EN TOLEDO

Alcaudete, el pueblo con las casas más baratas de España: hay chalés disponibles desde 23.900 euros

Situado en medio de la comarca de la Jara y a 140 kilómetros de Madrid, el metro cuadrado está a solo 329 euros

El paro, la despoblación y los frecuentes asaltos a viviendas para robar, detrás del fenómeno

La localidad, una de las más bonitas de Castilla y La Mancha, ha perdido 400 habitantes en diez años

Imágenes del pueblo Alcaudete de la Jara, en Toledo, que tiene las casas más baratas de España.

Imágenes del pueblo Alcaudete de la Jara, en Toledo, que tiene las casas más baratas de España. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

 Miguel, el dueño del estanco, donde también vende cupones de la ONCE, muy cerca de la Plaza del Ayuntamiento, tiene blindado el pequeño cuartucho con una mampara: ya le han asaltado varias veces. A María del Carmen, la dueña del bar Taberna, la han forzado también la entrada para arramblar con la caja. “Son chavales de fuera del pueblo, menores de 16, 17 años, pero les cogen y les sueltan”. Otro vecino fue una tarde a comer unas hamburguesas con sus hijos y al volver le habían entrado en casa: “Menudo susto se llevaron los críos al volver, con todo desordenado”. “Y mira”, tercia otra vecina frente a la farmacia, “¿ves esa casa de ahí enfrente? La habían puesto nueva este verano, y se llevaron de ahí todo, hasta el frigorífico”.

Es raro encontrar a alguien en Alcaudete de la Jara (Toledo) al que no le hayan entrado en casa a robar o que no conozca a alguien al que hayan asaltado. “Estamos hartos” es la frase más repetida en las calles de este extenso pueblo de casas bajas de 1.641 habitantes, a media hora de Talavera de la Reina y 90 minutos de Madrid (140 kilómetros), que ya hace años que perdió el lustre de los buenos tiempos.

A mediados del siglo pasado tenía unas huertas, extendidas a los márgenes del río Jévalo, que ahora baja sin apenas agua, donde se plantaban lechugas, tomates y tabaco que eran la envidia de la comarca. De aquellos años queda de recuerdo una preciosa acequia a la entrada del pueblo, frente a un ordenado olivar en una colina. A finales de los 90, el pueblo creció al albur del boom inmobiliario, que dio mucho empleo. Se construyó mucho también en la localidad, con incluso recalificaciones de terreno: hubo hasta una promoción de 200 chalés cuya promotora se fue a la quiebra. “Los hijos de la gente de toda la vida se querían quedar, tener su casa”, recuerda de aquella época Marta Carrasco, responsable de la inmobiliaria del pueblo, Inmojara. Pero pinchó la burbuja, y sin obras ni industria -el matadero cerró hace diez años-, el paro se disparó casi al 50% en 2012 -ahora está al 37,83%-.

Un chalé tapiada al fondo con un cartel de 'Se Vende' terrenop en Alcaudete de la Jara.

Un chalé tapiada al fondo con un cartel de 'Se Vende' terreno en Alcaudete de la Jara. / ALBA VIGARAY

La gente, sobre todo los más jóvenes, empezaron a marcharse a Talavera, pero principalmente a Madrid, porque en Talavera tres cuartos de lo mismo. No había trabajo. La diáspora restó al pueblo 400 vecinos en apenas una década. Los vecinos mayores del pueblo, entretanto, se fueron muriendo, y muchas casas -se calcula que puede haber cerca de unas 3.000- se empezaron a vaciar. Tanto, que ahora mismo en el portal inmobiliario Idealista hay hasta 60 casas, pisos y chalés en venta. Otros tantos carteles cubren el escaparate de Inmojara.

Hay disponibles pisos de 70 metros cuadrados desde 15.999 euros a chalés de 140 metros cuadrados desde 23.900 euros. Una ganga. Según un reciente estudio de Idealista, la localidad tiene el metro cuadrado más barato de España con una media de 329 euros, seis veces menos de lo que vale en Villaverde, el distrito de Madrid con las viviendas más baratas. Nadie sabe explicar exactamente por qué. “Esa es la pregunta del millón”, admite la responsable de Inmojara.

“Y además no se entiende muy bien”, prosigue, “porque, dentro de la comarca de la Jara, Alcaudete tiene muchos más servicios, está expandiéndose… es verdad que hay mucha oferta, eso puede tener que ver. Muchas casas en venta, a veces herencias, casas que eran de los padres, y quieren deshacerse de ellas porque son un gasto”. No parece que haya un solo factor que explique el fenómeno, sino la suma de varios.

Segundas viviendas

En algunos casos las casas eran segundas viviendas de gente de Madrid a las que ahora se quiere dar salida para tener unos ahorros, mientras mucha gente que se vino aquí a vivir cuando vinieron mal dadas ha decidido dejar el pueblo al no haber futuro. Como Manuel, que montó un bar hace tres años, pero ya piensa tirar la toalla. El negocio no carbura. “La gente se está yendo, ya no hay trabajo, esto no remonta.”, cuenta para añadir que en el pueblo hay un problema con la droga, un comentario que repiten más vecinos.

Un anuncio de una casa de pueblo en venta en la inmobiliaria inmojara

Un anuncio de una casa de pueblo en venta en la inmobiliaria inmojara / ALBA VIGARAY

Afirman que hace unos años, sobre todo -aunque algo se mantiene, pero "poco"-, había menudeo en la zona de las viviendas sociales a las que vinieron a vivir personas con pocos recursos, principalmente de etnia gitana, del barrio de Patrocinio de Talavera de la Reina. “Es más la fama que otra cosa, yo voy por ahí y son gente muy normal, a mí me regalan naranjas”, cuenta una funcionaria del pueblo. “Se acoplaron muy bien, tienen sus familias aquí y se juntaron con la gente del pueblo”, les defiende Abel, que fue vigilante hace años en el municipio y que afirma que es “gente de fuera la que viene a hacer la lobá -liarla-”.  "Conseguimos echarles, aunque eso quedó en la memoria de la gente", afirma otra residente.

Existe el pensamiento extendido que los robos parten de algunos vecinos del pueblo, que marcan las casas donde puede haber elementos de valor, pero luego los que dan el palo son de fuera. “Mucho quinquillero es lo que hay aquí, yo me marcho ya, estoy harta”, tercia otra señora de unos 60 años que prefiere no dar su nombre. Como muchos, se vino a vivir al pueblo desde Madrid. “Me engañaron con la casa, todavía tengo problemas con Hacienda”, asegura la mujer justo a mediodía, cuando comienza a retumbar el ‘Ave María’ de Schubert por los altavoces de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVI, conocida en la comarca por 'La Catedral', por su gran tamaño y su refinado estilo gótico.

Pueblo devoto

Es Alcaudete un pueblo muy devoto -el retrato de la Inmaculada, la patrona, preside numerosas casas y también muy español. Frente a la iglesia hay un mástil infinito del que ondea una bandera de España dedicada al nacimiento de la Academia Militar de Infantería de Toledo y una cruz de granito en recuerdo de todos los que perdieron la vida por España. El cuartelillo de la Guardia Civil, sin embargo, solo abre los jueves, como lamentan muchos vecinos, “y solo con un cabo, antes había hasta un general y abría más días”.

El hecho de que dependan del Cuartel de Belvis de la Jara, a ocho kilómetros, y los agentes del Instituto Armado no tengan presencia permanente, es para muchos la razón de que haya tantos robos. Y de que, de vez en cuando, haya operaciones para desmantelar plantaciones de marihuana en casas que llevaban funcionando un tiempo largo sin que nadie se diese cuenta, algo en verdad muy en auge en todo Toledo. “Pillaron una hasta en la fábrica de harinas”.

Una casa vieja de pueblo en venta en Alcaudete. 

Una casa vieja de pueblo en venta en Alcaudete.  / ALBA VIGARAY

“Mangantes hay en todos lados”, comentan Julian y Miguel, jubilado uno y parado el otro, que ven pasar la mañana al sol en un parque que bordea un lateral del pueblo. Reconocen que hay un problema con los robos y que andan con los oídos en alerta cuando toca no vaya a ser. “Son forasteros”, aprecian, para destacar que el pueblo languidece. “No hay industria ni ganadería, y las huertas solo le dieron dinero a los cuatro terratenientes de turno. Los demás trabajábamos para ellos”, lamenta el más mayor. “La gente está harta de la delincuencia, hasta el coño”, apunta otra señora que prefiere no dar su nombre de camino a hacer la compra.

“Aquí en este pueblo no hay nada, ni ambiente ni nada, lo único que hay son robos e inseguridad. La mayoría de los bares cierran a las tres, así que como no vayas a los comercios no ves a nadie”, dice José Francisco, parado de larga duración que también recaló aquí hace unos años procedente de Madrid.

La localidad también cuenta con varias -al menos tres- familias okupas en chalés que no se llegaron a entregar. De hecho, hay una promoción a la entrada del pueblo que tiene varias casas tapiadas para evitar a los intrusos.

El Ayuntamiento de Alcaudete de la Jara, con la Parroquía de la Inmaculada Concepción al fondo. 

El Ayuntamiento de Alcaudete de la Jara, con la Parroquia de la Inmaculada Concepción al fondo.  / ALBA VIGARAY

Entretanto, en la inmobiliaria no dejan de trabajar. Este mes han vendido tres casas, que para ser un pueblo “no está nada mal”. Marta, y varios vecinos consultados por este medio -que trató sin éxito de recabar el testimonio de la alcaldesa para este reportaje- insisten en las bondades del municipio, que cuenta con seis bares, dos supermercados, una panadería, dos bazares, una carnicería, un estanco, una farmacia, un colegio, un instituto y un centro de salud, entre otros servicios. Lo cierto es que las casas coloridas y el casco histórico, rodeado de palmeras, le confieren bastante belleza al pueblo, cierta personalidad.

“Quedamos los terceros en un concurso en navidad para ver cuál era el pueblo más bonito de Castilla y La Mancha”, presumen varios residentes de Alcaudete, el lugar de España con los chalés más baratos.  "Es un pueblo muy tranquilo, aunque nos va a costar que la gente lo entienda", apuntilla Marta Carrasco.