JUEGO ONLINE

Exiliados por los impuestos del póker: "Vivíamos siete en un piso en Malta"

Jugadores españoles de póker deciden mudarse juntos a otros países en busca de una regulación fiscal más favorable

Hacienda, vigilante, mantiene un pulso con ellos para asegurarse de que no sean residentes fiscales en España

Un piso en Malta en el que siete jugadores de póker españoles conviven en Malta

Un piso en Malta en el que siete jugadores de póker españoles conviven en Malta / EPE

Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

En su primer piso grinder en Malta, Víctor Iglesias no convivía con una pareja, un trío, un póker ni tan siquiera con un repóker de jugadores, sino con otros seis españoles que, como él, aspiraban a cumplir el sueño de hacerse ricos jugando a las cartas. All in, debió de pensar cuando aceptó mudarse a otro país para compartir cama con un joven asturiano al que conoció en un foro de internet. Y, de momento, le ha salido bien: siete años más tarde asegura en una entrevista telefónica con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que en este 2023 ya lleva "más de 130.000 euros de beneficio". El secreto de ese gran 'neto', y el por qué de irse primero a Malta y ahora a Estonia, dice, es que: "No pago impuestos, no es como en España que me quitarían prácticamente la mitad de lo que gano a cambio de nada".

Hacienda, por su parte, intenta no perder la pista a aquellos jugadores de póker que, como Víctor, traspasan con su actividad no solo fronteras digitales cuando juegan desde el ordenador de su casa, sino también físicas, tanto cuando van a jugar torneos a otros países como cuando emigran en busca de fiscalidades más propicias. Sin embargo, no siempre lo tiene fácil.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, hace apenas unos meses el Tribunal Económico Administrativo Regional de Canarias (TEARC) tuvo que anular una liquidación de 100.000 euros contra un jugador de póker por las "deficiencias" de la inspección, aunque hace solo dos años el TEAR de Cataluña sí que consiguió que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirmase otra de 90.000 euros.

Emigrar a pisos de 'grindeo'

El pulso entre lo que quieren unos y lo que quieren controlar otros no es nuevo. Antes de que la pandemia popularizase la idea del teletrabajo y apareciese la figura del nómada digital, los jugadores de póker online ya habían organizado su comunidad en torno a esas mismas ideas.

"Si quieres mejorar en esto te tienes que ir fuera, rodearte de otras personas que lo vivan como tú e intentar maximizar los beneficios", apunta el joven de 30 años, que ha ido alternado años fiscales entre Estonia, España y Malta.

¿En qué se traducen esas directrices en el mundo del póker? En buscar un país (Irlanda, Malta, Estonia, México...) en el que el juego online no tenga impuestos o no esté regulado fiscalmente, coordinarse con otros españoles en el mismo punto profesional y alquilar allí una vivienda en la que jugar y estudiar prácticamente todo el día.

Son los llamados pisos grinder, una fase inicial en la vida del jugador de póker profesional en la que no existe ni rastro del brillo y el glamour de los torneos que se celebran en los grandes casinos, sino horas y horas de jugar una infinidad de partidas simultáneas con la intención de practicar e ir 'rascando' las primeras ganancias.

"Nosotros nos organizamos siete tíos a través de un foro y nos fuimos a Malta. Lo único que buscábamos era que la casa tuviese un salón grande donde meter una mesa en la que cupiésemos todos. No pensamos en si tenía luz natural ni en que cada uno tuviese su habitación, la verdad, yo por ejemplo compartía una cama de matrimonio con otro chico", reconoce el jugador a este periódico. "Esa experiencia duró apenas unos meses... hubo roces por el tema de la limpieza, pero la verdad es que casi cada año he estado en un piso diferente como ese". Ahora, siete años después, comparte casa con su pareja y con otro jugador de póker.

El jugador de póker Víctor Iglesias durante una de sus sesiones de juego

El jugador de póker Víctor Iglesias durante una de sus sesiones de juego / EPE

Huir de los impuestos en España

Su historia es la de decenas de españoles que han mirado fuera de nuestras fronteras 'huyendo' de los "altos" tipos impositivos que gravan el juego en España.

"[En España pagaríamos] un IRPF normal, por tramos, pero claro, a partir de que ingrese más de 60.000 euros creo que me tocaría pagar prácticamente la mitad de lo que gano, y, si pierdo, nadie me compensa esas pérdidas, ni me da derecho a paro, ni tengo jubilación... Pagaría a cambio de nada", explica Víctor Iglesias, al que le molesta que España no reconozca la suya como una profesión más.

"Para el cálculo de la ganancia patrimonial se permite la compensación de las pérdidas que haya sufrido el jugador durante el mismo año natural. No obstante, no se pueden computar como pérdidas las que excedan de las ganancias obtenidas en ese mismo periodo", explican desde la Agencia Tributaria a este periódico. "Por otra parte, si el perceptor de estas rentas derivadas de un torneo de póker fuera no residente fiscal en España, la Dirección General de Tributos ha establecido que podrán someterse a tributación en España las ganancias patrimoniales obtenidas por la participación en torneos celebrados en España".

Esa regulación hace que haya jugadores de póker que consideren prácticamente "imposible" para ellos vivir en España. En 2013, por ejemplo, según los datos de la Dirección General de Organización del Juego, el póker online fuera de los torneos movió en España más de 1.753 millones de euros. Una década más tarde, en 2022, el mercado no solo no ha sido capaz de evolucionar y captar más actividad, sino que ha retrocedido hasta los 1.192 millones de euros.

Un piso en Malta en el que conviven siete jugadores de póker españoles

Un piso en Malta en el que conviven siete jugadores de póker españoles / EPE

Un mapa de impuestos

En internet existen creadores de contenido con cientos de miles de visualizaciones criticando precisamente la presión fiscal en nuestro país, así como multitud de foros en los que los jugadores se ponen de acuerdo para fundar pisos de grindeo en el extranjero o, directamente, para intercambiar consejos acerca de la situación legislativa en otros países.

El Brexit, por ejemplo, hizo que el Reino Unido dejara de 'estar de moda' a finales de 2021, mientras que ahora parece que en Estonia, donde está Víctor, se ha establecido una colonia de "al menos entre 60 y 70 jugadores españoles" atraídos por el 0% de impuestos y el bajo coste de la vida. Aunque no es el único país. "Mantennos informados de los cambios [legislativos] en Portugal, por favor", pide un forero a otro en Educapoker.

En esos mismos foros, sin embargo, también se dan consejos para sobrellevar mejor el hecho de tener que emigrar para ser jugador profesional de póker.

Algunos usuarios recuerdan, por ejemplo, que con vivir seis meses y un día en el país elegido (México o Irlanda, por ejemplo) ya es suficiente para fijar allí la residencia fiscal, por lo que el resto del año se puede jugar desde España tributando con las mismas condiciones del 0% de impuestos. Una circunstancia que se hace especialmente importante a la hora de enfrentarse, por ejemplo, a los duros meses del invierno en el este de Europa.

Hacienda, vigilante

Consciente de ese delicado equilibrio en el que viven estos jugadores, Hacienda se mantiene vigilante. Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el Tribunal Económico Administrativo Regional de Canarias (TEARC) resolvió en enero de este año la devolución de casi 100.000 euros a un jugador de póker español a cuenta de las ganancias que había obtenido participando en torneos en el extranjero. Ese caso, al que ha tenido acceso este periódico, evidencia las dificultades a las que tiene que hacer frente la inspección a la hora de abordar este tipo de expedientes.

Los trabajadores de Hacienda deben calcular las ganancias en torneos presenciales en el extranjero, tanto los oficiales como las mesas que se juegan fuera de circuito, así como la participación en todas las modalidades de juego y dominios de internet, que no siempre dejan rastro.

En favor del jugador, el TEARC calcula ganancias correspondientes a 2012 en 177.347 euros, en lugar de los 216.000 originales, ya que reconoce que "se admite la alegación del contribuyente relativa a la existencia de una serie de gastos de participaciones en torneos en los que no había habido ganancia, y se rechaza la admisión de gastos de desplazamiento y manutención".

Por lo tanto, ese tribunal económico de Hacienda lo que está admitiendo como gastos son las cuotas de entrada de torneos en los que el jugador no obtuvo ganancias, pero no los viajes, los hoteles o las estancias en el extranjero para participar en esos eventos. Por las "deficiencias en el acuerdo de liquidación", el Tribunal Económico Administrativo Regional de Canarias tuvo que impugnarlo y estimar la devolución de los casi 100.000 euros en disputa.