CHAMPIONS LEAGUE

Kathleen Krüger, delegada del Bayern: así es la mujer más poderosa del fútbol alemán

La exfutbolista es la única ‘team manager’ de equipo que hay en la Bundesliga y desde 2012 es la responsable de todos los asuntos organizativos del conjunto de Múnich  

Thomas Tuchel, entrenador del Bayern, junto a Kathleen Krüger.

Thomas Tuchel, entrenador del Bayern, junto a Kathleen Krüger. / EPE

Juanjo Talavante

Juanjo Talavante

Delegada, team manager, directora... da igual el término que se elija para referirse a sus funciones, Kathleen Krüger es el ‘cerebro’ organizativo del Bayern de Münich y bajo esa responsabilidad caen tareas y funciones que van desde la supervisión de los viajes, los hoteles, los campos de entrenamiento (dondequiera que vaya a jugar el cuadro muniqués), la dieta de los futbolistas, las relaciones con los medios de comunicación, con los patrocinadores, así como cubrir las necesidades profesionales no solo de los jugadores sino de cualquier miembro del cuadro técnico del equipo más laureado del fútbol germano. Es la única mujer que ocupa un cargo así en la Bundesliga. Y aunque ella siempre rehúye aparecer en primer plano, se ha ganado con su trabajo ser considerada “la mujer más poderosa del fútbol alemán”. Este miércoles volverá a intentar que todo lo que gira alrededor del Bayern funcione como un reloj en la vuelta de semifinales de la Champions en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.

Krüger tiene 39 años y lleva más de dos décadas ya desenvolviéndose en las mismísimas tripas del club de la capital de Baviera con esa eficacia que se alinea con el espíritu y la filosofía de un club y podría decirse de toda una región. Organización, organización y organización. A ese reiterativo y exigente esquema responde la que es conocida como ‘jefa del Bayern’ por su capacidad para controlar hasta el más mínimo detalle y que todo fluya como es debido para que los chicos que juegan en el campo se encarguen de lo estrictamente futbolístico.

Del fútbol a los estudios

Su pasión por el deporte viene de lejos. En su infancia practicó kárate y fútbol. Por su destreza vistiendo el karategi fue llamada a participar en competiciones nacionales. Como centrocampista también mostraba unas cualidades excepcionales. Así que destacando en lo uno y en lo otro, tuvo que elegir y se decantó por el balón. A ello ayudó la pasión familiar que se respiraba en su casa, con un padre y un hermano fijos animando cada partido en las gradas del Olímpico de Múnich.

Con 18 años, Krüger fichó por el Bayern, pero su carrera iba como su mente, a gran velocidad, condicionada por una personalidad analítica y pragmática a ultranza. “Con esto no me voy a ganar la vida”, debió de pensar. Y colgó las botas a los 24 años para centrarse en sus estudios de Gestión Empresarial.

Compaginó entonces su formación con la administración de la logística del equipo femenino del Bayern. Permanecer en el club le sirvió para que allí evidenciaran su perseverancia y capacidad de gestión. Así, en 2009, apenas unos meses después de su retirada, un histórico del Bayern, Uli Hoeness, le ofreció ser la asistente de Christian Nerlinger, director deportivo por entonces del club muniqués. Y ella aceptó.

En un mundo de hombres

Tres años más tarde, Nerlinger dejó su puesto, siendo sustituido por Matthias Sammer, y el Bayern le propuso a Krüger pasar a ser la directora del equipo en todos los aspectos de organización. Ella volvió a decir “sí”. Se convertía de esa manera en la única team manager de la Bundesliga. También en la única mujer en un entorno enteramente masculino, rodeada de las estrellas actuales del equipo de Múnich y también de las del pasado, como Karl-Heinz Rummenigge o del recientemente fallecido Franz Beckenbauer, integrados en la estructura de un club que digiere mal las escasas derrotas que conoce.

Cuando le preguntan qué hace una mujer “en un mundo de hombres”, la exfutbolista responde con una estricta dosis de obviedad y sencillez: “Perseguir lo mismo que todos: el éxito”.

Desde su oficina de poco más de 10 m² en la ciudad deportiva del Bayern, Kathleen Krüger gestiona los viajes del equipo, supervisa la elección de los hoteles y se desplaza por cualquier ciudad del mundo donde vaya a jugar el equipo de Múnich para comprobar que todo está en orden. Ella coordina que a la prensa le llegue la información oficial del club, y que la comunicación entre el entrenador y el equipo médico fluya a la perfección.

Con Guardiola y Ancelotti

Fue una persona de confianza de Pep Guardiola cuando el técnico catalán estaba a los mandos del banquillo del Bayern. También ha trabajado con Carlo Ancelotti, que este miércoles se sienta en el banquillo rival. Sin su contrastada eficacia, no habría aguantado veinte años en uno de los clubes más exigentes del mundo del fútbol.

Ella es parte del éxito del Bayern, pero a Krüger no se le ha subido a la cabeza. Trabaja infatigablemente siempre detrás de los focos; su discreción es casi absoluta. Se ha acostumbrado a estar prácticamente siempre en un segundo plano. Pero, paradójicamente, está en el centro de todo lo que se cuece en una plantilla que cuenta con campeones de todo como Manuel Neuer o Thomas Müller, como antes lo hizo con figuras como Arjen Robben, Frank Ribéry, Xabi Alonso, Philipp Lahm, Robert Lewandowski o el hoy madridista David Alaba.

Reconocimiento

La delegada del Bayern reconoce que es la única mujer que forma parte del grupo de WhatsApp de la primera plantilla muniquesa. Eso conlleva conocer unos cuantos secretos. Cualquier intento de sonsacarle algo ha resultado en vano. Kathleen Krüger ha logrado temporada tras temporada ganarse la confianza de los futbolistas y cumplir a rajatabla con uno de sus principales cometidos: “Cuidar a los jugadores”.

Esa buena relación ha dejado algunas instantáneas recordadas por la afición del Bayern, como, por ejemplo, cuando Frank Ribéry coreó en 2013 su nombre micrófono en mano para que saliera al balcón en la celebración de los muniqueses en la Marienplatz tras ganar la Bundesliga. Unos días después ganarían la Champions League.

El fruto del trabajo de la considerada como “mujer más poderosa del fútbol alemán” ha sido reconocido también desde fuera del club. En 2022 recibió la Orden del Mérito de Baviera. "Kathleen Krüger demuestra de manera impresionante que las mujeres se han vuelto indispensables en áreas de la sociedad supuestamente dominadas por los hombres. Por lo tanto, es un verdadero modelo a seguir", apuntó Cancillería del Estado de Baviera.

Antes de este miércoles la mirada escudriñadora de Krüger ya se habrá paseado por Madrid y el Santiago Bernabéu para garantizar que todo cumple las condiciones que le exige el Bayern. En la página oficial del club bávaro se asegura con algo de estajanovismo hiperbólico que su delegada está disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana. Puede que no sea para tanto, pero como ella misma ha reconocido: “Ese es el trato que firmé”.