Un barrio de La Palma cae sepultado por la lava del volcán y arrasa decenas de edificios

El volcán continúa con su camino de destrucción. El barrio de La Laguna, lugar escogido hasta hace diez días por los vecinos afectados por la erupción para seguir la evolución de la lava, quedó ayer prácticamente sepultado por las dos coladas que desde principios de semana avanzan por el norte con la única oposición de las edificaciones, que permiten reducir por momentos su velocidad. 

La gasolinera desapareció a primera hora de la tarde y el material magmático solidificado siguió su curso hasta derrumbar viviendas y mobiliario urbano. La trayectoria ideal para los científicos es que continúe hacia el mar para alimentar a la colada que está a punto de tocar el océano.

El peor de los escenarios, que rodee la montaña de La Laguna por el norte, fue declarado como "poco deseable" por el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien reconoció preferir no entrar en evaluar qué medidas se tomarían si se confirma esta hipótesis hasta que se produzca, "si es que ocurre", este reboso. 

Pese a ese deseo, ya por la noche el Gobierno de Canarias decretó la evacuación de los pagos de Las Martelas en el municipio de Los Llanos de Aridane, y Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata en Tazacorte ante esta posibilidad.

Como siempre, los primeros rayos del sol son los que ponen en situación a técnicos, científicos y afectados. Los de ayer llegaron para cumplir los pronósticos más pesimistas. La colada denominada número 8 había alcanzado la estación de Disa, de la que se había retirado el agua con la que se sustituyó el combustible que se encontraba en los tres tanques con capacidad para 40.000 litros para evitar posibles explosiones. 

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La 10 había transitado por detrás con rapidez por el Camino Cumplido y el Camino de la Cruz hasta aminorar su ritmo en la puerta de entrada del colegio de La Laguna, que finalmente engulló tras arrasar con una nueva empaquetadora de plátanos, la segunda durante el proceso eruptivo.

El avance se incrementó con el apoyo de un "apéndice", como lo denominó Morcuende, mucho más activo que el resto, que se encargó de unir a las dos coladas y empujar a la 8 en su avance por la cuesta descendente. En cuestión de minutos, la lengua engulló la gasolinera, avanzó hasta el cruce de las carreteras LP-213 (Los Llanos - Puerto Naos) y LP-215 (La Laguna - Tazacorte) y, horas después, sepultó la asociación de vecinos. 

Al cierre de esta edición, este ramal se encontraba a las puertas de la parroquia de este barrio de 1.735 habitantes que corre la misma suerte que Todoque, que quedó sepultado bajo la lava hace diez días.

Pronósticos

Los pronósticos de cara al flujo de la colada 8, que es la que más preocupa al Pevolca, difieren según la dirección que tome durante las próximas horas. 

El mejor de los casos es que discurra por una pequeña vaguada que le lleve a unirse con la 7, que está prácticamente parada a unos 80 metros del mar. Esta colada lleva tres días en las que apenas ha avanzado unos 80 metros y tiene al municipio de Tazacorte en alerta, puesto que si llega al mar tendrá que confinarse todo el casco urbano. "Es una posibilidad mejor", indicó Morcuende. Mejor porque "evitaría un escenario peor", como continuó el director técnico del Pevolca.

Ese escenario "peor" al que se refiere es que la lava se dirija hacia el norte de la montaña de La Laguna. Es el que denominó como "poco deseable" y que conminó en la rueda de prensa diaria que se celebra en el Cabildo de La Palma a analizar "mañana [por hoy para el lector] o cuando se produzca ese hecho, que no se ha producido". 

No hizo falta esperar hasta hoy. A las nueve de la noche, el Gobierno de Canarias decretó el desalojo de unos 800 vecinos de Las Martelas en Los Llanos y Marina Alta, Marina Baja, La Condesa y Cuesta Zapata en Tazacorte ante la previsión del avance de la lava al norte de la montaña de La Laguna. Este supuesto, que no se había previsto en los primeros modelos de los avances de las coladas que hasta esta semana se habían complicado casi con exactitud, afectaría sobre todo a decenas plantaciones de plataneras y a la empaquetadora de la Cooperativa Volcán de San Juan.

Más hectáreas afectadas

Los nuevos avances de los diferentes brazos volcánicos situados al norte ha aumentado el número de hectáreas afectadas por el volcán. Morcuende informó de que ascendían a primera hora de ayer a 807,85 hectáreas. 27,96 más que el pasado sábado; de las que 245,88 pertenecen a superficie agrícola (11,62 más), 139 son plataneras (6 más), 52 viñedos (0,66 más) y 12 aguacateros (más 2,42), quedando el resto a otras plantaciones. 

En cuanto a los inmuebles según el catastro, un total de 1.122 edificaciones han quedado destruidas por completo, de las que 902 son de uso residencia, 115 de uso agrícola, 56 industriales, 25 de ocio y hostelería, 10 de uso público y 13 de otros usos.

La directora el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, destacó la mejora de la calidad del aire en el valle de Aridane gracias, sobre todo, a la desaparición paulatina de la calima. A ello se une la llegada de los vientos alisios, que están empujando la columna de cenizas en dirección suroeste. 

Ante este pronóstico, Blanco no descartó que en los próximos días lleguen pequeñas partículas volcánicas a El Hierro. Acerca de los datos recogidos en las estaciones que miden la evolución del volcán cumplido más de un mes desde su entrada en erupción, estos no han mostrado en los últimos días cambios significativos que apunten a un debilitamiento de la actividad.