CONSULTA CIUDADANA

Irlanda vota una reforma constitucional para dejar atrás los "deberes" domésticos de las madres

El país reniega de un pasado que relegó a la mujer al hogar y debate eliminar la vinculación del género con las tareas domésticas, así como fijar una nueva definición de familia

Una mujer, junto a un colegio electoral en Dublín.

Una mujer, junto a un colegio electoral en Dublín. / EFE

Irlanda se enfrenta a un nuevo momento decisivo en la lucha por los derechos y libertades de las mujeres. Cerca de cuatro millones de personas han podido acudir a las urnas para decidir, por la vía del referéndum, si dan luz verde a los cambios constitucionales propuestos por el Gobierno en materia de familia y de cuidados con el objetivo de dejar atrás la influencia de la Iglesia católica irlandesa en la Carta Magna, redactada en 1937. La modificación más importante incluye la eliminación de la vinculación de la mujer con las tareas domésticas y los cuidados, recogida en los artículos 41.2.1 y 41.2.2, una modificación que tendrá pocas consecuencias a efectos prácticos pero que sí cuenta con un alto valor simbólico. El recuento de votos dará un resultado este sábado.

El primer artículo señala que la mujer "con su vida en el hogar", presta al Estado un apoyo sin el cual "no puede lograrse el bien común", mientras que el segundo artículo estipula que el Estado debe procurar que las madres "no se vean obligadas por necesidad económica a dedicarse al trabajo, descuidando sus deberes en el hogar". La propuesta sometida a votación este viernes prevé la eliminación de estos dos artículos y su sustitución por un nuevo párrafo, en el que se especifica que el Estado "reconoce que la prestación de cuidados, por parte de los miembros de una familia entre sí en razón de los vínculos que existen entre ellos, proporciona a la sociedad un apoyo sin el cual no puede alcanzarse el bien común".

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha señalado que la victoria del 'no' en el referéndum supondría un paso hacia atrás en la lucha por la igualdad en Irlanda. "El voto negativo sería un revés para el país, francamente, porque implicaría mantener un lenguaje muy anticuado sobre el papel de las mujeres en el hogar". Varadkar, representante del partido democristiano Fine Gael y el primer jefe de Gobierno irlandés abiertamente homosexual, ha sido uno de los grandes defensores de los avances en materia de igualdad social en los últimos años, incluida la aprobación del matrimonio homosexual en 2015 y de la ley del aborto en 2018. 

Avances en igualdad

El referéndum de este viernes es una muestra más de la voluntad de una gran parte de la sociedad irlandesa por desprenderse de la influencia de la iglesia católica en la redacción de la Constitución de 1937, impulsada por el entonces primer ministro Éamon de Valera. "A pesar de los orígenes revolucionarios del Estado y del activo movimiento feminista en Irlanda, existía una agenda contraria profundamente regresiva y conservadora impulsada por la Iglesia católica", señala el Consejo Nacional de Mujeres (NWC, en sus siglas en inglés), en un comunicado. "De Valera comenzó a redactar una nueva Constitución que contenía elementos que muchas feministas calificaron de siniestros, relegando a las mujeres a una inferioridad permanente".

Los avances de Irlanda en materia de igualdad han sido evidentes en los últimos años. Casi dos tercios del electorado dieron su apoyo a la legalización del aborto en el referéndum celebrado en 2018, un resultado parecido al de la consulta para la aprobación del matrimonio homosexual de 2015. El país se mantuvo el año pasado por encima de la media de la Unión Europea en materia de igualdad entre hombres y mujeres, según el Instituto Europeo de Igualdad de Género, a pesar del ligero retroceso respecto al año anterior. 

Las principales organizaciones civiles en materia de igualdad destacan este avance, pero advierten de que todavía quedan algunas tareas pendientes. La Asamblea Ciudadana (Citizens Assembly), un grupo formado por representantes de la sociedad civil impulsado por el Parlamento, alertó en su informe de la necesidad de acabar con las barreras que todavía permanecen en pie en cuanto a la brecha salarial entre hombres y mujeres, la falta de igualdad en el acceso a oportunidades y en la toma de decisiones y las dificultades para la conciliación.

Tareas pendientes

En el caso de los cuidados, algunas organizaciones se han mostrado críticas con la modificación constitucional porque consideran que no va lo suficientemente lejos. "Muchos de nosotros queríamos ver un mayor apoyo del Gobierno en el cuidado de las personas discapacitadas, de las personas mayores y de los propios cuidadores, pero han optado por una redacción más restringida y lo han limitado al ámbito familiar", explica la directora de la organización One Family, Karen Kiernan, quien considera que todavía queda mucho trabajo por hacer, aunque reconoce que la reforma es un "paso hacia adelante".

Además del papel de la mujer en el ámbito doméstico, el referéndum celebrado el Día de la Mujer, de fora simbólica, también propone modificar el artículo que obliga al Estado a "custodiar con especial cuidado la institución del matrimonio, en la que se fundamenta la familia, y a protegerla contra cualquier ataque". La propuesta del Gobierno desvincula la familia del matrimonio y destaca que el núcleo familiar también puede basarse en "otras relaciones duraderas". A pesar de que el voto por el 'sí' lidera las encuestas en los dos casos, un tercio de los electores todavía se muestran indecisos. Algo que deja en el aire el resultado final.