Ayuso se ciñe a su agenda habitual mientras la izquierda madrileña se suma a manifestaciones y actos por el 8M

El 8M está marcado en la agenda política y social con un círculo rojo, reservado para que la mayor parte de los políticos de este país se dejen ver en una manifestación o un acto que refleje su compromiso con la igualdad y en defensa de los derechos de las mujeres. Pero no ocurre así en la Puerta del Sol. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, lo tiene marcado, en todo caso, para hacerlo pasar casi inadvertido, como otro cualquiera de su agenda política. Su forma de reivindicar a las mujeres es otra.

Mientras los portavoces y candidatos de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos llenan hoy sus horas preparando su presencia en las diversas manifestaciones que hay en la región y presentarse en una de las dos marchas que recorrerán las calles de la capital esta tarde, Ayuso se ha ceñido a presidir el Consejo de Gobierno y a un acto con directivos de las principales empresas de digitalización que tienen proyectos en la región. Tanto Mónica García como Juan Lobato (si la salud se lo permite) y Alejandra Jacinto asistirán a la manifestación organizada por la Comisión 8M, que se prevé mayoritaria con la presencia de ministras tanto del PSOE como de Unidas Podemos. La otra marcha que se verá en Madrid es la organizada por el Movimiento Feminista de Madrid, contraria a la Ley trans y en favor de la abolición de la prostitución.

En el PP nacional y regional llevan días apuntando irónicamente que el 8M de este año es para verlo desde casa con "palomitas", en referencia a la división interna que vive la izquierda en torno a las diferentes posturas del feminismo y por la pelea entre los socios del Gobierno de la nación por la reforma de la Ley del solo sí es sí que ayer se aprobó en el Congreso y visibilizó, aún más, las dos almas del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La propia Ayuso apuntaba esta misma semana que respetaba las manifestaciones pero que ninguna le representa y que por tanto no tenía intención de asistir a ninguna. No lo hará nadie del PP regional que ella dirige. Y en su apuesta por evidenciar que el Día de la Mujer está politizado su Gobierno incluso ha retrasado el acto institucional de la Comunidad de Madrid al próximo lunes bajo el argumento de que ha sido difícil cuadrar las agendas de las siete premiadas con motivo del 8M. Ese ha sido el único acto propiamente centrado en el Día de la Mujer que se ha permitido Ayuso: dar el visto bueno en su Consejo de Gobierno de este miércoles a las siete premiadas de esta edición.

En lo que se ha centrado hoy la presidenta es en dejarse ver rodeada de diez directivos de grandes empresas tecnológicas (Telefónica, IBM, Hewlett Packard Enterprise, Microsoft, Oracle, Google, Equinix, Amazon (aws), META y Netflix) y en hacer un nuevo anuncio electoral, esta vez centrado en la digitalización y que en el fondo pone el foco en que la responsabilidad futura de la digitalización de Madrid recaerá sobre las empresas. "La creación en torno al anillo metropolitano de cuatro regiones digitales altamente especializadas en tecnología", que pretende "potenciar la construcción de infraestructuras" en diferentes sectores es la propuesta. Pero más allá de la imagen, la presidenta ha optado por un discurso plano y sin reivindicaciones políticas ni un discurso frentista, como ocurre en otras ocasiones. Hoy la idea parecía estar en no tener protagonismo.

Por el contrario, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, sí ha optado por una agenda cubierta de actos en los que las mujeres han sido protagonistas. Tras clausurar un foro de mujeres empresarias en la Cámara de Comercio de Madrid, ha asistido a la inauguración del centro municipal para la atención integral contra la violencia sexual y ha presidido, junto con la vicealcaldesa Begoña Villacís, el Premio Clara Campoamor, concedido este año a la ajedrecista iraní Sara Khadem, exiliada en España.