EVASIÓN DE IMPUESTOS

Motocard: así evadieron medio millón de euros los fundadores del Amazon para moteros

Pizzas, tumbonas para la piscina, parques de atracciones, embutido... Los socios utilizaron el dinero de la empresa para sus gastos personales

La familia fundadora desvió dinero a una empresa para pagar unas obras en Andorra y los gastos habituales de las viviendas particulares

Fachada de la tienda de Motocard en Madrid

Fachada de la tienda de Motocard en Madrid / Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

Los fundadores de Motocard, el imperio online de venta de accesorios para moteros en España, utilizaron las cuentas de la empresa para sus gastos personales y, de esa forma, pretendieron evadir el pago de casi medio millón de euros en impuestos entre 2011 y 2015. Son las conclusiones de varias inspecciones de Hacienda que detallan, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, que entre los conceptos de esos gastos se encuentran pedidos de pizza a domicilio, tumbonas para la piscina, gastos en parques de atracciones o reformas en Andorra, pero también cantidades de dinero desviadas a la cuenta de una sociedad patrimonial constituida por Ramón Colillas, uno de los hijos del fundador de una empresa que el año pasado facturó más de 80 millones de euros.

Las inspecciones que llevó a cabo Hacienda a Motocard con respecto a esos años concluyeron con liquidaciones de las deudas que mantenía la empresa con el fisco por una tributación errónea del impuesto de sociedades y del IVA, pero también con sanciones, algunas de ellas de carácter "muy grave".

En total, más de 445.000 euros en deudas con el fisco y otros 438.000 euros en multas que la plataforma referente en la venta de accesorios multimarca para el sector del motociclismo ya ha tenido que abonar a las arcas públicas y que ha intentado recuperar ahora en los tribunales, aunque sin éxito por el momento.

Motocard, empresa catalana que fue vendida en 2018 por 41 millones de euros al fondo de inversión madrileño Abac Capital, ingresó en 2022 más de 80 millones de euros, lo que supuso prácticamente duplicar los 45 millones de ingresos de 2019 y 2020 y mejorar ampliamente los 62 millones de 2021. Lo sucedido entre 2011 y 2015, sin embargo, no atañe a los dueños mayoritarios actuales, sino a los socios fundadores de la empresa, que, eso sí, mantuvieron un 25% de las acciones tras la venta.

Gastos propios a cuenta de la empresa

Según consta en los expedientes sancionadores recogidos en siete sentencias del pasado 30 de junio del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, "Motocard Bike, SL [la empresa matriz], ha asumido gastos correspondientes a gastos personales de los socios, como es el caso de las [tarjetas] Visa" que utilizaron al menos entre 2011 y 2015. Esto supone, según la inspección, "la utilización de la sociedad [por parte de los socios] como un 'mecanismo' o instrumento para poder obtener rendimientos fuera de los cauces legales procedentes".

Entre ellos, explica Hacienda, gastos "sobre cuya naturaleza personal no cabe duda: de restauración, repostaje de gasolina, peluquería, compras en grandes almacenes, tiendas de alimentación, pedidos a domicilio de pizzas, embutido...". Pero también "compras en tiendas de fotografía y óptica, en Amazon, viajes y alquiler de coches en Palma de Mallorca y Tenerife" y "pagos en Port Aventura, a electricistas y entradas para teatros en Málaga".

"Supone la utilización de la sociedad como instrumento para obtener rendimientos fuera de los cauces legales"

Según explicó la representación legal de Motocard, "el uso de la tarjeta empresarial se ha producido exclusivamente para cubrir los gastos de desplazamiento de los socios para el buen funcionamiento de la sociedad", un motivo que los inspectores del fisco no aceptaron por no haber reflejado dietas a ninguno de los tres socios durante esos años y por la naturaleza misma de los gastos.

La empresa, que es líder en el sector de venta de accesorios de motociclismo tanto en tienda online como física, no discute los hechos presentados por Hacienda, sino que su defensa se basa siempre en que las labores de inspección no le fueron comunicadas en tiempo y forma adecuados y en que no se han valorado correctamente los conceptos de los gastos, a pesar de que no ha aportado pruebas que demuestren lo contrario.

Los fundadores de Motocard aún disponen, en cualquier caso, de la posibilidad de recurrir los distintos procedimientos ante el Tribunal Supremo, aunque este periódico, que ha intentado sin éxito ponerse en contacto con ella tanto por teléfono como por correo electrónico, desconoce si los implicados van a seguir adelante con la batalla judicial.

Desvío de dinero a una sociedad personal

A esto habría que sumarle, dice Hacienda y acepta el TSJC, otras cantidades que salieron de las cuentas de Motocard Bike, SL, y que acabaron siendo utilizadas para pagar reformas y gastos mensuales de las viviendas particulares de los socios.

Dos veces al mes, Motocard pagaba las facturas emitidas por Rm Cal Gep, SL, una sociedad que no ha justificado qué servicios prestaba a la empresa a cambio de esos pagos y de la que se han encontrado "pruebas contundentes respecto a la vinculación con uno de los socios y su esposa". Se trata, dice la sentencia, de un "operativo familiar para utilizar esta sociedad para disminuir su tributación por gastos personales".

Según ha podido comprobar EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a través del Registro Mercantil, desde 2018 en la empresa consta como socio único Ramón Colillas Hernández, es decir, el padre, que es uno de los fundadores de Motocard, pero la empresa fue constituida por Ramón Colillas hijo en 2007.

Reformar la piscina en Andorra

Con esos pagos cada 15 días, explica una de las sentencias del TSJC acerca del tema, lo que se buscaba era "proveer a la empresa de fondos para afrontar gastos de naturaleza personal de los socios". Gastos que no se reducían a los habituales de una vivienda, sino que también estarían "relacionados con el mantenimiento y decoración de bienes inmuebles de uso particulpar".

De esta forma, Motocard habría reducido las cuotas a ingresar al erario público en concepto de impuesto de sociedades y de IVA, puesto que se deberían haber declarado esos pagos "como rendimiento al socio". Lo habría hecho, entre otras vías, a través de unas "obras en Andorra", "adquiriendo tumbonas de piscina, muebles de exterior, mesas de televisión, lámparas" y "láminas de pavimentos sintéticos que se utilizan para las tarimas exteriores de las piscinas".

Además, critica el TSJC, a pesar de que el "obligado tributario conocía la naturaleza de los bienes que había adquirido, optó por manifestar a la inspección que se correspondían con material que se usa para eventos". En el caso de las láminas para reformar la piscina, Motocard sostuvo que se trataba de trabajos realizados en la tienda de Madrid, aunque no llegó a presentar documentos que consiguieran acreditarlo.