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César Suárez, periodista: "Lo que más me emociona es que los libros lleguen a los lectores"

"No pretendo ser un Pulitzer. Pero cuando encuentras a alguien que te emociona tanto como a mí Paco de Lucía y transmites esa emoción está muy bien"

El periodista César Suárez, en Madrid.

El periodista César Suárez, en Madrid. / Alba Vigaray

Jefe de Cultura de la revista Telva, ha publicado El enigma Paco de Lucía, sobre el genio universal, primer flamenco que tocó en el Teatro Real. Presentó el libro en el Instituto Cervantes de Nueva York y pudo asistir al homenaje que el mundo del flamenco -Cigala, Estrella Morente, Paco Habichuela, Carmen Linares- ofrecieron al maestro en el Carnegie Hall.

--¿Qué hubiera dicho Paco de Lucía de su libro?

--“¡Qué poca vergüenza tienes!”. Él no era para nada trascendente.

El periodista César Suárez, en Madrid.

El periodista César Suárez, en Madrid. / Alba Vigaray

¿Es difícil biografiar a un genio sin rendirse a él ya desde el prólogo?

Sí. Es difícil sobre todo si el arte que hace te gusta, como es mi caso. A mí me gusta el flamenco, y cuando empiezas a investigar sobre él, a escuchar más, a entender en qué momento y cómo hizo sus temas, pues te gana.

¿Es duro para usted haber podido ser flamenco y quedarse en periodista?

O quedarse en cualquier otra cosa. Debe de ser duro. Y eso que yo ni siquiera hice el intento de ir para guitarrista. Caí en el periodismo porque me gustaba leer y escribir. Tampoco tenía yo una vocación…

¿Por qué se acercó al personaje?

Porque me di cuenta de que es un tipo muy complejo dentro del flamenco, que suele tener personalidades más festivas o más atormentadas. Pero es que Paco además es el punto de inflexión en el que empieza todo el flamenco moderno, que une la tradición con lo contemporáneo. Y luego, cuando empiezo a hablar con quienes le conocieron lo primero que cuentan es que era un hombre angustiado, con lo cual dices: Pero si parecía que era lo más cool y que hacía disfrutar.

¿Por qué dice que su protagonista es un enigma?

Pues por todo esto y porque, aunque le he investigado mucho y le he leído y he visto muchas de sus entrevistas no acabas de agarrar la dimensión de un ser humano generoso, complejo.

O sea que después de tanta fatiga no se ha enterado quién era Paco de Lucía.

Claro, tengo mis percepciones de por qué podía hacer las cosas. Y a veces me pregunto qué hubiera dicho o qué hubiera hecho, porque tenía esa inteligencia sintética que le hacía de vez en cuando soltar una máxima filosófica.

¿Qué hubiera dicho Paco de su libro?

“¡Qué poca vergüenza tienes!” Él no era para nada trascendente.

¿Es el mejor guitarrista de la Historia?

Sí, totalmente. Y uno de los mejores músicos, no solo del flamenco

Cuenta que el maestro estaba permanentemente insatisfecho. Rebelde, perfeccionista, curioso, inquieto. ¿No se gustaba?

No. Hay alguna anécdota conocida cuando va en un coche escuchando unas alegrías o unas bulerías, dice: Qué bonito suena esta guitarra, y cuando dan el nombre del intérprete, que es él, se cabrea, empieza a encontrar fallos y quita la radio. No se gustaba, pero yo creo que esto es un punto común a los genios, que les cuesta soportarse.

Carmen Linares ha dicho que quien abre su libro toca el flamenco. ¿Ha logrado usted poner un tablao entre las páginas?

Así es. Un tablao en el que no solamente está Paco de Lucía, sino también Ramón Montoya, considerado como el primer concertista del flamenco; o Sabicas, que se exilió, se fue de España en el 37; Carmen dice que quien abre mi libro toca el flamenco porque es muy generosa. Y además entiende que a través de Paco se entra al flamenco, con éxitos muy populares, como Entre dos aguas.

Para pareja mítica, Paco y Camarón. ¿Existe ahora algo similar?

No. No sé si en la música actual, pop o electrónica, que desconozco, pero para mí esa una conjunción como la que pudieron tener John Lennon y Mc Cartney. Pero de esa altura y de esa significancia en el flamenco, incluso estéticamente, no solo musicalmente, y la fuerza que irradiaban, no. No hay otra pareja así.

Un flamenco que citaba a Ortega y Gasset y a Erich Fromm, que hablaba en inglés con Ravi Shankar y que leía a Murakami. ¿Un perro verde en esa concreta viña del Señor?

Sí, totalmente. Aparte de que todo eso era muy inusual, es que el flamenco era el lumpen. Ser artista flamenco, a no ser que estuvieras en la compañía de Juanito Valderrama, de Marchena o de alguien muy bien situado, era sinónimo de bohemia, y a veces de delincuencia. Paco de Lucía también dignifica esto y le da al flamenco una altura que lo lleva al Carnegie Hall y a lugares así. Cuando toca aquí en el Teatro Real en el 75 -primer flamenco que lo hace- ya ha tocado en el Carnegie y en el Royal Albert Hall.

Luis Landero, que fue guitarrista, ha puesto por las nubes sus dos libros: el primero, Cómo cambiar tu vida con Sorolla, y éste de Paco de Lucía. ¿Le va a nombrar presidente de su club de fans?

Bueno, presidente y dueño del edificio, lo que quiera. Luis es otro amigo generoso, un tipo excepcional y habla de la amenidad que tengo al narrar, cosa que me da mucha satisfacción.

El de Sorolla fue alabado por Manuel Vicent. Éste, por Casilda Sánchez Varela, la hija del protagonista. ¿Se ve figura de la narrativa?

Eso espero, ¿no? Pero lo que más me emociona es que los libros lleguen a los lectores. No pretendo ser un Pulitzer. Pero cuando encuentras a alguien que te emociona tanto como a mí Paco de Lucía y transmites esa emoción está muy bien.

Lleva quince años de jefe de Cultura de Telva. ¿Se sabe los colores de moda para esta primavera?

Se me mezclan oyendo conversaciones, y al final todo es un cuento. Pero vamos, si hay que hacer algo, me lo invento, ¿eh? Como suele pasar en la moda.

Su revista fue fundada por Covadonga O´Shea, numeraria del Opus. ¿En la redacción rezan todos los días a Escrivá de Balaguer?

Sí. Y a Paco de Lucía. En realidad, ya no queda nada de eso.