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Andrés Rábago, 'El Roto': "No creo que el diván sea útil para nada. Los psiquiatras lo utilizan, pero no estoy muy seguro de que despierten al paciente"

Andrés Rábago 'El Roto', dibujante satírico, historietista y humorista gráfico.

Andrés Rábago 'El Roto', dibujante satírico, historietista y humorista gráfico. / ALBA VIGARAY

Andrés Rábago, 'El Roto', es dibujante satírico, historietista y humorista gráfico. Se dice tranquilo y piensa que el arte es terapéutico. Expone su obra de tres artistas en uno y cinco décadas dibujando, pintando y, sobre todo, observando, en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid. Sus aforismos interpelan y retratan la sociedad. Le gusta pasear por el campo y oír los pájaros.

Lleva dibujando, juzgando, retratando y criticando desde los años 70. ¿No se le acaba la tinta? 

Hombre, yo creo que ya se va acabando no la tinta, pero sí el tiempo. Lo aprovecharé al máximo, pero no sé lo que dará de sí todavía.

La prepotencia y el totalitarismo que refleja en sus dibujos son universales. ¿Qué males concretos ve en España? 

Estoy tan confuso como el resto de la población. No sé ni dónde estamos ni hacia dónde vamos. La información es extraordinariamente caótica y además hay una manipulación notabilísima en todos los medios.

Viendo el desarrollo de su obra cabe preguntarse qué contenía la marmita en la que se cayó de pequeño.

Yo creo que nací para hacer esto. Desde niño he dibujado. He nacido en una familia en la que el arte era importante. De hecho, de niño yo venía con mi padre a visitar las exposiciones que se hacían justo en la sala donde yo ahora expongo.

Su primer heterónimo es OPS. Cuenta que es un trabajo juvenil, de sacar los escombros del franquismo. ¿Qué escombros tenemos ahora?

Los que nosotros mismos estamos provocando, derribando nuestra sociedad y cultura. Vivimos entre escombros sin darnos cuenta porque todavía aparentemente las piezas están ahí, en su sitio. 

El Roto es el pensamiento crítico. ¿Le divierte no dejar títere con cabeza? 

Mi intención no es tanto decapitar a nadie, sino hacer ver lo que está ahí. No importan los personajes. Yo no hago caricatura política, por ejemplo. 

Y Rábago dice que es lo metafísico, la calma, el silencio. ¿Se está haciendo mayor? 

Es posible que siempre haya sido un poco mayor. Siempre he tenido un concepto de la vida como algo importante, que no es banal. 

OPS, El Roto, Rábago. "Yo soy los tres, pero no simultáneamente". ¿Si fuera los tres a la vez explotaría?

Digamos que no soy ninguno de los tres, pero soy el obrero de los tres. Evidentemente, para OPS ya no trabajo, porque ya no existe. 

Cuando se levanta por la mañana ¿decide en la ducha cuál va a ser ese día?

Cuando te llega una idea sabes a quién atribuírsela, y se la entregas a ese heterónimo para que la desarrolle.

¿Tiene un punto de eremita?

Creo que podría vivir de una manera bastante aislada, pero me gusta también la convivencia y la comunicación. Soy una persona comunicativa.

¿Cómo se aprende a demoler certezas con un solo trazo? 

Yo creo que es porque esas certezas son falsas. Lo que hago es poner de manifiesto la mentira de casi todo lo aparente. Eso es la sátira. La gente no tiene realmente certezas, sino ideas inducidas. En general, las opiniones son cosas que hemos oído. Muy pocas cosas son nuevas. 

Han escrito que retrata el inconsciente. ¿Es usted el diván del sistema? 

No creo que el diván sea útil para nada, casi ni para ver la televisión. Te quedas dormido. Dicen que para pensar lo bueno es caminar. El diván es un lugar para el descanso, pero no para la reflexión ni para la autorreflexión. Los psiquiatras lo utilizan, pero no estoy muy seguro de que despierten al paciente.

No será un poco terapeuta.

Yo creo que el arte es terapéutico. No hablo de lo mío, sino en general. ¿Por qué acuden las masas a los museos? Yo recuerdo de niño ir al Museo del Prado y estaba vacío. Y ahora es imposible ver un cuadro. A lo mejor resulta que los museos son los modernos hospitales.

"Cuanto menos visible sea el autor, más visible es su obra". ¿Tiene motivos para esconderse?

Creo que lo que puede haber de interesante en mí es la obra, no mi persona.

La obra no se ha hecho sola. No se me ponga tan estrecho.

Bueno, la obra no se ha hecho sola. Digamos que yo he ayudado a parirla. Pero la gestación no la hice yo. Se hace por otro lado.

Usted es solo la comadrona.

Sí. Yo creo que el artista es un poco comadrona de la obra. 

¿Tiene más peligro el Vaticano, el Foro de Davos o el Ibex 35?  

Todas esas instituciones son instituciones del mal. Pero vamos a dejar un poquito aparte el Vaticano, porque tiene problemas distintos de los otros dos. Y entraríamos en el territorio de la religión, aunque no sé si el Vaticano tiene algo que ver con la religión. 

El 12 de mayo se presenta en Madrid un doble álbum -La edad del silencio y Los tiempos bárbaros- que recoge la obra completa de OPS. ¿No estaba muerto?

Es una suerte que lo haya podido reeditar. En ese aspecto he vivido su resurrección. OPS no vuelve, pero sí es capaz de seguir diciendo cosas que pueden afectar a la gente que lo vea.

OPS, El Roto, Rábago. ¿Cuál será el cuarto?

Efectivamente está surgiendo una derivación de Rábago, un lenguaje muy próximo a él. Dibujo, pero muy próximo a la pintura. No sé si lo podré desarrollar.