Blind y Yan Couto llevan al Girona a los octavos de final de la Copa

En un ejercicio de impecable eficacia, el Girona se coló en los octavos de final de la Copa del Rey. Eficacia a balón parado cuando marcó Blind tras una jugada ensayada a la salida de un saque de esquina. Y eficacia máxima completando Yan Couto un contragolpe soberbio que aniquiló cualquier esperanza para un tenaz Elche, que agobió más de lo que desprende este resultado al colíder de la Liga. Sigue sin perder fuera de Montilivi, ya sea en la Liga o en la Copa, cumplida ya la tercera eliminatoria. Y son ya casi seis meses.

Cuando quiso amenazar el Elche, se encontró con las manos y los reflejos de Juan Carlos cuando desvió un cabezazo peligrosísimo de Sergio León. Se tomó Míchel en serio la Copa, por mucho que cambiara de portero. Y no usara quien había empleado en los dos partidos anteriores, que era Toni Fuidias. Le tocó el turno a un excelente y atento Juan Carlos, que estuvo escoltado en Elche por cuatro titulares: Eric García, Miguel, Iván Martín y Yan Couto.

Lesión de Eric García

Luego, el técnico modificó toda su estructura. Empezó algo dormido el colíder de la Liga, que sufrió el empuje del Elche, sobre todo en los cinco minutos iniciales. Luego, el Girona amansó el partido hasta que recibió una mala noticia. Eric García tuvo que pedir el cambio porque se lesionó, lo que obligó a Blind a salir en frío desde el banquillo.

Amenazó mucho el Elche (hasta 9 disparos), aunque tuvo poca puntería en la primera mitad. Apenas un tiro entre los tres palos de Juan Carlos. Y a balón parado, Míchel demostró que su libreta funciona de maravilla. Ya le ocurrió ante el Atlético cuando un saque de esquina servido por Aleix García y prolongado por Dovbyk provocó el gol de Daley Blind. Era entonces el 3-1 al equipo de Simeone (m. 39).

Y se repitió idéntica escena en el Martínez Valero cuando desde la esquina Portu sirvió un balón cabeceado con astucia por Solís en el primer palo para ejercer de asistencia aprovechando una serie de bloqueos previos para que apareciera otro delantero en el segundo palo. Perdón, no era delantero. Era, de nuevo, Blind (m. 37).

Dos partidos, dos tantos. Los dos en el área pequeña, a pocos centímetros de la línea de gol. Así está rindiendo ahora el central, de 33 años, Apenas necesitó siete minutos en el Martínez Valero para firmar el 0-1 del Girona.

Empezó dormido el Girona en la primera mitad. Empezó también dormido en la segunda, como demostró una pérdida intolerable de Iván Martín en la frontal del área que desencadenó una clarísima ocasión para el Elche. Pero el disparo de Rodrigo Mendoza, que estaba solo en la frontal del área pequeña se escapó cerca del poste derecho de Juan Carlos. Beccacece, el técnico argentino, se desesperaba y con razón. Ocasiones así hay pocas. Y errores así no se podía permitir el Elche.

Contragolpe perfecto

Tras ese fallo del Girona, llegó una rápida respuesta con un ataque bien construido por Portu, rematado con tino por Valery, aunque topó con las manos de San Román. Pero esa sensación de agobio en el hogar de Juan Carlos no desaparecía por completo, víctima el equipo de Míchel de la presión voraz ilicitana, que insinuaba mucho, y bien, pero remataba con poco acierto.

Entonces, tras una parada de Juan Carlos, el Girona firmó un contragolpe de manual. Desde el lateral derecho hasta el extremo derecho, todo conducido con la velocidad paciente de Portu y la galopada indomable de Yan Couto que finalizó la acción como si fuera un delantero de toda la vida. Cuando más sufría el colíder de la Liga soltó un fogonazo de enorme calidad. Y Portu, que asistió a Iván Martín en el 4-3 al Atlético, repitió en Elche regalando un pase de gol a Yan Couto en el 0-2.