Una mujer recibe una carta para acudir al cribado de cáncer de mama 31 años después de morir

Carlos Javier Medina abrió este miércoles el buzón como cualquier otro día. Recién levantado y dispuesto a disfrutar de su café mañanero, Medina empezó a rebuscar entre las cartas que le habían llegado a la que ha sido, durante toda su vida, su casa. De repente leyó algo que hizo que le diera un vuelco al corazón. Una carta remitida por el Servicio Canario de la Salud (SCS) que animaba a su hermana acudir al cribado de cáncer de mama. Lo que le sorprendió no fue tanto el contenido, si no la destinataria, ya que falleció en un terrible accidente hace ya 31 años. 

Medina se quedó temblando. Mirando fijamente durante varios minutos la misiva. El café se enfrió sin llegar a ser consumido. "Debe ser un fallo en la base de datos, pero con tanta tecnología, no entiendo cómo pueden ocurrir estas cosas", señaló Medina. Habla por teléfono tratando de ocultar, mediante algunos chascarrillos, cómo la voz se le entrecorta al recordar la muerte de su hermana. "Fue en una salida para ver a la virgen de Candelaria, el 14 de agosto de 1992", rememora. No es difícil ahondar en los recuerdos, pues aún tiene muy presente aquel día que le cambió la vida a él y a toda su familia. "Fue un caso muy sonado", explica. 

El suceso que le cambió la vida

Su hermana tenía apenas 19 años por aquel entonces. Había decidido acudir con un grupo de 15 amigos a realizar tradicional peregrinación hasta Candelaria. "Un señor bebido la atropelló y se dio a la fuga", recuerda Medina. "Luego dijo que creyó haber atropellado a un animal", insiste. De hecho, después de recibir la carta habló con uno de los testigos de ese atropello y fallecimiento de la mujer. "¿Cómo van a considerar que está viva? Yo le cerré los ojos", le recordó al otro lado de la línea telefónica. 

El suceso marcó la vida de su familia y, especialmente, la de su madre. "Es muy duro perder a una hija", insiste Medina. De ahí que concluya que la recepción de la carta podría haber sido mucho peor. "Mi madre ya no está, pero no sé que hubiera pasado si llega a ver esta carta", resume. "Éramos tres hermanos y ella era su única hija", insiste. 

Como a todas las mujeres canarias, esta víctima también ha recibido la carta para animarla a participar en el Programa de diagnóstico precoz de cáncer de mama cuando le correspondía por edad. "Ahora cumpliría 50 años", piensa su hermano. El objetivo es acercar este servicio a la población y promover la detección precoz, acción que ayuda a reducir la mortalidad de esta patología. La citación de este programa de base demográfica, se realiza por carta personalizada a todas las mujeres censadas en los diferentes municipios de Canarias.

Medina ha divulgado este irreverente hecho entre todos los miembros de su familia y también en otros medios de comunicación, como Radio Club Tenerife, donde adelantó su caso. Ahora se cuestiona si dar un paso más para evitar que las cartas sigan llegando año tras año. "Uno de mis primos me ha instado a denunciar", afirmó el afectado, que indicó que, de momento, "no descarta la opción". "El SCS debería saber más que nadie que mi hermana falleció hace 31 años", sentencia el afectado.