AC HOTELES

Antonio Catalán reorganiza las sociedades de su imperio hotelero

Belagua 2013, empresa cabecera de la cadena hotelera AC, ha protagonizado ocho absorciones de empresas de su propiedad

Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles

Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles / 'activos'

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Gabriel Santamarina

Belagua 2013, la sociedad que aglutina los hoteles de la cadena AC en España, Italia y Portugal, controlada por el empresario Antonio Catalán, ha ejecutado una reordenación societaria, que ha incluido la fusión de varias filiales. Esta operación responde a una simplificación de la estructura, según fuentes consultadas, aunque podría reportar un beneficio fiscal para el grupo.

En concreto, según ha quedado constancia en el Boletín del Registro Mercantil, el pasado 21 de marzo, el Consejo de Administración aprobó dos operaciones: por un lado, Belagua 2013 absorbió siete sociedades de su propiedad, Universal Madrid, Hotel Proyect Quince, ACHM Sales Force, AC Hotel el Villar, AC Hotel Montereal, AC Hotel Zaragoza y AC Hotel Avenida de América, y, por otro, AC Córdoba Palacio fue absorbida por Hotel Córdoba Estación, sociedad unipersonal también participada por Belagua 2013.

Ambas operaciones las firma Antonio Catalán, como principal accionista de la sociedad, mientras que las dos han sido rubricadas también por Rafael Catalá, exministro de Justicia con el Partido Popular y presidente de Belagua 2013, y Luis Martínez Guinea, director financiero de AC Hoteles, respectivamente. Catalán es el mayor partícipe del holding, con más del 58% del capital, en el que están presentes la familia Cosmen, dueños de Alsa, con más de un 15%, y Néstor Oller, fundador de Almirall, con más de un 8%.

A cierre de 2022, últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, a las que ha accedido este periódico a través de Insight View, Belagua explota 61 complejos hoteleros en España, Italia y Portugal. AC logró en el año con unos ingresos de 186 millones, más del doble que en 2021, un ejercicio en el que impactaron las restricciones derivadas de la crisis sanitaria de la Covid-19 que le llevaron a cerrar con unas pérdidas 14 millones.

Ventajas tributarias y patrimonio neto

Fuentes cercanas a la operación señalan que se trata de "simples reestructuraciones para simplificar estructura". Hay que recordar que las fusiones intragrupos, como las efectuadas el pasado mes por Belagua 13 y AC Córdoba Estación, son operaciones no distressed con el objetivo de optimizar recursos centrales, en las que, según el régimen especial de sociedades, permite ejecutarla sin previo informe de administradores ni de expertos independientes. Tampoco requiere llevar a cabo un aumento de sociedad del capital absorbida, ya que tiene que ser aprobado solo por el administrador único de la entidad absorbente.

"Fiscalmente, estas operaciones son muy ventajosas, puesto que las plusvalías resultantes de la operación no generan tributos como así lo haría una fusión de M&A clásica. Se debe cuidar que se promueva la neutralidad fiscal", explican fuentes jurídicas. La Agencia Tributaria mira "con lupa" estas operaciones. "Hay que justificar que las operaciones responden a una motivación que no sea únicamente fiscal por el régimen especial al que se acogen".

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En este sentido, algunos grupos ejecutan estas operaciones para compensar ganancias con las sociedades que presenten pérdidas. "Generaría una sociedad con un patrimonio neto más potente". Otro de los motivos clásicos de este tipo de reestructuraciones puede ser la venta de una serie de activos a futuro. "Se puede buscar una agrupación de sociedades para prepararlas y meterlas en un vehículo para una posible venta".

Consultado el equipo de Antonio Catalán, al cierre de esta edición no ha atendido a la petición de información de este periódico.