MEDIOAMBIENTE

La producción de miel cae en un 80% en Málaga por la sequía

La actual situación de la miel en la provincia está viéndose duramente afectada por tres factores: la falta de lluvias, la varroosis, una enfermedad que afecta a las abejas, y la competencia de importaciones extranjeras

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La crisis apícola amarga a la miel.

La crisis apícola amarga a la miel. / Agencias

Las avispas asiáticas han aumentado su presencia en Málaga. Su agresividad supone una gran amenaza para las colmenas malagueñas, que no solo se enfrentan a estos insectos sino que también luchan por sobrevivir a la sequía. Según los últimos datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Andalucía posee aproximadamente un censo de 630.399 colmenas, lo que representa un 20,6% del censo nacional, siendo la segunda comunidad autónoma con más censo de colmenas de España detrás de Extremadura.

Desde COAG también destacan las pérdidas en los colmenares de Andalucía, Región de Murcia y Comunidad Valenciana, donde se prevé una reducción por encima del 50% de la cosecha de miel. En Málaga, la producción de miel ha caído en un 80%, por culpa de la sequía. Así lo afirma Miriam Pérez, apicultora malagueña y una de las encargadas de Apícola Milosi en Alhaurín el Grande.

Miel.

Miel. / Agencias

Un 20% de producción

Miriam es apicultora, productora y envasadora. Esta malagueña trabaja en Alhaurín el Grande y cuenta con 1.600 colmenas, repartidas por la zona del Guadalhorce, la Sierra de las Nieves y la Axarquía. Pérez explica la actual situación de la miel en la provincia, que está viéndose duramente afectada por tres factores: la falta de lluvias, la varroosis y la competencia extranjera, con productos más baratos.

La sequía ha hecho que la producción de miel caiga: «Este año ha habido un 20% de producción. Estamos en una situación muy mala. El año pasado hubo un 40% de producción. Este año ha sido catastrófico. Los apicultores se están dedicando a otros trabajos, están abandonando el campo. A la poca producción se suman que los almacenistas no te están comprando la miel», explica Miriam. La varroosis es la enfermedad que más daños ocasiona a la apicultura. Se trata de una acariosis externa causada por el ácaro Varroa destructor que afecta tanto a la cría como a las abejas adultas.

Los daños que produce no sólo devienen de su acción expoliadora, sino también porque favorece la aparición generalizada de infecciones víricas y bacterianas, tanto en la cría como en las abejas adultas: «Este año el apicultor ha tenido que elegir entre sacar producción o recuperar las colmenas. Por eso, también, ha habido menos producción, aparte de que ha habido poca. Por ejemplo, nosotros somos una empresa que nos dedicamos a la recolección de polen. Hemos sacado muchas toneladas de polen todos los años. Y este año no hemos sacado nada, pero porque hemos preferido multiplicar las colmenas porque se nos estaban muriendo. Lo que hace el apicultor es intentar tener ganado para el año siguiente», cuenta Pérez.

Avispa asiática, amenaza para las abejas

Avispa asiática, amenaza para las abejas / Alain C.

Mieles extranjeras

El intrusismo de mieles extranjeras está perjudicando a la miel local. COAG Andalucía avisa de que la competencia china está acabando con la producción andaluza. Algo en lo que coincide la apicultora malagueña: «La que más prolifera y perjudica al sector es la miel que proviene de China, entre otros países como Polonia o Argentina. No para de entrar miel de fuera, porque es más barata. Si nosotros tenemos que vender al precio que vale la de fuera, no cubrimos ni los gastos. Es más, les tenemos que poner dinero, porque aquí está todo muy caro: el gasoil, la luz, la mano de obra, los seguros, entre otros. Esta miel se paga a un euro y algo, mientras que la española a cuatro euros».

Entre sus necesidades, Miriam Pérez solo pide algo, que ya parece utópico: «Que llueva. Principalmente el apicultor lo que necesita es que llueva. Luego que salga un medicamento que venza a la varroa, que el que tenemos no la quita. La competencia que entra de fuera es una cosa que siempre ha estado ahí, pero necesitamos lluvia», recalca.