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El manto restaurado de la 'Geperudeta' de Valencia oculta para siempre el escudo franquista

La obra, confeccionada en 1954 por cuestación popular, se exhibirá en la Procesión de este año tras ser trasladados todos los ornamentos a una tela de fondo nueva

Así luce el manto restaurado

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La Virgen de los Desamparados saldrá en procesión con el Manto del Año Mariano Universal, una pieza artística que cumple 70 años en este 2024 y que ha sido sometido a una restauración completa. Ahora ya luce al completo después de haberse recuperado elementos perdidos y, fundamentalmente, de haber mudado completamente la tela de fondo. 

Este manto fue un regalo de la ciudad de Valencia con motivo del centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. En aquel momento, una colecta general permitió llevar a cabo esta obra de arte, que ahora luce completamente recuperada. 

Aquellos que recuerden el manto de imágenes antiguas, y no tan antiguas, recordarán que tenía dos elementos distintivos, que destacaban por su policromía, del tono general del manto: los escudos de Valencia y de EspañaY como es de 1954, es el de la España Preconstitucional. Ya no se trata de una cuestión de sensibilidad, sino incluso de ley: de acuerdo con los preceptos de Memoria Democrática, sería ilegal exhibirlo. La solución ha sido ocultarlo por partida doble. Lo explicaba el artista Pedro Arrúe: "los escudos están cambiados de lado" de tal forma que el de España "queda tapado por la figura del niño". Y, por otra parte, "está cubierto" por un tisú. Lo que no se ha hecho es destruirlo "porque forma parte del tiempo en que se hizo. Sería como eliminar un vestigio histórico". 

Una enmienda a la totalidad

La restauración ha corrido a cargo de Sebastián Marchante, quien ha explicado que es una auténtica enmienda a la totalidad. "No se trataba sólo de una restauración científica, hacer un pequeño arreglo y y está. Esto es una prenda para su uso y es parte de su propia iconografía. Se identifica. Desde el primer momento se abordó para enriquecer una pieza que le pertenece y que mucha gente recordará porque tuvo un punto de partida y una idea muy clara en aquel Año Mariano. Dejamos aparcada la restauración científica y nos pusimos en una restauración más profunda, para devolverle su esplendor, tal como lo concibió el artista en su momento". 

Dicho de otra forma, extraer todos los elementos ornamentales, restaurarlos e incrustarlos en una tela nueva. Para la que había que encontrar, primero, la reproducción más fiel de la original. "Se han estudiado los colores originales buscando en los pliegues para encontrar el pigmento más original posible, que no era lo que se veía actualmente, que ya estaba en un color tierra-gris. Era inconcebible que en su momento fuera azul, pero lo era". Era imposible recuperar el tejido original. "Estaba ya abierto y rajado. Literalmente destrozado. En el futuro no ocurrirá esto porque se ha reforzado, se ha repartido el peso y no afectará sólo a la parte superior. Espero que tenga muchos años de vida". 

Finalmente, la base se ha hecho en los telares de Bartual "después de mostrarnos diferentes muestras". 

Una vez asegurado el pantone, faltaba recuperar los ilimitados elementos ornamentales que componen el dibujo. "No encontramos con la desagradable sorpresa es que en algunas intervenciones, según se perdían las perlas, los espacios se cubría con cristales, bisutería, con pegamento... que ahora ha habido que quitar con bisturí y disolventes. Se han mapeado las zonas, porque estamos hablando de cerca de seis mil perlas". Una vez conseguidas las originales y recompuesto el ornato, se procedió al traslado al nuevo "lienzo". Todo ello sustanciado en ocho meses de trabajo. 

Una vez finalizados los festejos de la Virgen este fin de semana, el manto se exhibirá de forma preferente en el Museo Mariano y después ya pasará al fondo de piezas para ser utilizado "cuando la ocasión lo requiera".