ARTE

Las mujeres delante de Picasso

Una exposición en el Instituto de las Mujeres y un libro de la joven historiadora Eugenia Tenebaum se suman a la creciente crítica feminista de la figura del artista

Una vista de la exposición que acoge el Instituto de las Mujeres en Madrid.

Una vista de la exposición que acoge el Instituto de las Mujeres en Madrid. / Cedida

Carmela García Prieto

Carmela García Prieto

La Agenda Cultural del Instituto de las Mujeres inauguró el 5 de julio la exposición Las mujeres en la vida de Picasso, un proyecto del colectivo feminista Blanco, Negro y Magenta, comisariado por Concha García Mayordomo. Las obras, que continuarán expuestas en La Casa Abierta del Instituto de las Mujeres (Calle Pechuán, 1) hasta el 5 de septiembre, recogen una aproximación de varias artistas femeninas actuales a este icono de la pintura, a través de una mirada crítica y centrada en las mujeres que estuvieron ligadas al artista, en diferentes momentos de su vida, para destacar su imprescindible y olvidada contribución a la producción artística de Picasso.

Combinando varias técnicas que van desde el acrílico hasta el collage, con materiales como cerámica o fotografías y montajes digitales, en esta exposición hay obras de artistas como Blanca Prendes, que se centra en la figura de María Picasso, madre del pintor; de Charo Corrales, María Vega y Rocío Ahnert reivindicando la figura de Fernande Olivier, artista y escritora; o de Amelie Leschamps, que explora la relación del genio con su prima, Carmen Blasco. Otras obras se centran en Olga Khokhlova, su primera mujer; en Dora Maar, la amante politizada que le instó a representar la Guerra Civil española en el Guernica mostrándole sus fotografías, o en Françoise Gilot, su pareja durante diez años, como también las hay que homenajean a Maya y Paloma Picasso, hijas del artista.

La celebración del año Picasso por parte del Instituto de las Mujeres se completaba hace unos días con la conferencia Las mujeres y Picasso en el Museo del Traje, de la mano de Eugenia Tenenbaum. La joven historiadora del arte ha traído al frente a estas mujeres de talento desbordante en su libro Las mujeres detrás de Picasso (Lunwerg, 2023). Ellas, que acompañaron a Picasso en las distintas etapas de su vida, superaron obstáculos y violencias, contribuyeron a su obra y cuidaron al artista, siendo mucho más que musas e inspiración.

El enfoque de Eugenia Tenenbaum ha generado una incomodidad traducida en un aluvión de críticas, no precisamente constructivas. No es la primera en alzar la voz para demandar una reconsideración de la Historia del Arte, pero el eco que se está haciendo de sus palabras sin duda viene de su genialidad para narrar la historia de las mujeres que tuvieron un papel clave en la vida del pintor malagueño y a las que nunca se les ha dado el protagonismo ni el respeto que merecen.

Desechando la excusa de una temporalidad y una contextualización mal enfocadas, el discurso feminista de Tenenbaum pone en entredicho la concepción del pintor que el mundo había tenido hasta hace muy poco, y que está siendo cuestionada más que nunca este año en que se celebra el cincuentenario de su muerte. Ella rechaza la corriente que incita a ver las actitudes del pasado con el filtro del tiempo: "si no llamamos por su nombre a algo que tanto hoy como entonces sin duda era maltrato o violencia, lo que hacemos es traer esas actitudes al presente, no tratar de entender el pasado".

Tenenbaum, con vestido amarillo, durante su charla en el Museo del Traje.

Tenenbaum, con vestido amarillo, durante su charla en el Museo del Traje. / Raúl Azuara

Narrado como una ficción documentada al máximo, utiliza varios estilos para contar las historias de estas mujeres, en primera persona, poniéndole voz propia, acercándose más al ensayo o como narradora omnisciente que siente las penurias provocadas por los abusos. Así, con un estilo delicado y a la vez contundente, como su voz, ha quitado del foco a Picasso. Evitando nombrarlo, haciendo apología del eufemismo, le relega a ser el malagueño, el marido, el pintor. Mientras, a ellas las nombra continuamente, como tratando de grabar a fuego sus nombres en una historia en la que, hasta ahora, parecían no tener espacio.

Aproximaciones como la suya a grandes artistas ponen en entredicho la concepción que existe de la Historia como verdad única y unilateral, y reivindican el derecho y el deber de estudiarla y revisitarla acorde a los valores vigentes hoy. "Si no investigamos el arte con profesionalidad, con imparcialidad y con perspectiva de género podemos estar perdiéndonos cosas que la Historia quiere contarnos y que podrían enseñarnos algo en el presente".

La perspectiva de género no solo busca visibilizar y reevaluar el trabajo de mujeres que han sido subrepresentadas o excluidas, si no que, además, analiza cómo los estereotipos de género y los roles asignados a hombres y mujeres han influido en las representaciones artísticas y en la valoración de las obras. Desafiar los prejuicios y sesgos de género presentes en la Historia del Arte no solo promueve una revalorización de las contribuciones artísticas de las mujeres, si no que es clave para armar también en este entorno la conversación sobre igualdad y defensa de la mujer. "Nos quieren hacer creer que esto es una cosa del pasado, nos quieren hacer creer que no podemos utilizar el arte para concienciar sobre qué supone el patriarcado, para concienciar sobre por qué debemos empezar a politizar correctamente la Historia del Arte, porque el hecho de que no se nos haya explicado así la Historia, que no se nos haya hablado de estas mujeres, es una decisión política".

Escuchar a quienes defienden esta postura parece resultar incómodo por todos los silencios que ha implicado hasta ahora, pero la Historia no está escrita en piedra. La lógica empuja a escuchar a quienes, como Tenenbaum, pretenden acercarnos un relato diferente, a cuestionar los filtros a través de los que hemos aprendido la Historia y asumir que, igual que nuestro presente está marcado por el pasado, todo por lo que la sociedad abogue hoy, trascenderá para el futuro.

"Nunca se ha separado la obra del artista, porque entonces en todas las exposiciones que se están realizando en este año Picasso, no se haría tanto hincapié en su vida. Cuando de lo único de lo que nos estamos olvidando es de las mujeres, ahí tenemos un problema".