CINE

Diez años de ‘La LEGO película’, el film que inició la revolución de los juguetes en las pantallas que ya tantea la industria española

Repasamos la historia, los orígenes y las consecuencias de un género cinematográfico que lleva camino de convertirse en la nueva gallina de los huevos de oro para la industria del entretenimiento, y que pronto podría tener como protagonistas a algunos de los juguetes autóctonos que marcaron nuestra infancia

Una imagen de 'La LEGO película' (2014).

Una imagen de 'La LEGO película' (2014). / ARCHIVO

¿Se imaginan que alguien se planteara hacer una película sobre, por ejemplo, Coca-Cola? Hoy en día, esa idea todavía nos resulta descabellada, por no decir que un sinsentido. Algo parecido ocurría hace tan solo unos años cuando alguien sugería hacer una película sobre un juguete. No estamos hablando sobre Toy Story, una saga protagonizada por juguetes creados para la película que luego dieron el salto al mundo real. Hablamos del camino inverso, de hacer películas basadas en juguetes.

Parecía difícil que un largometraje en el que el protagonista absoluto fuera un producto de consumo, consiguiera ser lo suficientemente interesante como para no quedar en un mero spot publicitario muy largo e incluso llegar a interesar a los críticos de cine. Pero ocurrió. Estos días se cumplen diez años del estreno mundial de La LEGO película (The LEGO Movie), un film dirigido y coescrito por Phil Lord y Christopher Miller, que anteriormente se habían hecho cargo de otras obras de animación como Lluvia de albóndigas (2009), y cuyo éxito marcó todo un hito al crear casi de la nada un género, dar lugar a su propia saga y abrir el camino para otras cintas como Trolls (2016), UglyDolls: Extraordinariamente feos (2019) y, quizá la más obvia y exitosa hasta el momento, Barbie (2023).

Aunque en el pasado se habían producido algunas series y películas protagonizadas por juguetes, ninguna había alcanzado el éxito ni tenido el impacto del primer film de LEGO. Una película que, por cierto, también tenía sus precedentes desde la autoproducción más indie: los brickfilms, películas amateur rodadas en casa utilizando el método del stop motion y piezas de LEGO.

Un precedente underground


El primer brickfilm del que se tiene constancia fue En rejse til Månen (Viaje a la Luna), creado en 1973 por dos chavales daneses, Lars C. Hassing y Henrik Hassing, en su habitación. Una cinta de seis minutos de duración que grabaron con una cámara Super-8 y muchísima paciencia.

Según explicó el periodista Jordi Costa en la crítica que escribió en El País con motivo del estreno de La LEGO película, este tipo de cortos de animación casera dio lugar a todo un género underground que ha tocado todo tipo de temas a lo largo de los años. Siempre fue conocido y tolerado por LEGO, siempre que fuera sin ánimo de lucro, y hoy en día sigue plenamente activo en comunidades online como Brickfilms.com o festivales como el Brickfilm Festival de Chicago. Quizá la cumbre del género, hasta el momento de estrenarse La LEGO película, fue el vídeo que Michel Gondry dirigió para la canción de la banda The White Stripes, Fell In Love With A Girl. Costa termina su crítica calificando a la nueva cinta como “un brickfilm catedralicio (…) el más colosal de todos los tiempos… Salvo que, en realidad, no es un brickfilm, sino su eficaz, cuidadoso y carismático simulacro”. Efectivamente, la película iba mucho más allá de todo lo que había significado este subgénero hasta el momento.

Un tipo normal

Pero ¿de qué va La LEGO película? La trama se sitúa en un universo totalmente construido con piezas de Lego y nos cuenta la historia de un ordinario trabajador de la construcción llamado Emmet Brickowski. Un día, Emmet, tras sufrir un accidente, es identificado por error como "el Elegido”, el destinado a salvar el mundo (de LEGO) de la tiranía del malvado Lord Business. A lo largo de la película, Emmet se embarca en una aventura épica junto a una curiosa galería de personajes que incluye a Batman, Lincoln o Shaquille O’Neil (en su formato LEGO), entre muchos otros. Emmet, con la ayuda de la valiente Super Cool o el sabio Vitruvius, tendrá que detener los planes de Lord Business de congelar el mundo de Lego con una sustancia llamada Kraguel. La película combina animación digital y stop motion para crear una sátira espídica y divertida que, de alguna forma, redefinió el género de los blockbusters y supuso todo un homenaje a la creatividad más allá del libro de instrucciones.

A pesar de que en un principio, los directivos de Lego no las tenían todas consigo para dar luz verde al proyecto, tras el estreno estuvo claro que había sido todo un acierto. La película fue un éxito de taquilla a nivel mundial y la crítica se deshizo en elogios hacia ella. Aparte de la reseña que ya hemos citado de El País, Quim Casas en El Periódico habló de su ritmo “fluido que no decae ni un minuto, conciliando bien gag y distensión, aventura y fantasía, con un giro final incluido que otorga unos nuevos mecanismos dramáticos y afectivos a la propuesta”. Noel Ceballos elogió en Fotogramas su “ingenio aparentemente ilimitado” y Jordi Batlle en La Vanguardia dijo que era un “deslumbrante, arrollador espectáculo”. Cuesta encontrar a un crítico o crítica que no se rindiera a este film.

Por supuesto, este gran impacto mediático tuvo también sus ecos en las ventas y la notoriedad de la marca de construcciones. De repente, todo el mundo volvió a pensar en LEGO, haciendo a sus personajes protagonistas de memes y referencias en internet y convirtiendo a la empresa, que venía de pasar unos años de dificultades económicas, en la juguetera más valiosa del mundo. Un título que sigue ostentando hoy en día. La LEGO película ha sido durante años, hasta la llegada de Barbie, el mejor ejemplo de brand entertainment de la historia.

Las secuelas de un éxito

El éxito de este primer film animó a su productora, Warner Bros, y a LEGO, a producir una continuación del mismo que, a la postre, acabó convirtiéndose en una saga que parece lejos de terminarse. A la primera entrega le siguieron Batman: La LEGO película (2017), que se centraba en el personaje del hombre murciélago y en su eterna lucha contra el Joker. Esta vez en una Gotham construida enteramente con las piezas escandinavas. El mismo año se estrenó La LEGO Ninjago película, una historia ambientada en una especie de Hong Kong lleno de senseis, dragones y samurais.

En 2018 apareció la serie de televisión Unikitty! y finalmente en 2019 la esperada secuela del primer film La LEGO película 2, que recuperaba a los protagonistas de la primera cinta para vivir una nueva aventura. Salvo la película dedicada a Ninjago, todas tuvieron un gran éxito, lo que, como decíamos, hará que pronto veamos nuevas producciones de LEGO, aunque ahora bajo la batuta de Universal, que ha adquirido los derechos.

Pero quizá el elemento de análisis más interesante de este fenómeno es que la saga de Lego en el cine pavimentó el camino para otras producciones basadas en juguetes como Barbie y toda una serie de proyectos que están por venir entre los que destacan especialmente las películas de Polly Pocket, en la que estaría implicada Lena Dunham, UNO, Play-Doh, Hot Wheels, Magic: The Gathering, Mi pequeño Pony o el juego de mesa Cluedo.

Los juguetes de la pastelería de Play-doh... ¿pronto es sus pantallas?

Los juguetes de la pastelería de Play-doh... ¿pronto es sus pantallas? / ARCHIVO

Mientras esperamos a comprobar cuáles de estos proyectos llegan finalmente a los cines o las plataformas y en qué formatos, parecería que, de alguna forma, ahora que las películas de superhéroes parecen estar un poco de capa caída tras el atracón de los últimos años, el nuevo filón para los estudios podría estar en las producciones basadas en juguetes.

Las películas de juguetes en España

Resulta inevitable pensar en cómo ha impactado esta nueva tendencia cinematográfica en la incipiente, aunque robusta, industria cinematográfica infantil de nuestro país. Al igual que existen juguetes que han marcado a generaciones enteras a nivel global, como Barbie o el Monopoly, en España también tenemos multitud de juguetes con los que muchos crecimos y que todavía siguen en el mercado (o no), pero de los que no parecería descabellado plantear un film en esta conyuntura.

Ejemplos hay muchos. ¿Por qué no hacer una película de Nancy? Lo más parecido a Barbie que hemos tenido por estas tierras. O de Barriguitas, Nenuco, Pinypon y hasta de Fuerte Comansi, Exin Castillos o Tente. “En realidad, ya ha habido jugueteras españolas que han financiado series de animación con sus productos, pero todavía no largometrajes. Un ejemplo sería la serie de Bebés Llorones, con los muñecos de la empresa española IMC Toys, que se pueden ver en YouTube y en Netflix”, explica Nico Matji, productor de Lightbox Animation Studios, la empresa responsable de éxitos como la saga de Tadeo Jones o Atrapa la bandera.

“Me consta que Famosa”, continúa, refiriéndose a una de las empresas de juguetes más importantes de España y creadora de, entre otros, Nancy, “también tiene intención de comenzar a producir algo. De hecho, ya crearon en el pasado una serie sobre Pinypon que produjo Vodka Capital”. No obstante, el productor considera que el principal problema al que nos enfrentamos en nuestro país es el tamaño del mercado. “La producción audiovisual es así de fácil: si tienes un gran mercado que paga bien, puedes tener un presupuesto elevado, pero si no tienes que ceñirte al presupuesto que soporta tu mercado”, señala.

No obstante, Matji explica que desde la Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación y Efectos Visuales (Diboos), de la que fue presidente, se han organizado diversos encuentros con jugueteras, productoras y televisiones. “Es el camino lógico”, apunta. “El problema está en que la animación para televisión va destinada a canales infantiles que tienen un presupuesto por minuto muy limitado y sale más barato comprar producto enlatado. En los canales generalistas la animación no tiene cabida. Siempre les plantea un problema escoger cuándo emitirla, y se limitan a navidades o vacaciones”. Finalmente, opina, las plataformas como HBO, Netflix o Amazon, podrían jugar un papel importante, pero están sujetas a cambios de planes que complican la continuidad o la creación de nuevos productos.

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