CRÍTICA DE SERIE

'Constelación', con Noomi Rapace: una odisea del espacio interior

La antigua Lisbeth Salander protagoniza esta propuesta de ciencia ficción de Apple TV+, bastante intrigante pero lastrada por la hipertrofia narrativa 

Noomi Rapace (la astronauta Jo) en 'Constelación'.

Noomi Rapace (la astronauta Jo) en 'Constelación'. / APPLE TV+

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

'Constelación'

Creador: Peter Harness

Dirección: Michelle MacLaren, Oliver Hirschbiegel, Joseph Cedar 

Reparto: Noomi Rapace, Jonathan Banks, James D'Arcy

País: Francia / Reino Unido / Estados Unidos

Duración: 59 min. (8 episodios)

Año: 2024

Género: 'Thriller' psicológico / Ciencia ficción 

Estreno: 21 de febrero de 2024 (Apple TV+)

★★★

Como corresponde a un gigante tecnológico, o a una compañía que se las da de visionaria, Apple está convirtiendo su servicio de streaming en un repositorio de series de ciencia ficción. La última de ellas, Constelación, tiene algo de punto de encuentro entre dos de sus ofertas anteriores dentro de este amplio género: se sustenta, al menos en su primer tramo, en la estética de la conquista humana del espacio, como Para toda la humanidad, pero su fracturado punto de vista recuerda más a Separación, con la que comparte aires de thriller paranoico setentero. 

Noomi Rapace lo pasó mal en el espacio con Prometheus y, sin embargo, ha vuelto a caer en la trampa. Aquí la vemos y admiramos en el papel de Jo Ericsson, astronauta que volvió traumatizada de una temporada en la Estación Espacial Internacional. El primer capítulo nos muestra el origen del accidente con el que todo cambió: seis segundos después de activarse un curioso artefacto, algo golpeó con fuerza uno de los módulos de la estación; no diremos el qué, por mantener la intriga, aunque podemos avisar que es tan extraño como aquellos ángeles avistados por los cosmonautas de Salyut 7.

La acción de Constelación arranca, en realidad, cinco semanas después de aquello, en mitad de la aventura psicológica posterior, con Jo a la fuga de algo o de alguien con su hija Alice (Davina y Rosie Coleman). No solamente el espectador ignora de dónde viene y hacia dónde va; ni siquiera la propia Jo parece saberlo bien en ocasiones, como si los límites concretos del tiempo o el espacio fueran cosa de otra época. ¿Hay algo mejor que un narrador poco fiable? No, no lo hay, como nos recuerda esta serie en sus mejores momentos. Las certezas están sobrevaloradas. 

Magnus (James D'Arcy), marido de Jo, se pregunta si estamos ante un caso de trastorno de estrés postraumático, pero el espectador sabe que existe otra posible causa más emocionante: los efectos colaterales de un experimento de la NASA ligado a un estado de materia que solo puede existir en la ingravidez. Estirar de ese hilo nos permite escuchar a Jonathan Banks, el imborrable sicario Mike de Breaking Bad, divagando sobre mecánica cuántica, de modo que será mejor explorar dicha causa.  

Como ya hizo en su adaptación de La guerra de los mundos para la BBC, el guionista Jonathan Harness alterna entre líneas temporales para contar su historia; con ello solo consigue restar propulsión narrativa a la trama principal. Lo que debió ser un prólogo de quince adrenalíticos minutos (Jed Mercurio, creador de Line of Duty y Bodyguard, habría hecho viguerías con ellos) se alarga durante dos extensos capítulos. Tampoco se entienden en exceso tantos cambios de perspectiva: situarnos todo el tiempo en la fracturada visión de Jo ayudaría a encontrar la ambigüedad e inquietud presuntamente buscadas.

Además, son ella y la pequeña Alice quienes forman el núcleo emocional del relato. También en la citada adaptación del clásico de invasión alienígena, Harness parecía reflexionar sobre el absurdo de pensar en la colonización del espacio y no tanto en cómo salvar la Tierra. Aquí parece avisarnos sobre los peligros de querer jugar a ser Dios. Pero, en el fondo, Constelación es una historia sobre emociones muy humanas, sobre las lagunas aparentemente insalvables entre una madre y una hija, un poco como Interstellar, más que clara referencia para esta curiosa e imperfecta aventura