BALONCESTO

La encerrona turca al Gernika: PCR irregulares, burlas de su rival y sirenas de alarma

El equipo vasco de baloncesto femenino denuncia el humillante trato al que se ha visto sometido en su visita al CBK Mersin, que incluye también un cambio de pabellón imprevisto y una sospechosa actuación arbitral, que les deja fuera de la Eurocup

Las jugadoras del CBK Mersin celebran su victoria contra el Lointek Gernika.

Las jugadoras del CBK Mersin celebran su victoria contra el Lointek Gernika. / CBK Mersin

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

El 15 de diciembre, la euforia invadió Maloste, el pabellón en el que juega sus partidos como local el Lointek Gernika. Las crónicas de la prensa local hablaban de "uno de los mejores partidos de la historia del club". No era para menos. En la ida de dieciseisavos de final de la Eurocup, el conjunto vizcaíno había arrasado (83-59) al GBK Mersin turco, un bloque que triplica su presupuesto, armado con numerosas jugadoras procedentes con pasado en la WNBA.

El choque de vuelta en Turquía, en el que debían defender su renta de 24 puntos, estaba previsto para una semana más tarde, el 22 de diciembre. Sin embargo, apenas dos días después de su hazaña, un importante brote de Covid-19 paralizó la vida del Lointek Gernika, obligando al aplazamiento del duelo. Y ahí es cuando empiezan los problemas.

Según explican desde la entidad vasca, el GBK Mersin presionó a FIBA para que el duelo se disputara antes de fin de año, pese a que las jugadores debían cumplir confinamiento domiciliario hasta el día 28 y a que el viaje de Bilbao a Adana (una ciudad próxima a la frontera turco-siria, a 900 kilómetros de Estambul), en vuelos regulares, no se hace precisamente en una tarde. Finalmente, el acuerdo fue posponer el duelo hasta este martes, 4 de enero, dos antes de la fecha límite.

La humillación al Lointek Gernika.

Test PCR

El segundo punto de conflicto fue el relativo a las pruebas PCR. El Lointek, ya desconfiado de lo que le pudiera ocurrir en Turquía, reclamó realizarlas en Bilbao antes de emprender la marcha. Después, propuso realizarlas en Estambul, pero FIBA accedió a la petición de su rival de que las jugadoras del Gernika se sometieran a los test en Adana.

De nueva con una desconfianza que ahora se demuestra justificada, el Lointek decide hacer por su cuenta una ronda de test en Estambul. Cuando llegan a Adana, cerca ya de la medianoche del lunes, sus sospechas se confirman. "Una furgoneta con dos directivos del club rival, acompañados de un 'enfermero' pretendían hacernos las PCR en plena calle antes de subir al bus. Conseguimos una salita para hacerla. El 'enfermero' saca los tubos de las PCR con los nombres ya asignados… ¿Sospechoso? Y nos realizan la PCR, todo esto con sus directivos sin mascarilla. ¿No estaban tan preocupados por no contagiarse y por eso nos hacían PCR?", ha narrado en Twitter Kevin Huber, preparador físico de las vizcaínas.

El martes, día del partido, el Lointek recibe una noticia inesperada: Belén Arrojo, una de sus mejores jugadoras, ha dado positivo en el test PCR realizado en Adana. El club vizcaíno desconfía del resultado, dado que Arrojo se había infectado en el brote que afectó al equipo hace tres semanas, pero no tienen más remedio que acatarlo. Entre otras cosas, porque los resultados de las pruebas realizadas en Estambul no llegan antes de la disputa del partido, ya por la tarde. Por si acaso, acude a un centro sanitario a realizarse un tercer test.

Cambio de pabellón

Sin Arrojo y con todo el estrés emocional de semejante experiencia, el Lointek se dirige al pabellón a jugar su partido. Un pabellón que no es el habitual del Mersin. El equipo turco solicitó un cambio de pista, para poder jugar en una más pequeña (de unos de 7.500 espectadores a otro de 2.000), en la que aumentar la presión ambiental de su hinchada, y la FIBA lo acepta.

Tanto quienes vieron el partido por televisión como en la propia plantilla gernikarra hablan de un maltrato arbitral desproporcionado durante todo el choque. Una apreciación que, como siempre ocurre en el deporte, puede estar sujeta a subjetividad. Lo que no admite discusión es el surrealismo lo que sucedía en cada ataque del Lointek.

Imagen del partido Mersin-Lointek Gernika de este martes.

Imagen del partido Mersin-Lointek Gernika de este martes. / Eurocup

Cada vez que las jugadores vizcaínas tenían la posesión, la megafonía del pabellón comenzaba a emitir el sonido de sirenas de emergencia. Sí, de esas que si empiezas a escuchar desde casa piensas que ha habido un ataque nuclear o algo aparecido. Como guarnición de fondo, acordes del himno turco, lo que sumado a la presión ambiental (lícita y normal) impedía cualquier comunicación entre las jugadoras.

Derrota contundente

Con estos ingredientes, las jugadores que entrenan Mario López no pudieron competir por la victoria y, finalmente, tampoco defender su renta de 24 puntos. Perdieron por 29 (69-40) y quedaron eliminadas de la competición europea, un resultado que en condiciones normales entra dentro de la lógica competitiva, pero que se produjo tras una retahíla de boicots y humillaciones... que todavía no habían acabado.

Con lo primero que se encontraron tras el choque fue con un humillante mensaje de su rival en redes sociales. "It's a sweet, yet short dream (ha sido un sueño dulce, pero corto)!. ¡Buenas dias [sic] Lointek Gernika!", publicó el Mersin en Twitter, con un vídeo en el que simulaban un despertador, con claro ánimo de burla hacia sus rivales.

Llegados a este punto, lo único que deseaba la expedición española era poder abandonar Turquía cuando antes, pero hasta eso fue difícil. El presunto positivo de Belén Arrojo provocó que, en primera instancia, las autoridades turcas se negaran a dejar salir del país a todos los desplazados. Finalmente, pudieron hacerlo este miércoles por la mañana, si bien Arrojo tuvo que quedarse hasta tener un segundo PCR negativo.

La jugadora, acompañada por su entrenador, Mario López, continúa en Turquía, ya con esos dos negativos. Tanto la prueba realizada en Estambul como a la que se sometió por su cuenta en Adana dieron negativo, lo que alimenta todavía más las sospechas sobre el presunto PCR al que las jugadores se sometieron en presencia de los directivos del Mersin.

Arrojo y López tienen previsto su regreso a Gernika para este jueves, cuando la odisea habrá por fin terminado. Y FIBA, organizadora del torneo, de momento calla ante una encerrona más propia de otra época que ha sobrepasado todos los límites.