Contracrónica
Premio Planeta: la siesta o el berrinche de Anna Wintour
Si una cosa se puede asegurar es que el galardón no vive del glamur. Aunque quién necesita glamur cuando entregas un millón de euros al ganador y 200.000 al finalista
Pionero pilar de la sacrosanta industria cultural, ese casi oxímoron que tanto sirve para que te den carnet de VIP en un club de moda si eres creador de contenidos de una plataforma como para que el Ayuntamiento de L’Hospitalet escuche a un fondo de inversión internacional que quiere hacer algo museístico, no se sabe bien qué, en la antigua y patrimonial fábrica Godó i Trias, el mismo fondo de inversión para más inri que salió trasquilado de la aventura de una franquicia del Hermitage en Barcelona; pionero pilar de la industria cultural, el Premio Planeta dormiría o provocaría un rapto de indignación a Anna Wintour, la editora jefa de 'Vogue'. Si una cosa se puede asegurar es que el galardón no vive del glamur. Aunque quién necesita glamur cuando entregas un millón de euros al ganador y 200.000 al finalista.
Cronómetro en mano, la primera en llegar fue la escritora Rosa Ribas. Demasiado pronto llegó, de hecho. Tan campante con sus deportivas y su mochila. Resulta que en su debut como invitada, el año pasado, se encontró con una pista americana para llegar al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) a causa de la asistencia del Rey. Y llegó tarde, ya avanzada la cena. Ayer no iba a pasarle. "Me da un poco de apuro ser la primera, pero lo pasé mal siendo la tardona en 2021", dijo mientras se disponía a esperar un rato largo hasta que empezara el aperitivo. En la ascensión al MNAC se cruzó en un pabellón de la Fira con una Oktoberfest, que, informó tras años como residente en Alemania, se celebra en septiembre en Baviera.
En realidad hubo 'foto finish': Luis Bassat llegó pisándole los talones a Ribas.
Brazos cruzados
Tampoco tardó mucho en empezar el desfile por el 'photocall'. Brazos cruzados y manos entrelazadas dejaban claro en la fila que no todo el mundo estaba tan cómodo con su ropa como Ribas. Entre los hombres, dictaduira del traje azul marino, hasta el extremo de que un par de trajes azulones llamaron la atención.
Para los asistentes de menos rango había un autoservicio fotográfico: una peana con una réplica del galardón con la que hacerse un selfi.
Aperitivo, hemos dicho: bocados que se comen sin saber qué son y, a elegir, o a beber uno detrás de otro, cabernet sauvignon de Costers del Segre, albariño de Rías Baixas y cava del Penedès. Ganó por goleada Galicia.
Y la cena: ensalada de bogavante, tomate cherry confitado, manzana ácida y emulsión de berros; lubina asada con meunière de cítricos, damero de verduras y parmentier de boniato; y tatín de manzana, cremoso de vainilla y compota al limón. Claro: café y petits fours. Menú servido por Semon.
Sin camafeo
Mariana Enríquez fue miembro del jurado del Festival de Cine de Sitges, que terminó ayer. Había esperanzas entre los círculos juveniles (en la cuarentena) de que la autora de 'Nuestra parte de noche' cayera por el MNAC, aunque solo fuera para evitar con el destello de uno de sus camafeos la cabezada o el berrinche de Wintour. No fue así.
La gala de entrega del 71º Premio Planeta estuvo presidida por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Junto a ella, por parte del Gobierno central, acudieron también los ministros de Educación, Pilar Alegría; Cultura y Deportes, Miquel Iceta, y Universidades, Joan Subirats.
Además, asistieron la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la 'consellera' de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Natàlia Garriga, así como su homóloga madrileña, la también escritora Marta Rivera de la Cruz.
- García Castellón señala en un auto 'vínculos personales' del suegro de Sánchez con comisarios de la trama de Villarejo
- Robert Sapolsky, neurocientífico: "Si todo el mundo entendiera que no somos dueños de nuestras decisiones, el mundo se derrumbaría
- Jordi Vila, el inventor de la fregona Vileda, vuelve a innovar con el cubo de fregar con agua siempre limpia
- La Audiencia Nacional usa la información de Francia para comprobar si Marruecos espió a Sánchez
- Begonya Gasch, psicopedagoga: 'El sistema educativo es muy protocolario y rígido: la norma y el rendimiento no dejan espacio a la particularidad del alumno
- La bolsa no se cree la opa a Banco Sabadell: sus acciones están lejos de la prima de BBVA
- La FIFA endurece su lucha contra el racismo tras el 'caso Vinicius' y propone derrotas automáticas en casos de xenofobia
- Lapso Studios abre camino en España a los gimnasios 'boutique