MÚSICA

Muchos promotores para poco público: por qué tantos festivales están pinchando este verano

Puro Reggaeton, Diversity y Fan Fan Fest han anulado sus eventos y Barcelona Beach Festival se salvó de la cancelación 'in extremis'

Otros festivales cambian su ubicación a muy pocos días de celebrarse

Además de problemas administrativos, detrás de los pinchazos hay una realidad más cruda: no se venden suficientes entradas

Asistentes al concierto del grupo Lori Mayers durante la segunda jornada del festival BBK Live que se celebra en Bilbao.

Asistentes al concierto del grupo Lori Mayers durante la segunda jornada del festival BBK Live que se celebra en Bilbao. / EFE

Este jueves a las seis de la tarde un joven llamado Iker cogió un autobús de Bilbao a Madrid. Acudía a la capital a una cita con la música: el festival Puro Reggaeton, en el que estaba previsto que tocaran artistas como Bad Gyal, Juan Magán, Morad y el conocido como 'rey del reggaeton', Daddy Yankee, en el que sería uno de sus conciertos de despedida.

Pero a eso de las nueve todo se torció. "Justo cuando llegué una amiga me dijo que se había cancelado. Fue una sorpresa: estábamos muy motivados y de repente, a menos de 24 horas, sueltan esta noticia", cuenta. "Yo ya venía diciendo desde hacía tiempo que este festival era una chapuza. Cuando confirmaron a Daddy Yankee cambiaron la fecha, lo que conllevaba que otros artistas no pudieran venir. Y en ningún momento se anunció que esos artistas no formarían parte del festival: lo dedujimos porque sus nombres dejaron de estar. La organización no se ha puesto en contacto con nadie, la mayoría de la gente se ha enterado por las noticias".

Concierto de Daddy Yankee en el Pavello Olimpic. 

Daddy Yankee no tocó en Madrid / ALVARO MONGE

Iker es una de las 35.000 personas a las que el Puro Reggaeton ha dejado tiradas. Al cabreo de los cambios de fecha y cartel se sumó, en los días anteriores a la celebración, un repentino cambio de ubicación: de La Caja Mágica, recinto municipal al sur de la ciudad, al Wanda Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid.

El festival iba a empezar el viernes por la tarde. La organización anunció el cambio de sitio el miércoles y pidió la licencia solo un par de días antes. La Comunidad de Madrid se la denegó por no cumplir la normativa de seguridad. Además, y según confirmaron fuentes municipales a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la empresa no contó nunca con permiso para realizar el festival en La Caja Mágica, que también pidió tarde y mal. Siguió vendiendo entradas, más caras que antes incluso, al tener el gancho de la despedida de Yankee.

Entre los afectados no solo hay asistentes que llegaron en autobús desde Bilbao: también personas que gastaron cientos de euros en hoteles, vuelos y billetes de tren y que, salvo que acudan a la vía judicial, difícilmente los recuperarán.

Pero el Puro Reggaeton —cuyos promotores no son novatos, pues montan desde hace una década el Dreambeach Festival en Almería— no es el único festival que ha sufrido contratiempos este verano.

Primer cartel del Puro Reggaetón Madrid Festival

Primer cartel del Puro Reggaetón Madrid Festival /

Como él, el Diversity de Valencia, con Karol G como cabeza de cartel, el Fan Fan Fest, en Madrid, han sido cancelados. El Barcelona Beach Festival estuvo a punto de caer, pero pudo celebrarse después de que el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs y los bomberos llegasen a un acuerdo in extremis. El Mad Cool andaluz, subvencionado con cuatro millones de euros de fondos europeos, baraja un traslado de recinto.

En el O son do camiño, seis trabajadores resultaron heridos después de que se derrumbase el escenario principal. El sindicato de técnicos gallegos lo atribuyó a una "burbuja de festivales" impulsada por la administración para la que no hay personal suficiente.

El Boombastic, con los raperos Bizarrap, Nickie Nicole y Ptazeta, cambió de ubicación a pocos días de celebrarse en Madrid. Se trasladó a Rivas, a media hora de la capital, pese a las quejas del público.

"Decidimos trasladarnos porque el Ayuntamiento empezó a pedir documentación, dilataba los tiempos de manera absurda y nos hacía imposible obtener la licencia con garantías", asegura su promotor, el asturiano Marino González. "Nos solidarizamos con el Puro Reggaeton. Esto parece una guerra del Ayuntamiento y la Comunidad contra el reggaeton. El Babel se celebró en La Caja Mágica sin problemas, como el Mad Cool [en Ifema]. Los dos que se han venido abajo han sido los de música urbana".

Más allá del estilo musical, los desastres organizativos se extienden a lo largo y ancho del panorama nacional. Este 2022 está siendo el annus horribilis de los festivales españoles. Quienes han comprado las entradas de un evento musical de este tipo no saben prácticamente hasta el último momento si los artistas van a salir al escenario.

¿A qué se debe el desastre? Promotores y conocedores del sector consultados por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA apuntan distintas razones: desde la complejidad del papeleo administrativo —"cada vez piden más documentación", apunta González— hasta el exceso de oferta.

En el verano después de la pandemia hay en España más festivales que nunca, lo que de momento está resultando en innumeranles problemas.

No hay público para tanto festival

Los festivales que se comenzaron a preparar a finales de 2019 y principios de 2020, todos ellos cancelados o pospuestos por la irrupción del covid, y los ideados con la esperanza de que en el estío de 2021 remitiese, sin éxito, el virus, han ido arrastrando las entradas que vendieron hasta este verano.

Eso dificultaba la organización y, de hecho, festivales como el Primavera Sound tuvieron que añadir más días al evento para acoger a todos los que habían comprado entradas para acudir al Parc del Fòrum.

Primavera Sound.

Primavera Sound. /

En 2022 se han concentrado decenas de festivales y "la competencia ha sido muy fuerte", reconoce Nacho Ruiz, codirector del Festival Brillante.

Según trasladaron fuentes de la organización del Diversity a Levante-EMV, el festival se tuvo que cancelar dos semanas antes de la fecha prevista para su celebración por problemas económicos asociados a la insuficiente venta de entradas y a la renuncia de inversores a seguir con el proyecto. 

Fuentes del sector apuntan a que la cancelación del Fan Fan Fest, agendado para el 11 de junio en Ifema, se debe a que no consiguieron vender las entradas suficientes para asegurar la viabilidad del evento. Asimismo, El Mundo adelantó que el recinto ferial anuló la cita por un "incumplimiento grave" de las medidas de seguridad.

Esas mismas fuentes no descartan que el retraso del festival, en el que iban a actuar Black Eyed Peas o Don Diablo, a la hora de entregar los documentos requeridos se alargase deliberadamente por la falta de ingresos en la venta de entradas. "Puede pasar", dice un promotor con décadas de experiencia. "No voy a decir que sea lo habitual, pero puede pasar que escondas la cabeza esperando a que el problema caiga por su propio peso".

En el caso del Boombastic, y aunque su organizador asegura que se trasladó a Rivas por problemas con el Ayuntamiento de Madrid, fuentes del sector consultadas deslizan que el cambio de ubicación pudo tener que ver con no haber vendido las entradas suficientes.

"También ha habido cancelaciones de conciertos por falta de ventas, como Izal en Cáceres y Anuel en Bilbao. Se debe a la superprogramación", apuntan estas fuentes. "Además, hay un problema añadido: en estos dos años se han generado mucha ansiedad y nerviosismo en el sector. Se están haciendo cosas que sobrepasan a los organizadores: programar más días, más aforo y que luego todo haga aguas. Como el meme de Pantomima Full, en su cabeza era espectacular".

Es, por cómo se han desarrollado los acontecimientos, lo que le ha pasado al Puro Reggaeton: al cambiar el cartel, el aforo y el recinto con tan poca antelación, el festival se fue al garete.

En su cabeza era espectacular

En su cabeza era espectacular / Pantomima Full

Tras la crisis financiera de 2008 hubo un boom de festivales enorme. Muchos han desaparecido y otros han conseguido sobrevivir. "Hay muchísimos eventos, muchísimos festivales y no sé si hay público para todos", señala Nacho Ruiz.

"No hay originalidad", afirma otra persona del sector para este periódico. Los carteles de los festivales se han convertido en una suerte de copia y pega: los mismos artistas encabezan las listas de los eventos de toda España.

El codirector de Brillante asegura que, en su caso, la clave del éxito ha estado en completar la oferta y proponer una alternativa distinta en la Comunidad de Madrid. "Nos tenemos que encaminar a que cada evento tenga su particularidad", sostiene.

"Siempre cuesta" decir que se cancela un festival porque no ha tenido acogida, porque repercute en "la imagen de los eventos y de los artistas". "A nadie le interesa eso, pero es un tabú que está ahí", dice Nacho Ruiz.

La administración y sus trabas

La falta de público ha tumbado festivales, pero otro importante dolor de cabeza para los promotores es la burocracia que exige la administración. 

Desde la Asociación de Festivales de Música reclaman las "licencias previas": que si un festival lleva años celebrándose sin problemas en una ciudad, tenga una especie de licencia preconcedida para evitar "abusos" y "oportunismo político".

Las licencias "tardan un montón", dice Ruiz. “Nunca hay tiempo suficiente. Parece que lo hay, pero llega un momento en que el promotor deja de controlar los planes de actuación porque pasan a manos de diferentes administraciones locales y autonómicas. Y dejas de controlar los plazos. No es que se dejen las cosas para el último día, es que a veces te piden modificaciones con muy poco tiempo de margen”.

Así, es habitual que la licencia no se conceda hasta los días anteriores al festival. Fue lo que pasó, a tenor de las informaciones publicadas entonces, en el Barcelona Beach Festival, organizado por la multinacional Live Nation, colaboradora del Mad Cool: Sant Adrià del Besòs denegó la licencia el día antes por no presentar el informe de incendios en plazo, a lo que el festival respondió que tampoco se lo habían pedido en plazo. Finalmente, y con 25.000 entradas vendidas y acusaciones cruzadas, llegaron a un acuerdo.

Fiesta de inauguración del festival Mad Cool en Madrid.

Fiesta de inauguración del festival Mad Cool en Madrid. / EFE

Un cambio de sede, eso sí, "lo complica todo para el público y los organizadores", continúa Ruiz, "porque los planes y licencias tienen que estar adaptadas. Normalmente se hace porque cambia la afluencia de público: o es más de la que esperas o has vendido menos de lo previsto".

Indemnizaciones para artistas y público

Las cancelaciones de esos eventos derivan en inconvenientes para quienes han comprado las entradas. No sólo pierden el dinero de los tickets, sino que además desperdician lo invertido en el viaje y el alojamiento si han tenido que trasladarse a otra ciudad.

Y en estas, las asociaciones de consumidores no paran de recordar a los afectados que pueden reclamar el dinero invertido en el festival y fuera de él. "Las cosas están muy claras. Ahora, la organizadora del evento Puro Reggaeton Festival tiene que devolver el dinero de las entradas y parar a los usuarios los gastos que hayan soportado para desplazarse a Madrid", decía este viernes en Twitter el secretario general y portavoz de Facua, Rubén Sánchez.

"Cuando los consumidores puedan justificar que han tenido perjuicios adicionales por la cancelación del festival, más allá del pago de la entrada, pueden reclamarlos por vía de culpa por negligencia", explica José Domingo Monforte, director de Domingo Monforte Abogados Asociados.

El promotor del concierto "tiene la responsabilidad universal" para hacer lo necesario para conseguir todas las licencias y autorizaciones antes de que comience el festival, agrega este letrado.

El consumidor tiene garantizado siempre el reintegro del importe de la entrada cuando el evento se haya cancelado por situaciones de fuerza mayor. Sin embargo, esta devolución no incluye ningún complemento indemnizatorio para quienes no hayan tenido que comprar un billete o un hotel para ver los conciertos.

Por su parte, los artistas también tienen posibilidad de solicitar una indemnización y esa responsabilidad recae directamente sobre los promotores de Puro Reggaeton, Boombastic, Fan Fan Fest y Diversity. "Habrían incumplido las obligaciones en cuanto a la obtención de las licencias necesarias", dice Monforte, o habrían recaído en una negligencia por un "incumplimiento patente y manifiesto" de los términos contractuales.

Daddy Yankee, Iggy Pop, Karol G y demás podrían pedir los daños y perjuicios que derivan del lucro cesante, la ganancia que no han podido obtener como consecuencia de un acto ilegal. Esa indemnización suele ascender al caché del artista

De ahí que la cancelación de un festival puede llevar a sus organizadores a la ruina. "Fue lo que pasó en la burbuja de 2008", concluye una promotora experimentada. "Si te vas a la hemeroteca, verás que muchos desaparecieron".