Así se detuvo al presunto incendiario del Naranco en Asturias: geolocalización del móvil e imágenes de las cámaras de la Policía

Un vecino de Llanera de 44 años ingresó este viernes en la cárcel de Asturias como único sospechoso de provocar el incendio que calcinó 99 hectáreas del Naranco el pasado 31 de marzo, así como de otro fuego iniciado un par de horas más tarde en la localidad llanerense de Andorcio. Una investigación de diez meses realizada conjuntamente por la Guardia Civil y Policía Nacional llevó finalmente a la detención del varón el pasado jueves. La geolocalización del móvil en el momento del inicio de las llamas y las imágenes captadas por las cámaras de la Policía Local de Oviedo resultaron determinantes para estrechar el cerco. La titular del juzgado de instrucción número 3, de acuerdo con la petición de la Fiscalía, decretó ayer el ingreso en prisión provisional y sin fianza del arrestado, al apreciar que "el elenco indiciario resulta aplastante" y un posible "riesgo de fuga", por enfrentarse a una pena que podría ir de los 10 a los 20 años de cárcel.

El rastreo del teléfono del acusado, J. P. G., arroja que el varón estaba en el lugar del origen del incendio a las horas justas en las que comenzaron las llamas. Según se desprende de la investigación, el sospechoso subió al Naranco en su Renault Traffic y habría provocado el incendio que asoló al totémico monte en un punto próximo a la carretera, en las inmediaciones de la parrilla Buenos Aires, en torno a la una de la mañana.

A partir de ahí, condujo el vehículo y siguió un trayecto descendente por la carretera del monte carbayón, lo que corroboraron varias cámaras de vigilancia de la Policía Local. Concretamente, el turismo fue captado por un dispositivo de la avenida de los Monumentos, la cámara de la rotonda de Fernández Villamil, la de la plaza de las Palomas de Pumarín y por el centro de control de mantenimiento de la autovía. Asimismo, se identificó al detenido en varios fotogramas captados por una cámara instalada en una estación de servicio de Cepsa.

Según se desprende del auto del juez, J. P. G. fue visto por varios testigos observando la evolución de las llamas del incendio "provocado" entre las 2.30 y 3.00 horas del mismo día en Andorcio (Llanera). El seguimiento realizado al móvil sitúa igualmente "sin duda" al detenido en el origen del incendio a la hora que aparecieron las llamas.

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El auto judicial destaca igualmente el comportamiento mostrado aquella noche por el investigado. Constata que "no permaneció en horas nocturnas en su domicilio, y mantuvo tráfico telefónico, conductas que nunca habría realizado". Unos indicios cuya "solidez", apuntan, según la juez, "inequívocamente a su participación en los hechos".

El incendio causado no solo amenazó durante aquella noche a la parrilla Buenos Aires, sino que también obligó a desalojar a numerosos vecinos de las localidades de Cuyences y Fitoria, además de poner en riesgo centros geriátricos y educativos de la falda del Naranco. La magistrada considera los hechos constitutivos de un delito de incendio forestal con afectación a zonas próximas de núcleos de población lugares habitados. La solidez de los indicios, unido a un riesgo de fuga por tratarse de penas muy altas, (entre 10 y 20 años, según indicó la Fiscalía) llevaron a decretar el ingreso en prisión provisional.

J. P. G. fue puesto a disposición judicial la mañana del viernes. Se negó a prestar declaración ante la jueza y abandonó el Palacio de Justicia de Llamaquique pasadas las dos de la tarde, en furgón policial tras conocer el auto de la jueza. Su abogada, Arancha Fracensena, indicó a la salida del juzgado que su defendido niega "rotundamente" los hechos.

La larga investigación contó con la participación de la Unidad de Policía Judicial Udev III, de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Asturias, la Uprona y el equipo de Seprona de la Guardia Civil de Asturias. Las indicaciones de este último equipo concluyeron que el fuego había sido "intencionado", localizando dos áreas de inicio del fuego del Naranco a la una de la madrugada del 31 de enero. El comunicado conjunto de la Guardia Civil y la Policía Nacional sobre la operación destaca igualmente la "importante información" aportada por la Policía Local de Oviedo, a través de las grabaciones de las cámaras de vigilancia y control del tráfico situadas en el casco urbano, las cuales permitieron seguir la pista del sospechoso y seguir su trayectoria en la noche de autos.