Oriente Próximo

Israel pone a prueba a Biden con la construcción de viviendas en colonias judías de la Cisjordania ocupada

El mayor número de unidades (729) se prevé en Ariel, seguido de Beit El (346), asentamientos que la ONU no tienen "validez legal" y que califica de "flagrante violación" contra el derecho internacional

En la imagen, construcción de nuevas viviendas en el asentamiento de Rahalim, cerca de Yatma, cerca de Naplusa, en Cisjordania.

En la imagen, construcción de nuevas viviendas en el asentamiento de Rahalim, cerca de Yatma, cerca de Naplusa, en Cisjordania. / AFP/Jaafar Ashtiyeh

El ministro israelí de Vivienda, Zeev Elkin, ha anunciado este domingo la construcción de 1.355 viviendas en colonias judías en la Cisjordania ocupada, las primeras promovidas por el nuevo Gobierno de coalición.

"Después de un largo período de estancamiento en la construcción, doy la bienvenida a esta licitación. Continuaré manteniendo asentamientos judíos en Judea y Samaria (Cisjordania)", declaró Zeev sobre los planes de edificación en siete colonias de este territorio palestino ocupado militarmente.

El mayor número de unidades (729) se prevé en Ariel, en el norte de Cisjordania, seguido de Beit El (346), asentamientos que para la ONU no tienen "validez legal" y que califica de "flagrante violación" contra el derecho internacional.

"Como prometimos, también estamos cumpliendo. Fortalecer y expandir el asentamiento judío en Judea y Samaria es algo necesario y muy importante en la visión de la empresa sionista", ha defendido el titular de Vivienda.

Naftalí Benet, primer ministro del Ejecutivo de coalición -formado por partidos de derechas, de centro, de izquierda anti-ocupación y por primera vez de una formación árabe islamista- había adelantado estos polémicos planes, que recibieron el rechazo de los palestinos.

El diputado israelí Mossi Raz, del partido del Gobierno Meretz, ha criticado la medida al considerar que "construir en asentamientos fuera de Israel daña a Israel".

La anterior Administración de EE.UU., encabezada por el presidente Donald Trump, fue permisiva con el avance de asentamientos en Cisjordania ocupada, una política a la que se opone la comunidad internacional y no validada por anteriores ejecutivos estadounidenses, como el del actual de Joe Biden.

El Ministerio de Defensa israelí anunció también en agosto la construcción de unas mil viviendas para palestinos en Cisjordania ocupada, en la que estos difícilmente obtienen permisos de construcción, por lo que fue interpretado como un gesto estratégico ante EE.UU. y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).