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'La novia grulla', los ensayos sobre el amor propio de CJ Hauser

La autora norteamericana firma uno de esos libros que no aparecen en las listas de lo mejor del año, pero deberían. 17 piezas de orfebrería literaria en la que disecciona con humor y ojo clínico el complejo régimen de afectos -también a una misma- contemporáneo

La escritora CJ Hauser.

La escritora CJ Hauser. / Beowulf Sheenan

Cuando CJ Hauser quedó con aquel tío que había conocido en Tinder, ni se molestó en arreglarse. Quedó con unos amigos para tomar una cerveza antes de la cita y se presentó en el local acordado –una cervecería que ni siquiera le gustaba– sin demasiadas expectativas. La actitud no parece muy lógica si se tiene en cuenta que nadie la estaba obligando a hacerlo pero había conocido a demasiados hombres extraños en Internet como para ir animada. Pero, en esta ocasión, la velada fue tan buena que derivó en una relación de casi dos años aunque él acabó demostrando ser un egoísta redomado que llegó a dejarla sola en una isla desierta en Tailandia porque estaba de mal humor. La colcha con el pantallazo de sus inicios conversacionales en Tinder fue el único detalle que dejó fuera de la caja donde guardó sus cosas tras la ruptura. Al final, resultó ser otro hombre excéntrico solo que tardó un poco más en descubrirlo: hasta que rompió con ella por correo electrónico.

El afán de Hauser por ‘arreglar’ a sus parejas, unido a su empeño en no resultar una persona demandante, es la tónica general de La novia Grulla, aunque no solo. La editorial Libros del Asteroide acaba de publicar en España esta compilación de diecisiete ensayos cortos sobre su vida traducida por Catalina Martínez Muñoz que fue toda una sensación en el mercado anglosajón el año pasado. Aunque, en realidad, el éxito de la escritora estadounidense (actualmente se define como no binaria, pero en este volumen se percibe como mujer) comenzó en 2019, cuando el ensayo que da nombre al libro se publicó en The Paris Review y se hizo viral.

Aclamada por otros autores como Roxane Gay, las redes sociales angloparlantes se llenaron de alabanzas a dicho ensayo, como la del tuit, también viral, que decía “Olvídate de tu signo del zodíaco, dime qué pasajes de La novia grulla capturaste para mostrárselos a tu terapeuta inmediatamente”. Es el preferido de la escritora, según contó en una entrevista en The Independent. En dicho texto, la protagonista explica que se fue a Texas diez días después de anular su boda en Nueva York para estudiar el comportamiento de la grulla trompetera.

Según el libro de folclore japonés que leyó Hauser –hay muchas versiones de la fábula–, una grulla intenta engañar a un hombre haciéndole creer que es una mujer para casarse con él. Como sabe que su amor no le corresponderá si descubre que es un animal, la grulla se arranca las plumas durante la noche para que él no descubra la verdad. Cada mañana, el ave está cansadísima pero mantiene su relación. “Seguir siendo una mujer requiere el enorme esfuerzo de borrarse a sí misma. Nunca duerme. Se arranca las plumas, una a una”, escribe la autora en su ensayo. Captura de pantalla.

En estos diecisiete ensayos (siete de ellos ya se habían publicado en algún momento y diez son nuevos), Hauser, que es profesora de escritura creativa en la Universidad de Colgate, utiliza numerosas referencias a la cultura popular para indagar en su propia persona. El papel de Katharine Hepburn en Historias de Filadelfia, su película preferida y mil veces vista, es uno de los personajes que analiza con más detalle. En Hepburn en calidad de Hepburn, la escritora reflexiona sobre la rica, perspicaz y arrolladora Tracy Lord, que tiene que decidirse entre tres hombres que la aman: su prometido, un periodista infiel y alcohólico o su ex-marido, interpretado por “el puto Cary Grant”.

Al actor se le perdona ser un maltratador tanto en la película –un detalle que no se aprecia fácilmente– como en la vida real, y se impone como el ganador del amor de la protagonista del filme que, en el fondo, se debate entre la versión de sí misma que le ofrece cada pretendiente. A ojos de todos, Grant es el más adecuado porque la conoce y la entiende más que nadie, pero quedarse con él significa olvidar todo su pasado en común. “Y metafóricamente, la película plantea la pregunta de qué significa perdonar a una persona por algo muy malo que te ha hecho (...) ¿Es posible que todas esas experiencias sean beneficiosas para la relación en lugar de destruirla? Si eliminamos todos los detalles, es una buena pregunta”, plantea Hauser.

Constelaciones familiares


No solo las referencias pop –en las que también entran Expediente X o Shirley Jackson– le sirven a la escritora para repasar sus relaciones sentimentales, sino que la biografía de su familia también es un material excelente. De hecho, el primer ensayo del volumen se titula Sangre: Veintisiete historias de amor, y en él cuenta diferentes capítulos de romances propios pero también de sus parientes, pasados y presentes. Por ejemplo, el de su hermana Leslie es el mayor acto de amor que ha visto en su vida. Ella, gran seguidora de tendencias en cuestión de ropa, descubre que su novio Doug es daltónico. Pero, aunque odia el verde y cómo combina con el rojo, un día la escritora se la encuentra vestida con esos tonos. La respuesta a su pregunta de por qué es: “Porque Doug me ve como si fuera de rojo y azul. Y los colores náuticos ahora están muy de moda”.

'La novia grulla', de CJ Hauser

'La novia grulla', de CJ Hauser / Cedida

Cualquiera que la haya visto, distinguirá el aire a Los Tenenbaums de Wes Anderson que tiene el clan de Hauser. O al menos, según ella los relata. Su abuelo es uno de los grandes amores de su vida aunque no sea en el plano romántico, claro. Locutor de radio y gran contador de historias, la convierte en gran admiradora de El mago de Oz (un ensayo que comienza con una anécdota en un casino decadente) e incluso más de Judy Garland. Esa relación y el desengaño que se llevó al descubrir que el autor de los libros de Oz L. Frank Baum había estado a favor de la matanza de todos los indígenas de Estados Unidos en la época de las guerras indias de finales del siglo XIX llevan a la escritora a hablar de la imposibilidad de creer en el éxito basado en el sueño americano cuando la generación de su abuelo desaparezca.

Aunque sea un libro de ensayos y no una novela, La novia grulla tiene un final feliz aunque no necesite un cierre. Sin drama ni excesos, como ella piensa que deben ser los verdaderos romances hasta ese capítulo final. Un tipo de amor sobre el que pensaba que no tenía interés escribir aunque es el más interesante de todos. Decir quién es sería spoiler, pero no que es el más inesperado y, a la vez, el más adecuado, porque en ningún momento se parece a cualquiera de los que esperaban a Tracy Lord. Y Hauser ha tenido muchos así en su vida, así que no pudo haber escogido mejor.

Pese a que de manera estricta el volumen contiene diecisiete ensayos, el apartado de agradecimientos podría constituir uno más. Una especie de making of en el que Hauser repasa los nombres de quienes ayudaron a que pudiese publicar su libro, desde su grupo de ‘Amigas sin fronteras’ hasta los editores de The Paris Review que, sin saberlo, dieron el pistoletazo de salida a su carrera (aunque ya había publicado la novela Family of Origin en 2019 y The From-Aways en 2014, no tuvieron la misma repercusión). Esas ocho páginas de menciones pueden irritar a algunos, pero funcionan perfectamente a modo de complemento. Además, despreciar esos apartados es una tontería: sirven para conocer mejor al responsable de la obra y, en algunas ocasiones, son como un ¡Hola! de la literatura. Alguien debería escribir un ensayo sobre el tema.