CRISIS CLIMÁTICA

Galicia llegará al último cuarto de siglo con todo su territorio con un clima mediterráneo

Dentro de 50 años las actuales condiciones oceánicas templadas en el norte de la península solo persistirán en Guipúzcoa

Gente refrescándose en el río Miño durante la ola de calor del pasado agosto.

Gente refrescándose en el río Miño durante la ola de calor del pasado agosto. / FERNANDO CASANOVA

X. A. Taboada

Galicia será esta semana un oasis en una España que se verá afectada por una ola de calor excepcional e insólita que llevará los termómetros hasta los 40 grados en la cuenca del Guadalquivir o los 35 en Zaragoza. Pero en el futuro esto bien podría ser de otra manera, con una comunidad gallega que cada año irá perdiendo su carácter oceánico templado hasta convertirse en un territorio plenamente mediterráneo, característica que también será extensible a toda la cornisa cantábrica, con la excepción de la provincia de Guipúzcoa.

Este nuevo escenario climático sería una realidad dentro de 50 años, en el último cuarto del siglo XXI, según la proyección del sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático –IPCC, en sus siglas en inglés– difundido por la Oficina Española de Cambio Climático. El informe de síntesis se encarga de resumir y resaltar lo más destacado de seis extensos trabajos publicados desde 2018 por el IPCC, el grupo científico reunido por las Naciones Unidas para monitorear y evaluar toda la ciencia global relacionada con el cambio climático.

Media España desértica

La mitad oriental de Galicia ya presenta condiciones mediterráneas, que con el paso de las décadas irán ganando terreno hasta hacerse extensibles a la totalidad de la comunidad gallega. No quedará rastro alguno en ninguna parte de ese clima oceánico templado. Pero la peor parte se la llevará vertiente oriental de España, que verá como se irá elevando la temperatura media y las olas de calor serán cada vez más intensas y duraderas mientras se va reduciendo la pluviosidad.

“Para el último tercio del presente siglo y en un escenario de calentamiento global de 4°C, el clima desértico y semiárido de tipo cálido se extiende por la mitad oriental de la península ibérica mientras que el clima mediterráneo se expande hacia el norte hasta ocupar la mayor parte de la cornisa cantábrica”, se recoge en la guía resumida del sexto informe de evaluación del IPCC relativo a la región mediterránea del mundo.

Efectos

Los efectos de este calentamiento global no se detallan en el ámbito de las comunidades autónomas, sino con carácter general, pero sí son muy importantes. “Los riesgos relacionados con el cambio climático se ven amplificados por otros factores humanos, como el desarrollo insostenible, la contaminación del aire y del agua y la degradación de hábitats. Por ello son cada vez más complejos y difíciles de gestionar”, se dice.

Con respecto a la región mediterránea, el informe señala impactos adversos y crecientes en aspectos como escasez de agua –algo que ya se aprecia en Andalucía o Cataluña–, reducción de la producción agrícola y animal, con empeoramiento de salud de los ejemplares, menor rendimiento del sector pesquero, más enfermedades infecciosas, daños en sectores económicos claves o desplazamiento forzado de las personas, moviéndose más al norte en busca de temperaturas más confortables para descansar, no ya solo con fines turísticos, sino también para preservar la salud.

En cuanto a los ecosistemas naturales, el informe alerta de cambios muy altos en los terrestres y marinos y en la distribución de las especies.