FITO, BOOMBASTIC, IMAGINE DRAGONS...

Trabajadores de festivales que aún no han cobrado: "Eran 7€ la hora, pero que no se rían de mí"

Los camareros de varios festivales y conciertos de este verano aún no han cobrado

La subcontrata, ABC Live Experience, dijo que pagaría en el plazo de un mes

Las condiciones son muy precarias: cobran siete euros netos por hora sin transporte incluido

Una trabajadora sirve copas en un festival

Una trabajadora sirve copas en un festival / Jordi Cotrina

Analía Plaza

Analía Plaza

Trabajadores de distintos festivales y conciertos celebrados en los últimos meses en toda España están denunciando en redes que aún no han cobrado por las horas que hicieron. El nexo que les une es la subcontrata encargada de las barras, la madrileña ABC Live Experience, que ha participado en varios de los eventos más importantes del verano: el Boombastic en Asturias, el Mad Cool en Madrid, el Reggaeton Beach Festival en Madrid y Mallorca, las fiestas de San Fermín en Pamplona, los conciertos de Fito y Fitipaldis y Metallica en Bilbao e Imagine Dragons en Santiago, entre otros.

"Trabajé en el concierto de Fito y Fitipaldis el 11 de junio en Bilbao y ahí se ha quedado la cosa. Sé que a finales de julio pagaron a algunas personas. Yo escribí por Whatsapp a uno de los teléfonos que tenía y no me contestaron, escribí a otro y me dijeron que escribiera un correo, volví a escribir y me dijeron que lo estarían revisando", cuenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Nerea (nombre ficticio), una joven que trabajó en barra durante ocho horas, de cinco y media de la tarde a una y media de la mañana, y que más de dos meses después no ha cobrado. "Me imagino que de este concierto, después del de Metallica y el Mad Cool, ni se acuerdan. Y ya ni siquiera es por el dinero, sino porque no se rían más de la gente ni de mí".

Por esas ocho horas de trabajo, Nerea debería haber cobrado 56 euros netos. La empresa paga a camareros y empleados de soporte (que también están en barra) 7 euros netos por hora, según los testimonios y capturas de pantalla aportados por distintos trabajadores a este diario. Es, aproximadamente, lo que cuesta una cerveza pequeña en este tipo de eventos.

En el caso del concierto de Fito, además, la joven acudió a las 12.30 de la mañana de ese día a recibir una formación de una hora que no cobrará. Previamente había hecho una pequeña prueba en un bar. "Me avisaron de que necesitaban a gente para trabajar, me metieron en un grupo de Whatsapp y nos citaron para hacer la prueba. Te decían que cogieses dos vasos con hielo, una cerveza... Era un poco paripé porque cogían a todo el mundo", relata.

Leticia, una joven gallega que trabajó en el concierto de Imagine Dragons en Santiago (11 de julio) y Boombastic de Llanera en Asturias (21, 22 y 23 de julio), tampoco ha cobrado aún el primer evento pese a que ya ha pasado más de un mes. "En el mensaje que te envían antes de empezar te dicen que cobrarás un mes después. En este caso, nos dijeron que nos pagarían el 11 de agosto. Cuando empezamos a quejarnos dijeron que pagarían a mes vencido. Y ahora directamente no responden, ni al teléfono ni al Whatsapp", cuenta.

Este periódico ha intentado contactar con la empresa a través de varios números de teléfono y por email, pero al cierre del artículo no había recibido respuesta. Tras la marca ABC Live Experience aparece la sociedad Ocean Augusta SL, fundada en 2007 por los empresarios Alejandro Pérez Alburquerque y Alberto Caleb Soler, famosos por haber fundado el grupo de restauración El Escondite que posee, entre otros, el Café Comercial de Madrid.

Cansada, Leticia contó su historia en TikTok. Su vídeo acumula comentarios de otros trabajadores de ABC Live Experience afectados: del Reggaeton Beach Fest en Madrid (2 y 3 de julio), en Benidorm (9 y 10 de julio), Mallorca Live Festival (24 y 25 de junio) e incluso de gente que trabajó con la empresa en 2018 y tuvo problemas similares. Lo mismo sucede en sus reseñas de Google. También hay personas que cuentan que sí han cobrado. Durante la elaboración de este artículo, un trabajador que aún no había cobrado el Mad Cool (6-10 de julio) recibió el ingreso.

En el concierto de Metallica en Bilbao (3 de julio) pasó lo mismo. Un trabajador de 46 años que había hecho once horas —77 euros— lo denunció en el diario Deia. Afirmó estar buscando a más afectados para poner una denuncia conjunta ante la inspección de trabajo: creía que con una sola deuda de tan poco dinero no le harían caso de otra forma. Al día siguiente, ABC Live Experience dijo que pagaba a cuarenta días (más de lo que establecen inicialmente) y que les abonaría el dinero esa misma semana.

Sin transporte ni alojamiento

Las condiciones de las personas que trabajan detrás de las barras muestran otra cara de los festivales, que este verano han protagonizado diversas cancelaciones (por falta de público o mala planificación) e incidentes (uno de ellos, el del Medusa Sunbeach de Cullera, con un muerto y varios heridos tras derrumbarse una estructura).

En el caso de ABC Live Experience ni el transporte ni el alojamiento están incluidos en el pack. Así lo relatan las personas consultadas, que explican que compañeros suyos declinaron trabajar en más festivales por tener que costearse el viaje. La empresa pide los datos de las personas que van a trabajar y les da de alta en la Seguridad Social, pero no firman ningún contrato.

Leticia sí se apuntó a ir al Boombastic de Asturias desde Galicia. Trabajó diez horas el primer día y nueve los otros dos —196 euros netos— y no cobrará ni las extras ni la nocturnidad. "Te mandan llegar con 45 minutos de antelación que no te pagan y hacer una formación por la mañana que tampoco te pagan. Y el camping estaba a media hora andando, así que debes ir y volver dos veces en el día", relata. Podían usar las lanzaderas que ponía el festival para los asistentes, pero ella al final volvió andando porque "funcionaron fatal".

Los trabajadores podían usar el camping de los asistentes, pero debían llevar y montar sus propias tiendas. "Las condiciones eran horribles. Había cuarenta baños para todo el camping y los peones como yo no teníamos espacio preferente ni dónde cargar el móvil. Además nuestras tiendas estaban en un espacio inclinado. Llovió y se encharcaron".

Por último, Leticia cuenta que no tenían permiso para quedarse dentro del festival al terminar su turno. "Si habías compartido coche con alguien y querías volver, tenías que esperar fuera del recinto a que saliera", añade. En los chats de Whatsapp con los trabajadores, en los que solo podían participar los administradores, se les pedía "máxima proactividad y actitud" para darles más trabajo a lo largo del año. Pero la experiencia de esta joven fue tan desagradable que incluso tiene pensado publicar nuevos vídeos sobre ella.