Trabajo

La rotación laboral, un fenómeno recurrente entre trabajadores jóvenes que va a seguir creciendo

Los jóvenes abanderan un cambio de mentalidad respecto al mundo laboral. No son los únicos abiertos a rotar, pero sí los más predispuestos, y los que mejor se adaptan. Las empresas van a tener que asumirlo

La generación que no se casa con el trabajo

Trabajadores de Mango, la multinacional de moda

Trabajadores de Mango, la multinacional de moda / 'activos'

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Aunque la rotación laboral no se manifiesta únicamente en los trabajadores jóvenes, sí son ellos los que "más inquietud muestran hacia el cambio", afirma la directora ejecutiva de la consultora de Recursos Humanos Michael Page, Esther Carrera. Cada vez se comprometen menos con las empresas. Acostumbrados a lidiar con un mundo laboral hostil, cortan el vínculo emocional con ellas. Los que tienen un buen sueldo, se mueven por proyectos. Los que no tiene condiciones dignas, no dudan en marcharse si encuentran algo mejor.

Cada vez cuesta más atraer talento. Es un fenómeno que se replica en todos los sectores. Aberto Gavilán, director de Talento de Adecco Group, compañía de recursos humanos, lo corrobora. En los últimos años "la rotación de personas que se incorporan al mundo laboral, en su primer o segundo empleo, ha aumentado", destaca. A sus clientes les cuesta encontrar candidatos, "sobre todo recién titulados", de entre 18 y 25 años. Son personas que buscan "proyectos que les llenen, que tengan propósito; no es que no busquen una estabilidad, pero no es lo que más les importa. Y eso tiene un viso de temporalidad. Cuando se acaba el proyecto, se van", detalla.

Abiertos al cambio

Según Cerrara, los jóvenes "buscan un empleo en el que puedan tenerlo todo: proyección, remuneración y una cultura de la compañía atractiva. Y se cansan antes de las cosas, si comparamos con otras generaciones". Suelen estar entre seis meses y un año en las empresas, indica. Menos que las demás generaciones. Sin embargo, según sus datos, 9 de cada 10 profesionales que está en activo está abierto a un cambio laboral.

Ante estos datos, la mayoría de los informes oficiales de rotación ni siquiera separan por edad, aunque sí por sector y por territorio. Según Randstad España, multinacional del trabajo temporal y servicios de recursos humanos, en 2022 todos los sectores de actividad aumentaron o mantuvieron sus niveles de rotación. Su análisis sostiene que la rotación media en España es del 17% y que, tal y como se observa en el gráfico contiguo, en el 38,5% de las empresas se incrementó, mientras que el 55,1% se quedó igual y solo en el 6,5% de los casos disminuyó.

La rotación, por sectores de actividad, se comporta de manera bastante homogénea, aunque la hostelería destaca negativamente frente a los demás sectores, con un 63,7% de media. Y, por territorios, las cifras también son parecidas. Sobresale de forma positiva el País Vasco, con el 9,1% de rotación, y la Comunidad Valenciana, con el 11,7%. En el lado contrario se situaría Andalucía que, con el 23,7% de rotación, es la comunidad autónoma en la que la tasa es mayor.

El sueldo, factor central

Junto con las tecnológicas, en el sector del retail es muy típico encontrar empleados que entran y se marchan con frecuencia, algo que se da sobre todo en la atención en tienda. Unas 8.000 personas conforman la mitad de la plantilla de Mango -multinacional española de moda-, y todos son menores de 30 años.

El hecho de reducir la tasa de rotación "es uno de los mayores retos del sector", reconoce David Payeras, director de Personas de la firma. Para hacerlo, hay que entender que "el talento joven ya no busca solamente un puesto de trabajo, sino que quiere darle sentido y valor a aquello que va a hacer diariamente", considera. Por eso, sus políticas en relación al talento se enfocan especialmente a "comprometer a los colaboradores con el proyecto".

En el lado opuesto de esta ecuación se encuentran aquellos jóvenes que se van de las empresas porque no creen que las condiciones en las que trabajan sean aceptables, sobre todo las salariales, que retrasan todos sus planes, también los de emanciparse. Así que, en cuanto encuentran algo mínimamente mejor, no se lo piensan.

Empresas con ADN joven

Ante este fenómeno, hay cada vez más compañías que intentan diferenciarse de las tradicionales para sugerirse más atractivas ante este público. Van más allá de las start-ups, holgadamente conocidas por la juventud de sus equipos. Es un ejemplo Modulor Ventures, que se define a sí misma como una boutique especializada en servicios digitales, tanto diseño como producto y tecnologías sin código. Han participado en la creación del e-commerce de Zara y en la web de Repsol, entre otros.

Jorge Lana, su cofundador y CEO, justifica por qué huyen del concepto empresa y apuestan por el de boutique. "Es un tema cultural, una forma distinta de enfocar los negocios que atrae mucho más al talento joven". Una boutique no tiene por qué ser pequeña -cuenta-, sino que está formada por distintas ramas de actividad muy bien diferenciadas. "Generamos una especie de grupo, con trabajadores muy unidos entre sí, alrededor de una temática. Y conseguimos que todos quieran ser excelentes en el área", sostiene.

A pesar de todo… se irán

Parece que el cambio de mentalidad respecto al trabajo es una realidad que se ha cronificado. Los expertos concuerdan con la idea de que, incluso cuando las empresas se esfuerzan por cubrir las expectativas de estas generaciones, se acaban yendo. Aunque, quizá, más tarde.

Monfort (consultor): "Hay que fidelizar al empleado el máximo tiempo posible. Lo que no significa para siempre"

Norbert Monfort, profesor de Esade y propietario de la consultoría Monfort Ambient Management, sostiene que la estrategia debe pasar por "fidelizar al empleado el máximo tiempo posible. Lo que no significa para siempre, porque se va a ir", reitera.

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Los jóvenes se marcharán, y eso les va a costar un pico a las compañías. Los profesionales no apuestan por una cifra en concreto, puesto que depende de distintos factores -básicamente el puesto del empleado y su sueldo-. Pero sí que hay una aproximación que se repite constantemente: el coste de reemplazar a un empleado puede llegar a ser el doble de su salario anual, teniendo en cuenta el proceso de selección y formación.

Lo resume Olga Zografou, directora de Recursos Humanos de Edenred en España, compañía que ofrece a las compañías soluciones de alimentación, movilidad y conciliación para fidelizar el talento. "A veces no es una cuestión ni siquiera de salario, si no de que hay otro proyecto que les encaja mejor. A veces no falla nada, pero los trabajadores se van igualmente. Los tiempos de rotación se están acotando y hay que asumir que esta es la nueva dinámica. Antes elegían las empresas. Ahora, si no les ofreces teletrabajo, no te escogerán. Los candidatos no aceptarán un trato que no sea un win-win".

¿Jóvenes de cristal?

Los mileniales y la generación Z, es decir, los jóvenes nacidos entre 1981 y los 2000, se han ganado el título de generación de cristal, en gran parte por su relación con el trabajo. ¿Son realmente tan frágiles? El psicólogo social y de las organizaciones y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Enrique Baleriola, critica que se hable de ellos de una forma "parcial, sesgada y peyorativa". "Se dice que no toleran el esfuerzo, ni aguantan el trabajo durante mucho tiempo. Se habla de que solamente quieren disfrutar", explica. "Pero hay que entender que han vivido dos crisis económicas y que han nacido en plena crisis climática, que ya dan por hecho y que saben que va a ir a peor", sostiene.


Además, "despedir a un trabajador ahora es mucho más fácil y cuesta menos dinero que antes. Las condiciones laborales han empeorado", incide. Por eso, a su entender, lo que han hecho estos jóvenes es "adaptarse a un contexto que les ha venido dado. Piensan: este es el mundo laboral que me voy a encontrar. Así que yo haré lo que considere mejor para mi. Si una empresa no cuida el medio ambiente, me voy. Si no puedo participar en las decisiones, me voy. Si no aceptan que me prime mi bienestar y no me dan teletrabajo, me iré".