CUMBRE DE MADRID

La OTAN inaugura en Madrid la era de “competición estratégica” con China

La Alianza carga contra China por amenazar la “libertad de navegación” y buscar la supremacía tecnológica y militar

Militares chinos en un desfile en Pekín 2009.

Militares chinos en un desfile en Pekín 2009. / EFE

Mario Saavedra

Mario Saavedra

La Alianza Atlántica ha puesto negro sobre blanco el riesgo que supone la República Popular China para la seguridad de los aliados. Si Rusia es la mayor “amenaza directa”, la dictadura controlada por el Partido Comunista ha sido definida como un “desafío sistémico” por los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países reunidos en Madrid.

“Entramos en una era de competencia estratégica” en la que se está produciendo una “alianza” entre Moscú y Pekín, ha dicho el secretario general Jens Stoltenberg. “China es cada vez más asertiva y está acelerando rápidamente el crecimiento de sus Fuerzas Armadas, incluidas las armas nucleares, y acosando a sus vecinos, entre ellos a Taiwán”.

Igual de duro ha sido el lenguaje empleado en el

Concepto Estratégico de Madrid

, el catecismo de la Alianza para los próximos diez años aprobado este miércoles.

El país asiático, según el documento, "emplea una gran variedad de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su impacto global y proyectar poder, pero al mismo tiempo es opaco sobre su estrategia, intenciones y militarización".

Introducir este lenguaje en el documento final de la histórica cumbre de Madrid no ha sido fácil ni exento de debate. Según fuentes del Gobierno, ha habido en el Consejo Atlántico posturas enfrentadas sobre el tono y las palabras que se debían emplear. Los países europeos han presentado una postura más laxa, y por ello se ha incluido en el Concepto la idea de que hay que seguir cooperando con China. Por ejemplo, en retos globales como el cambio climático. Estados Unidos lleva desde el mandato de Barack Obama girando el foco estratégico de la primera potencia mundial hacia China. 

¿Y qué dice Pekín? Que los países de la OTAN “crean tensión y provocan conflictos” y que deben abandonar la “mentalidad de la Guerra Fría”, en palabras del Ministerio de Exteriores del país. 

En el indo-pacífico hay tensión. Recientemente, un caza chino ha interceptado un avión de vigilancia de la OTAN en el espacio aéreo internacional. Australia, por su parte, ha acusado a China de atacar a una aeronave de las fuerzas aéreas australianas que realizaba tareas de vigilancia en el Mar del Sur de China. Reino Unido, por su parte, ha advertido a Pekín de que invadir Taiwán sería “un error catastrófico de cálculo”. La “China continental” reclama la isla, un país democrático que surgió tras refugiarse en él el bando derrotado de la guerra civil china en la que ascendió el Partido Comunista.

China amenaza la “libertad de navegación” 


En el Concepto Estratégico hay una referencia explícita a que la OTAN velará, en concreto, por la "libertad de navegación". Según Stoltenberg, ha habido quejas de los socios por los intentos chinos de controlar rutas en el mar. Pekín insiste en que la OTAN es la que está provocando en la zona, porque manda aviones y barcos de guerra a las zonas cercanas a su territorio y en el Mar del Sur de China. 

El segundo portaaviones chino, botado en 2017.

El segundo portaaviones chino, botado en 2017. / AFP PHOTO / STR / CHINA OUT

Pekín quiere conseguir la supremacía naval, y eso preocupa a los países con los que comparte mar. Cuatro de ellos han estado en Madrid este miércoles, invitados para la cumbre de la Alianza Atlántica: Japón (la primera vez que el país asiste a una cita de la OTAN), Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur. Escenificaban así los conocidos como países del AP-4 los temores que les produce el auge del gigante asiático. 

China ya tiene tres portaaviones. El último, el Fujian, botado hace solo dos semanas, es de los más avanzados tecnológicamente, incluso por encima de los 14 que tiene en los mares Estados Unidos. 

Es en este contexto donde entra uno de los mayores puntos de fricción entre Occidente y China: el Aukus (Siglas de Australia, Reino Unido y Estados Unidos, en inglés), un pacto por el que Washington y Londres ayudarán a Australia a adquirir submarinos de propulsión nuclear.

Supremacía tecnológica

Preocupan en la OTAN los "crecientes lazos" de Pekín con Moscú. También los cibernéticos. China es, junto con Rusia, uno de los principales países emisores de ciberataques a Occidente.

Se acusa directamente a China en el Concepto Estratégico de tratar de “subvertir el orden internacional basado en reglas tanto en los dominios espaciales, cibernéticos como marítimos”. 

“Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la República Popular China y su retórica de enfrentamiento y desinformación atacan a los aliados y dañan la seguridad de la Alianza”, reza el documento estratégico.

China somete a sus ciudadanos a un control casi total, usando las tecnologías de la información, el reconocimiento facial, la Inteligencia Artificial y un sistema de puntos sociales para evitar la disidencia. 

El desafío que supone el intento chino de dominación tecnológica ha ido trufando las comparecencias de Stoltenberg durante la cumbre en el recinto ferial de IFEMA de Madrid. “China está intentando controlar infraestructuras tecnológicas clave como la red 5G de nuestros países”, ha dicho el noruego. El veto a la entrada de la empresa china Huawei en el despliegue de las redes avanzadas de telefonía se ha extendido de Estados Unidos a Suecia. Se teme que se aproveche para espiar las comunicaciones, entre otras cosas.