FARO DE VIGO

Los lujos que deja la 'fariña' colombiana

Piscinas de 70.000 euros, vehículos de lujo y tres millones de euros en la Operación Halia

Uno de los registros realizados durante la Operación Halia.

Uno de los registros realizados durante la Operación Halia. / NOÉ PARGA

R. A.

La última operación contra el tráfico de cocaína en Pontevedra ha sacado a la luz el enorme y lujoso patrimonio que manejan los presuntos narcotraficantes. Impresionados quedaron los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en el operativo de la Halia con las piscinas, que contaban con todo lujo de pequeños detalles, pero también con los vehículos de alta gama y los tres millones de euros que acabaron aprehendiendo en los registros.

Las piscinas que lucían las viviendas de los tres supuestos líderes de la organización superaban los 70.000 euros, cifra que cuesta solo la construcción de una de estas estructuras cuando es personalizada, y estas lo eran. La que Pablo Quiroga escondía en la parte de atrás de su vivienda de Castrelo era una imitación de las que se encuentran en los hoteles del Caribe, aunque de unos doce metros de longitud. Permitía el acceso al agua desde varios puntos y tenía diferentes formar redondeadas, además de todo el encofrado y los materiales utilizados. A todo ello, hay que añadir todos los “extras” con los que contaba, la mayor parte de ellos de alta gama, lo que dispararía el coste de la misma. A ello hay que sumar la renovación del agua y todos los elementos para clorarla, además de todo lo que la rodeaba: una caseta para cambiarse y un espacio totalmente arbolado para evitar miradas indiscretas.

La de Víctor Dopico, aunque de formas más comunes (un rectángulo) tampoco tenía nada que envidiar a la que tenía en su vivienda de Corón, una piscina a la que no le faltaba de nada y eso que su vivienda se encuentra a tan solo 200 metros de la emblemática playa de As Sinas, una de las más visitadas de la comarca de O Salnés. Todo el entorno de la piscina, de unos 15 metros de largo, acababa coronado por un “piorno” y hórreo elevado para dar una imagen rústica de un lugar cargado de lujos.

Todoterrenos, relojes de lujo y bajos comerciales

El elemento piscina tampoco era ajeno a la vivienda de Bernabé González en la parroquia cambadesa de Vilariño y, al igual que sus compañeros, mostraba el alto nivel de vida que llevaba. El cambadés también era muy aficionado a las carreras de motor, algo que pudieron comprobar los agentes de la Guardia Civil en el registro que realizaron a la nave del polígono de Sete Pías, donde se encontraron con varios vehículos como un “buggie” o un toterreno preparado para competiciones.

La vida lujosa de los tres, con casas espectaculares y vehículos de lujo, se muestra en la intervención realizada por la Guardia Civil, que intervino durante la operación bienes valorados en 10 millones de euros, un patrimonio en el que también se incluyen elementos como relojes de lujo o bajos comerciales en la comarca de O Salnés, en los que instalaban negocios para blanquear los ingresos que sacaban por, supuestamente, el transporte de cocaína a Madrid.

Eso financiaría, supuestamente, el alto tren de vida que llevaban los detenidos en la Operación Halia, al tratarse de una de las organizaciones más activas de Galicia. Para la introducción de la cocaína en la comunidad gallega, la organización utilizaría a jóvenes con experiencia marítima y sin antecedentes relacionados con el narcotráfico para trasladar la droga en veleros o catamaranes tras recogerla de una nave nodriza en el Caribe.