Los universitarios de Alicante contarán con un dispositivo de atención de salud mental directo en los campus

El plan para mejorar la salud psíquica de la población que está diseñando la Generalitat Valenciana a través de la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adicciones no se limitará a colegios e institutos sino que también incluirá al alumnado de las universidades con dispositivos de atención al estilo americano. El psiquiatra Bartolomé Pérez Gálvez, responsable de esta oficina, considera que en los campus se refleja una problemática grave que viene de antes la pandemia pues ya en 2015 la Comunidad estaba a la cabeza en tasas de consumo de sustancias en adolescentes y en patologías psiquiátricas. Ahora muchos de aquellos menores son universitarios.

Según los últimos estudios sobre conductas adictivas realizados por la Universidad de Alicante, el inicio en el uso de tranquilizantes ha pasado en menos de un lustro de los 14,2 años a los 12,6 años de media, situación que, de no atajarse, se agrava coincidiendo con el inicio de la etapa universitaria.

Riesgos

Según ha adelantado el representante de la Conselleria de Sanidad, las universidades públicas y privadas de la Comunidad contarán con atención mental directa en su lugar de estudios. Un recurso básico que aún han de concretar con la Dirección General de Universidades y que prestarán especialistas de las propias instituciones académicas aunque la Generalitat analizará como colaborar técnica y económicamente para implementar este servicio.

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Pérez Gálvez ha hablado de esta iniciativa durante la jornada "Prevención de conductas de riesgo en el entorno escolar", organizada por el Ayuntamiento de Alicante, que se ha celebrado este jueves en Puerta Ferrisa, después que una profesora del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante hablase de la necesidad de realizar un screening de salud mental entre los universitarios y contar con instrumentos válidos a nivel nacional e internacional para hacer propuestas de intervención.

Cribados

"Hay jóvenes desde edades tempranas, y no es por la pandemia, con problemas importantes de salud mental. De ahí la importancia de los screenings (o cribados)", afirmó.

En este sentido, Pérez Gálvez ha admitido que es tal la población de riesgo en las universidades que se necesita un dispositivo específico pues "es un mundo olvidado".

El psiquiatra alicantino ha apostillado que la iniciativa nace de la Dirección General de Universidades y que hay una legislación nueva que conduce a estas instituciones a tener un programa o recurso de atención.

"Son muchos de miles de adolescentes y jóvenes con problemas serios. No es hacer ni mucho menos una asistencia sanitaria paralela pero no debemos olvidarnos de que son parte del mundo educativo. Vamos a dotar a todas las universidades públicas y privadas como un recurso mínimo más. Ayudarles a que tengan un dispositivo de asistencia directo en el vampus como pueden tener las universidades americanas".

"Va a ser importante tener un recurso así. Vamos a diseñarlo todo con la Dirección General de Universidades para que exista cierta coordinación e implementar un programa de detección precoz. Aunque sea otro nivel educativo, en las universidades hay mucha gente y no podemos dejarles fuera", ha reiterado.

Consumo de sustancias

El responsable de la Oficina de Salud Mental y Adicciones ha insistido en que la Comunidad es líder en consumo de sustancias desde antes de la pandemia", que es una cosa añadida. Parece que la salud mental empezó entonces pero nosotros estábamos muy mal ya antes y nos pasará factura más adelante. Nuestros adolescentes tienen, ahora y antes, una tasa de consumo de las más elevadas de España y tenemos que trabajar con ellos". En esta línea, se ha referido al uso de tranquilizantes con y sin receta por menores.

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Además una orientadora de instituto ha destacado que se están encontrando con que muchos alumnos de 15 y 16 años acaban en las unidades de salud mental infantojuvenil (USMI), "no sabemos si por la pandemia o por el empeoramiento de la salud mental". Estos jóvenes a menudo repiten curso y se quedan sin opciones para titularse por edad, de ahí que sean derivados a la FP básica. La especialista ha pedido que se tenga en cuenta la posibilidad de darles una prórroga en estos casos para que puedan estudiar lo que quieran, y ha solicitado de paso más coordinación entre salud mental y los centros.

Aquí, Pérez Gálvez ha destacado el papel que tendrán los hospitales de día infantojuveniles actualmente en licitación, un total de 18 (y otros tantos para adultos) en toda la Comunidad.

Adicción a los móviles

En cuanto a los niños, en la jornada se ha expuesto el dato de que el 8 % de los menores de 9 años tienen adicción a los móviles, de ahí la reciente limitación en las aulas. Asimismo, Pérez Gálvez ha apuntado que es inminente la puesta en marcha del screening de salud mental en la cartilla escolar para detectar problemática con unas sencillas preguntas a los menores.

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Sanidad, a través de la Oficina de Salud Mental y Adicciones, quiere potenciar la incorporación de los psicólogos generales sanitarios, profesionales con formación universitaria y especializada con el máster en Psicología General Sanitaria , cuyo principal cometido es la prevención en los entornos psicopatológicos y de la salud en cualquier entorno de aplicación (gabinetes privados, asociaciones, centros asistenciales, centros de mayores, conjuntos de atención temprana, ayuntamientos…).

Una figura para intentar paliar la escasez de plazas de especialistas que hacen falta en las tres provincias de la Comunidad como psiquiatras y psicólogos clínicos pues de estos últimos solo se forman una veintena al año. "Necesitamos gente para ver a los pacientes. La cuestión es: ¿qué mimbres tienes? Si no damos la asistencia, se van a la privada. Hay que dar asistencia a la gente". Así, afirma que la escasez de estos profesionales «es un fallo de la fábrica. Llevamos años generando menos».