claro que tienen que cargar sobre él por dos razones, porque en las políticas educativas quieren marcar terreno y porque Ayuso ha puesto al frente de esta área a alguien a quien ven sin peso ni fuerza política. "Llegó con voluntad, se le veía incluso con intención de hacer bien las cosas, pero sus dos primeros meses y sus intervenciones públicas nos lo ponen fácil", relata otro.

Y cuando ha intentado tener un discurso más político, señalan tanto en Más Madrid como en el PSOE, se ha pasado de "frenada", como cuando en una pregunta sobre cómo erradicar el racismo en las aulas madrileñas, Viciana invitó a la diputada de Más Madrid que preguntaba por el tema a denunciar la xenofobia de Junts. Una actitud que un diputado de la oposición califica de "hooliganismo" por las formas y el fondo, pero que, insiste, "no parece que vaya con él" cuando lo que habían visto de él hasta ahora es un perfil "más tímido y escasos dones para la comunicación". Lo ve igual otra de sus señorías en la Asamblea: "Salió a morder, quiso parecer un consejero valiente, pero no es su perfil".

"Este es un equipo que se conformó pensando en que el PP llegaría a la Moncloa", apuntan distintas fuentes parlamentarias. El carácter político lo imprime ella. En cualquier caso, según reconocen en el propio equipo del gobierno, todos los consejeros han sido "instruidos" para que sepan que en un gobierno no se está solo para gestionar sino para hacer política. Y eso se hace con dialéctica y planteando alternativas que sirvan para confrontar su modelo con el de la oposición.

Capacidad de gestión

"Suele decirse que uno aprende de sus errores, si fuera así, nuestro consejero se iba a hacer muy sabio", señalaba el pasado jueves Esteban Álvarez, expresidente de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad) y ahora diputado socialista al que Juan Lobato fichó para dar la batalla de la educación en esta legislatura. Aunque no se ha estrenado aún preguntando nada al consejero en una sesión de control, sí ha intervenido en varias comparecencias y debates sobre distintas proposiciones no de ley de su partido y de Más Madrid sobre temas educativos. "Pretende solucionar un problema, pero es que cada vez que lo intenta genera otros nuevos", apunta en referencia a lo sucedido con las becas comedor.

En el mismo debate, el portavoz adjunto de Más Madrid, Javier Padilla, lamentó que la gestión del arranque de la legislatura es propia de "incompetentes" y se quejó de que Viciana tiene "todo un ejército de gente detrás arreglando todos sus desperfectos". Los gráficos de su gestión, remató, "merecen memes" y "parodias" constantes.