¿Qué es el ‘Fevemocho’? Las claves del error en los trenes de Cantabria y Asturias

En el norte de España, los trenes que operan en la red ferroviaria llevan hasta cuatro décadas en circulación. Esta antigüedad ha supuesto que las incidencias en el servicio sean demasiado frecuentes, para enfado de los vecinos de dichas zonas. Para ponerle solución al problema, Renfe anunció en 2020 una partida de 31 nuevos convoyes para sustituir los equipos en cuestión. La empresa CAF, encargada de la construcción de los ferrocarriles, fue sobre la que recayó el contrato de 258 millones de euros.

Un error métrico

Hace una semana se anunciaba que los nuevos trenes comprometidos para renovar la flota de Cercanías en Asturias y Cantabria llegarán más tarde de lo previsto. Por un fallo en el cálculo de las dimensiones, los convoyes no entran por los túneles de la red ferroviaria, pues su altura es superior a la de los pasajes subterráneos de la red que rige tanto Cantabria como Asturias, la FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha). Los 31 coches que Renfe acordó proporcionar quedan invalidados y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha anunciado el cese de dos altos cargos tanto de la empresa pública como de Adif.

Demora de dos a tres años

Tanto Adif como el Ministerio de Transportes hablan de una demora de "dos a tres años", aunque garantizan que van a trabajar para que el impacto sea "mínimo". Pablo Zuloaga, vicepresidente cántabro, ha lamentado este imprevisto y ha afirmado que "los trenes son absolutamente necesarios" para renovar las unidades que actualmente realizan trayectos en la región.

Aunque en el contrato se fijaba el mes de octubre de 2024 como fecha límite para la puesta en marcha de los nuevos ferrocarriles, con esta ralentización, se prevé que las tareas se prorroguen, como mínimo, dos años más. Tanto los vecinos como los presidentes de ambas comunidades han mostrado su indignación y han pedido explicaciones al respecto. 

¿Quién es el responsable del error?

Desde el Ayuntamiento de Santander afirman que Renfe tenía conocimiento del desajuste desde marzo de 2021 y la empresa adjudicataria alega que en cuanto notificó el fallo en el pliego de licitación se lo comunicó al operador público. Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, ha calificado lo sucedido de "chapuza monumental".

Sin embargo, fuentes del ministerio de Transportes han asegurado que las máquinas todavía no estaban construidas, por lo que parece que el error se detectó cuando el proyecto se encontraba en "fase de diseño". Lo que ha trascendido es que en el pliego de licitación de Renfe, redactado en 2019, no se reflejó correctamente los datos relativos a las alturas para que la empresa contratada ajustase sus diseños a las exigencias de la red.