COMERCIO CON LATINOAMÉRICA

Temor entre los pequeños empresarios españoles en México tras el rechazo de López Obrador

Frente a la avalancha de acusaciones del presidente mexicano a las empresas españolas, dos emigrantes nos cuentan cómo ha sido para ellos emprender en el país norteamericano

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, en Ciudad de México.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, en Ciudad de México. / EFE/José Méndez

Diego Estebanez García

Cuando Enrique Asencio (85 años, Madrid) aterrizó en México se quedó anonadado de ver algo que jamás podría suceder en su país en ese momento. Era 1968 y aquel año de revueltas estudiantiles en todo el mundo resonaron también en el país norteamericano. "Lo primero que me impresionó fue la manifestación del silencio, porque ese tipo de protesta en España era impensable", declara desde su restaurante El Tapeo en la calle de Oslo, en la zona de Reforma, el corazón financiero de la capital mexicana. Sin embargo, la fascinación de este empresario por el país azteca acababa de comenzar.

Asencio llegó a finales de la década de los 60 a trabajar en la restauración. Aterrizó en la capital mexicana para dirigir el primer restaurante que el empresario vasco, José Luis Ruiz Solaguren, abriría en lo que entonces se conocía como Distrito Federal y que llegaría a ser uno de los más famosos de la ciudad. Por la entrada de El Parador de José Luis desfilaron figuras públicas como el cantante Julio Iglesias y periodistas mexicanos como Jacobo Zabludovsky.

En 2014, tras una larga trayectoria en la hostelería, Asencio decidió abrir El Tapeo, importando el modelo de terraceo madrileño. "Quería una cosa pequeña de tapas con una cocina buena, sabrosa, pero sencilla, sin grandes movimientos de 'restorán'. Simple en cuanto a la atención, pero intensa en calidad y sabor", explica.

Entre los años 50 y 70, una segunda ola migratoria española, que seguía a los que habían llegado en la posguerra, llegó a México en busca de oportunidades. José Antonio Alonso Cortés cruzó en aquella época el Atlántico. "Él se vino en el año 50 y su padre ya estaba aquí, igual que su tío que fue hostelero", cuenta su hijo, José Antonio Alonso Labandeira, desde una mesa de su restaurante, el Lar Gallego.

"Su primer negocio fue una cantina que se llamaba Bar Chapultepec en los años 70. También abrió el bar Alfonso, que fue considerado el mejor restaurante del centro histórico. Allí conoció mucha gente importante sobre todo de Televisa y políticos, y actores como [Mario Moreno] Cantinflas".

"Antes era más fácil abrir un negocio aquí", se queja Alonso. "No nos complicaban tanto con papeles y no costaba tanto dinero". El empresario, de 54 años, vivió hasta los 18 en España. Cuenta que comenzó a trabajar en Lar Gallego, el restaurante que abrió su padre de comida típica de la autonomía de donde es su familia, desde hace casi 35 años. Ahora, a la cabeza del negocio familiar, no ve el mismo panorama que su padre encontró al llegar a México.

Acusaciones que afectan un panorama poco favorable

Las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 9 de febrero, en las que pedía una "pausa" en las relaciones entre España y México, tensaron la cuerda diplomática entre los dos países. La respuesta del Gobierno español fue de "sorpresa" y le recordó al mandatario mexicano que España es el segundo inversor más grande que tiene México. El montante de capital español desde 1999 hasta 2021 fue más de 76.000 millones de dólares, según cifras de la Secretaría de Economía mexicana.

"Las palabras del presidente han mermado la confianza en la inversión en México", explica Ana Gutiérrez del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). "La inversión en México lleva desde 2019 en caída, lo cual nos dice que no cayó debido a la pandemia, sino por razones previas como una disminución de la percepción de confianza jurídica", explica.

Gutiérrez, que es coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral en el IMCO, se refiere a la cancelación de mega proyectos de inversión extranjera en el país como fue el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. "Esta declaración, que va específicamente apuntada hacia la relación con España, puede llegar a los oídos de potenciales inversores españoles que pueden dudar sobre la posibilidad de venir a México".

Incertidumbre y pandemia

La incertidumbre se ha replicado también en el mundo de las pequeñas y medianas empresas, como la de José Antonio Alonso y Enrique Asencio. La desaparición en el Gobierno de López Obrador de recursos como Instituto Nacional del Emprendedor o del fideicomiso Pro México, que entre otras cosas se encargaba de informar y apoyar a potenciales inversionistas extranjeros, ha complicado más el panorama. "Definitivamente, fue un golpe para la facilidad de los empresarios pequeños y medianos. Los negocios que ya están establecidos aquí pueden verse desincentivados a reinvertir y expandirse", apunta Gutiérrez.

Sumado a esta situación, México ha caído posiciones en el estudio anual que hace el Banco Mundial sobre los países más favorables para hacer negocios. En el último informe publicado, que ahora está en revisión, el país se encontraba en la posición 54, tras perder casi nueve puestos en tres años. Ciudad de México estaba a la cola de las entidades donde es más fácil emprender e invertir.

uan Carlos Iglesias (izquierda), gerente general del restaurante Lar Gallego, y José Antonio Alonso Labandeira, dueño del establecimiento.

José Antonio Alonso, dueño de Lar Gallego, apunta también a otros factores que han puesto en aprietos a los empresarios en México: "La situación económica por la pandemia nos pegó bastante, porque el Gobierno no ayudó como en España con apoyos como el ERTE para trabajadores. Aquí no nos descontaron nada de impuestos, por lo que estuvimos cerrados, pero tuvimos que pagar todo igual", lamenta.

Enrique Asencio, en este medio siglo, ha visto ir y venir gobiernos y presidentes. Cree que las declaraciones de López Obrador son "circunstanciales", "pasajeras" y no piensa que influyan en la percepción de los mexicanos hacia los migrantes españoles.

A pesar de las circunstancias

Entre los aspectos positivos que siguen haciendo a México un país atractivo para invertir se encuentra el tamaño de su mercado, su cercanía con los Estados Unidos y la firma del acuerdo comercial con ese país y Canadá, el T-MEC, según explica Aribel Contreras, coordinadora de la carrera de Negocios Globales en la Universidad Iberoamericana. "Sin duda, la diversidad de acuerdos comerciales que tiene México es incomparable con ningún otro país de América Latina". destaca.

"Yo creo que mi padre volvería a optar por México", afirma por su parte José Antonio Alonso. "Conozco varios países de Latinoamérica y opino que México sigue siendo el mejor, porque hay gente y, si hay gente, hay negocio". Sin embargo, reconoce que asuntos como la inseguridad siguen generando incertidumbres para los emprendedores extranjeros.

A las cinco de la tarde de un martes, El Tapeo abre sus puertas para recibir a los empresarios de la zona de Reforma. En la televisión está puesta TVE. Enrique Asencio supervisa al detalle las mesas y habla con sus cocineros. "La realidad de este país es mucho más intensa, mucho más rica, tiene una serie de posibilidades tremendas en todos los aspectos, desde los más humildes hasta los más rancios, pasando por los más enérgicos económicamente. Es un país con muchos matices", zanja.