MÚSICA

Crítica de discos: Sufjan Stevens, Matana Roberts, Baya Baye, Travis Birds y Meritxell Neddermann

Imagen promocional del nuevo disco de Sufjan Stevens.

Imagen promocional del nuevo disco de Sufjan Stevens. / ARCHIVO

Sufjan Stevens suplica un poco de amor

En su largo senderismo con base folk, Sufjan Stevens nos ha acostumbrado a desplazar el acento de aquí a allá y a modificar su paleta sonora en sucesivas cumbres artísticas: ahí está la fascinante epopeya de Illinois (2005), el psicotrópico The Age Of Adz (2010) y el minimalista y sufrido Carrie & Lowell (2015). Ya sea en modo más frondoso, electrónico o desnudo, Sufjan Stevens se las apaña para seguir siendo Sufjan Stevens, y la nueva demostración la tenemos en esta especie de catedral construida con palillos llamada Javelin

Después de los (casi) inexpugnables cinco volúmenes de Convocations (2021), con divagaciones electrónicas extraviadas en el espacio, apetece reencontrar al Stevens creador de canciones más manejables. Javelin entrega diez de ellas, con aires de compendio de sus artes como arquitecto sonoro y primando textos en los que flotan los pensamientos acerca de la fugacidad de la vida y del amor como única fuerza que le da sentido. Ahí podemos situar Will Anybody Ever Love Me?, que transpira fragilidad y desamparo en un trayecto de menos a más, que arranca entre los ensoñadores arpegios de su guitalin (instrumento folk norteamericano emparentado con el laúd) y que crece incorporando volúmenes corales. Y apelando a la pureza de espíritu: “¿alguien me amará algún día / Por buenas razones / Sin reproches, no por deporte”. 

Casi todo lo que suena en Javelin lo ha confeccionado Stevens a solas, y la principal excepción son esas armonías vocales que cubren el cancionero con un aura celestial. Ahí están en la imponente pieza de apertura, Goodbye Evergreen, que si bien desprende aires de declaración de derrota cósmica (“Adiós, hoja perenne / Sabes que te quiero / pero todo lo que el cielo nos mandó / debe quemarse al final”), se acaba elevando con magnificencia. La pauta del crescendo se repite en otros temas, como A Running Start o My Red Little Fox, donde el canto casi susurrado, aliado con el guitalin o el piano, sustenta dinámicas que alcanzan una vaporosa gloria con el empaque coral. Siempre con suavidad, como una marejada propulsada por las fuerzas de la naturaleza: ahí está la delicada So You Are Tired.

Sufjan Stevens se las ingenia para dar vueltas en torno a una materia tan universal y tan trillada como es el amor sin que tengamos la sensación de que todo esto ya nos lo han contado mil veces, y lo hace con un lenguaje musical identificable como propio y exclusivo. Reservando una cima para el final, Shit Talk, pieza pacificadora (y larga: ocho minutos), espoleada por la guitarra ondulante de Bryce Dessner, de The National. Y cerrando con una cita a una pieza del Neil Young del 72, There’s A World, con la que parece querer decirnos que lo importante es ser conscientes de que solo se vive una vez. - Jordi Bianciotto

'Javelin'

Sufjan Stevens

Pop-folk

Asthmatic Kitty-Popstock!

★★★★

Íntimo y universal

Esta vez la protagonista es su bisabuela, que murió tras un aborto ilegal. En cada nueva capítulo de su colosal proyecto Coin Coin (por ahora van cinco de los doce discos previstos), Matana Roberts, saxofonista, rapsoda y compositora de miras inmensas, explora un aspecto de la historia de la norteamérica negra vinculando lo íntimo con lo universal. In The Garden, Spoken Word conjugado con un torbellino de sonidos -free jazz, post-rock, música de cámara, todo revuelto-, resuena con especial fuerza ahora que el derecho al aborto en los Estados Unidos está de nuevo amenazado. Un relato desgarrador, contado con ternura y con furia. Roger Roca

'Coin Coin Chapter Five: In The Garden'

Matana Roberts

Constellation

Jazz

★★★★

Certero rap

Baya Baye pone a cada uno en su sitio en ocho canciones de certero y auténtico rap macarra en catalán. El de Montgat, personaje único, bravío, políticamente incorrecto y poco amigo del corporativismo, hace bajar a más de uno de las nubes a través de sus vivencias de currante de la tierra y vendimiador. Baya Baye da un paso adelante, algo que se nota también en la producción del álbum, donde sobresalen samples de Tomeu Penya i Maria del Mar Bonet. - Ignasi Fortuny

'Sauló'

Baya Baye

Autoeditado

Rap

★★★

Sexto sentido propio

Tras Año X (2010) y La costa de los mosquitos (2021), Travis Birds ha hecho del instinto un sexto sentido en Perro deseo (2023). Con un halo de luz inédito, ahora canta a la soledad, la libertad, la lujuria, la magia y la belleza con el propósito de trocar las tinieblas de antaño en golpes de efecto. La exquisita pluma que usa para componer su imaginario es su gran atractivo: una que trata con mimo la dulce locura que pocos se atreven a abordar. - Pedro del Corral

'Perro deseo'

Travis Birds

Calaverita Records

Pop

★★★★

Más imprevisible que nunca

Tal como el título sugiere, la creadora del Maresme (actual teclista de Jorge Drexler) pone en solfa cierta liberación de pautas estilísticas y suena más imprevisible que en su álbum de debut. La voz cálida, la finura melódica y la imaginación en arreglos y texturas mandan en un cancionero art-pop que puede sonar tan vanguardista como clásico (ese Restaurante en el mar con piano y saxo a lo Supertramp), jugando con el vocoder y fabulando en clave neo-soul. - Jordi Bianciotto

'Suelta'

Meritxell Neddermann

Halley Records

Pop

★★★★