MÚSICA

Crítica de discos: Miley Cyrus, Nena Daconte, The Nude Party, Ron Gallo y Brian Blade

Los nuevos elepés de Miley Cyrus, Nena Daconte, The Nude Party, Ron Gallo y Brian Blade, reseñados

Miley Cyrus, en una imagen promocional de 'Endless Summer Vacation'

Miley Cyrus, en una imagen promocional de 'Endless Summer Vacation' / ARCHIVO

Un cancionero más introspectivo que fiestero

Aunque lleva 16 años sacando discos, Miley Cyrus tan solo va por los 30, todos muy intensos, seguro, dado su carrerón desde los días como púber Hannah Montana. Aquel personaje entrañaba una dualidad, astro pop de noche y estudiante random de día, premonitoria para la cantante, a quien le ha costado establecer una voz propia como artista y ser, definitivamente, Miley Cyrus.

Pero ya son siete álbumes a su nombre (ocho contando Hannah Montana 2: Meet Miley Cyrus, 2007), y llega Endless Summer Vacation para mostrarla en un estadio de madurez inédito, relamiéndose con su voz rota y serena, luciendo cicatrices y deleitándose con una mezcla de guitarras y sonidos de sintetizador un poco pasados de moda. Y alumbrando un repertorio que, aun con sus altibajos, desliza unas cuantas cartas imperativas.

La primera, Flowers, avanzadilla lanzada en enero como sencillo, su mayor logro como autora (o coautora) hasta la fecha, que a lomos de una tonada envolvente propone un himno a la independencia individual y al amor propio. “Puedo comprarme las flores yo misma / Escribir mi nombre en la arena”, canta en modo despecho. “Puedo llevarme a bailar / y cogerme la mano / Sí, puedo amarme mejor que como lo hiciste tú”. Banda sonora probable del descalabro de su matrimonio con el actor australiano Liam Hemsworth.

A partir de ahí, Cyrus nos mete en un cancionero más introspectivo que fiestero, con mucho medio tiempo vaporoso y en el que puede lucir esa entonación confesional, rasgada, más propia de una trovadora country (la música de sus raíces familiares) que de una vedette del pop. Baladas vividas como Jaded (con coautoría y producción de Greg Kurstin, el de, entre otros logros, Hello, de Adele), la penetrante dinámica de Rose Colored Lenses y los vestigios acústico-vaqueros de ‘Thousand miles’ (dueto con Brandi Carlile) alumbran un primer tramo de álbum que Miley Cyrus asocia, ha dicho, a la luz de la mañana y las expectativas del nuevo día.

A través de Handstand, ensoñadora y bañada en electrónica, nos decantamos hacia las franjas nocturnas, una parcela PM que, según anunció Cyrus, es portadora de sensaciones más turbias, con tanta sordidez como glamur. La energía sonámbula de Los Ángeles, la ciudad a la que dedica el álbum, se desboca en el up-tempo discotequero River y nos guía hacia un horizonte de neones de madrugada en Violet Chemistry y de ‘tempo’ intranquilo en Muddy Feet, aquí junto a otra invitada, Sia.

Cerrando, Wonder Woman, a voz, piano y corazón abierto, reafirma a una convincente Miley Cyrus, loando a “la mujer maravilla”, que “sabe lo que le gusta” y “nunca sabes si está rota”. Miley, en la atalaya de sus días, superviviente del desvarío y, como vemos en la metafórica portada del disco, musculada trapecista (con tacones de aguja). Jordi Bianciotto

'Endless Summer Vacation'

Miley Cyrus 

Sony Music

Pop

★★★★ 

Humeante mezcla de country, blues y folk

El tercer elepé de este septeto de Carolina del Norte favorito de Alex Turner y Jack White debería garantizar a sus autores el estatus de banda de cabecera entre los aficionados al rock clásico. Sin necesidad de trucos de producción, The Nude Party convierten en algo cool esa humeante mezcla de country, blues, folk y rock and roll que sacudió la escena musical a finales de los años 60 y se atreven a versionar a Dr John sin perder pie. Melodías y groove. Disco redondo. Rafael Tapounet   

'Rides On'

The Nude Party 

New West Records

Rock

★★★★ 

Materiales venerables del indie rock

Este joven veterano de Filadelfia, exToy Soldiers, sabe sacar punta a los materiales venerables del indie rock y hacer de sus discos artefactos imprevisibles. Sus invectivas contra los males de la era moderna, en clave íntima o sociopolítica, encuentran carriles de expresión tanto en un dance-punk revoltoso como en el grueso guitarreo garajero, a través del giro melodioso y de flotantes baladas amargas. Conjurando la angustia global con pureza de espíritu. J. B.

'Foreground Music'

Ron Gallo 

Kill Rock Stars

Art-punk-pop

★★★★ 

Un homenaje monumental

En 1970 el vibrafonista Bobby Hutcherson publicó Now!, un disco que capturaba el espíritu de su tiempo: político, lírico y lleno de nuevos colores y sonidos. El batería Brian Blade y su nueva banda lo graban de nuevo, junto con piezas propias inspiradas en el vibrafonista. Un homenaje monumental -en todos los sentidos: más de una hora y media de música- que vibra en esa misma frecuencia y muestra, por comparación, lo extraordinarias que eran las composiciones de Hutcherson. Paz, amor, orgullo afroamericano y esperanza. Roger Roca

'LIFECYCLES Volumes I & II'

Brian Blade - LIFECYCLES 

Stoner Hill Records

Jazz

★★★★ 

Una (deseada) explosión de color

Nena Daconte regresa a la música con un disco que suena al pasado. Ese que tan gustirrinín produce últimamente entre tanto ruido. La esencia chiclosa de Tenía tanto que darte se mantiene en este quinto elepé, repleto de nuevas perlas pop dispuestas a taladrar la cabeza una y otra vez: a las pegajosas guitarras de Detrás de cada luz se unen las explosivas percusiones de Al son de una guitarra como si de una deseada explosión de color se tratase. Pedro del Corral

'Casi perfecto'

Nena Daconte

Subterfuge

Pop

★★★★ 

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