ELECCIONES GENERALES 23J

El futuro de los barones socialistas descabalgados el 28M queda ahora en manos de Sánchez

Reforzado tras sumar un millón de votos y tener opciones de reeditar el Gobierno, gana ahora más influencia sobre los relevos en los territorios e incluso podría convertir a algunos expresidentes en ministros

27 JULIO 2023;OVIEDO;ASTURIAS;TOMA DE POSESION;ADRIAN BARBON

27 JULIO 2023;OVIEDO;ASTURIAS;TOMA DE POSESION;ADRIAN BARBON / Xuan Cueto

La situación interna ha dado un vuelco en el PSOE tras las elecciones generales del 23J. De pensar que se podía producir la caída de Pedro Sánchez y conjeturar con un congreso extraordinario en otoño, a que la autoridad del secretario general y presidente del Gobierno en funciones sea todavía mayor después de lograr un millón de votos más que en 2019.

Este escenario no es aún definitivo porque Sánchez, para continuar en la Moncloa necesita la abstención de Junts. Pero tanto él como el partido, de manera muy amplia, alejan la posibilidad de una repetición electoral. En este contexto de retener el Gobierno, la dirección del PSOE aumenta su influencia sobre los territorios. Principalmente en aquellos donde los barones socialistas perdieron el 28M como Aragón, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias, La Rioja y Baleares.

Los procesos de renovación en estas comunidades están pendientes. Todo queda en suspenso hasta que se clarifique la investidura de Pedro Sánchez. "Hay que esperar a que pase todo", aseguran desde la dirección socialista. Pero, con el presidente reforzado por el resultado del 23J y el horizonte de seguir al frente del Ejecutivo, los dirigentes autonómicos pierden el control sobre su futuro y su herencia.

Aunque el partido reconocen que cada caso es distinto. Guillermo Fernández Vara ya ha mostrado su disposición a marcharse. El congreso de renovación no tiene fecha, a la espera de que se despeje el panorama nacional. En el resto de autonomías no hay ningún movimiento perentorio. Todos, salvo el canario Ángel Víctor Torres, que se queda al frente de la oposición, han buscado una salida en las listas al Congreso y al Senado -Concha Andreu (La Rioja) y Francina Armengol (Baleares) o en la designación como senadores territoriales -Javier Lambán (Aragón) y Ximo Puig (Comunidad Valenciana).

Andreu es favorable a dar el relevo. Falta comprobar cuál es la voluntad de Armengol y Puig. Pero a quién más parece urgirle Ferraz es a Lambán. "Tendrá que tomar decisiones o se tomarán", apuntan en la dirección sobre uno de los barones que, junto con Emilano García-Page, más críticos se han mostrado con Sánchez. En este territorio el líder socialista tiene incluso su propia candidata: la portavoz de la Ejecutiva y ministra de Educación, Pilar Alegría.

Barones repescados como ministros

En cualquier caso fuentes socialistas advierten de que "no hay que correr en exceso" y que "cuando haya Gobierno veremos que decisiones toma el secretario general", lo que sitúa el escenario de cambios territoriales en 2024. Aunque también es muy pronto para abrir este melón y además se trata únicamente de una potestad del presidente, en el PSOE hay cierto runrún de que algunos de los presidentes que se han quedado sin cetro podrían ser respescados de ministros. Se mira sobre todo a dirigentes como Puig, que perdió la Generalitat pese a mejorar en votos, y Vara, a quien Sánchez ya le ofreció entrar en el Gobierno en 2018.

Para llegar a la configuración del nuevo Ejecutivo, si al final fructifica la negociación con Junts, aún queda mucho tiempo. Pero, a pesar de que el Gobierno volverá a depender de los independentistas, el PSOE es una balsa de aceite. Nadie cuestiona que sea así. No lo hizo Lambán en unas declaraciones este martes. "Por prudencia, por sensatez no es el momento procesal de que opine", dijo. Sí destacó que el 23J se produjo un "excelente resultado" para el PSOE y que el crecimiento en votos hay que "imputárselo al acierto estratégico de Pedro Sánchez en la campaña".

Y tampoco este jueves García-Page en la toma de posesión de Adrián Barbón como presidente de Asturias, que abogó por un entendimiento mayor (en estos momentos es inexistente) entre PSOE y PP pero no por una 'gran coalición' -un gobierno compartido-. "No es eso lo que está votando la ciudadanía española", afirmó, para añadir después que está convencido de que no habrá nuevas elecciones. Como Lambán tampoco quiso valorar que Sánchez esté otra vez en manos de los independentistas.

Todo cambia y gira en el PSOE. Los barones, a los que además la dirección soliviantó con cambios unilaterales en las listas al Congreso y al Senado, se encuentran ahora más supeditados a lo que opine el secretario general. Tanto sobre su futuro inmediato, la posibilidad de ocupar otros cargos o de permanecer o no al frente del partido en sus territorios, como sobre sus  relevos. Hace menos de un mes, eran ellos los que afilaban los cuchillos para pedir responsabilidades a Sánchez ante la convicción de que no resistiría al 23J.

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