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Eave, la empresa canaria que exporta su seguro de sol

La firma fotovoltaica facilita el acceso a las renovables con la instalación de paneles que permiten iluminar y calentar hogares

De izquierda a derecha, los tres fundadores de Eave, David Machín, Luis Linares y Josué García. | ‘activos’

De izquierda a derecha, los tres fundadores de Eave, David Machín, Luis Linares y Josué García. | ‘activos’ / 'activos'

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"Tenerife tiene seguro de sol", dice el estribillo de la canción El hombre del tiempo, lanzada por el grupo Los Mismos en 1968. La letra habla sobre la "eterna primavera" canaria, donde las temperaturas se mantienen suaves y el sol brilla prácticamente todo el año. Este valor de las islas ha sido aprovechado desde hace más de tres décadas por el sector turístico pero también puede ofrecer ventajas a quien sea capaz de ingeniar soluciones fuera del sector servicios. Es el caso de Eave, una empresa fundada con capital 100% canario que ha logrado idear un sistema con el que acercar a los hogares la energía fotovoltaica. En apenas cinco años, su modelo de renovables se ha expandido desde el archipiélago a todo el país.

El rápido crecimiento de la compañía debe parte de su éxito a su forma de facilitar la vida a sus clientes. Eave se hace cargo de todo: desde la instalación de los paneles solares hasta la orientación respecto a los trámites burocráticos obligatorios como la obtención de licencias. En la factura mensual, todos estos servicios se reparten de forma estratégica para que apenas sean percibidos por el consumidor: se pagan en 120 meses, con una cuota media de 125 euros al mes. Este sistema facilita que el cliente que ya pagaba esa cuantía mensual por la luz de su vivienda no note el cambio a las renovables en el bolsillo.

La acogida que este modelo ha tenido se traduce en la cuenta de resultados de la empresa. Eave ha pasado de facturar 400.000 euros en 2019 a casi 10 millones de euros al cierre de 2023. También el ebitda de la compañía -indicador financiero que mide los beneficios antes de restar los intereses por la deuda contraída, los impuestos propios del negocio o las depreciaciones- creció el 12% interanual.

Además, desde abril del año pasado la start-up canaria ha sido reconocida como empresa instaladora certificada de Tesla Powerwall (la batería para hogares y pequeñas empresas de Tesla), así como para Wall Connector (el producto de carga de vehículos eléctricos de Tesla oficial en España). A esto hay que sumar que empresas como CaixaBank confían en Eave como su único instalador de puntos de recarga.

Camino inverso

"Nos enorgullece ser una compañía canaria líder en su sector. Lo habitual es que las empresas hagan el camino inverso, que primero se funden en la Península y luego lleguen a las islas. Nosotros lo hemos hecho al revés", apunta Luis Linares, CEO y uno de los padres de Eave junto a Josué García y David Machín. Los perfiles de estos tres profesionales son muy dispares. Antes de emprender juntos, Linares trabajaba en el sector financiero de Mercedes-Benz, García era un emprendedor interesado en la movilidad sostenible y Machín se centraba en el sector turístico.

A los tres fundadores les unió "el sentimiento de amor" hacia el archipiélago y las ganas de "librar de combustibles fósiles" a las islas. Sin embargo, han ido mucho más lejos en su misión de ser proveedores de energía sostenible y servicios de carga para vehículos eléctricos, pues ya son capaces de llegar de forma telemática a todos los hogares de España. Y además de en Canarias, cuentan con presencia física en Baleares, Madrid, Cataluña, el País Vasco, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

El volumen de negocio de esta compañía ha pasado de 400.000 euros a 10 millones en apenas cinco años

Para mejorar su eficiencia, Eave invierte en I+D+i y se beneficia de ayudas con cargo a los fondos Next Generation de la UE. Una de sus vías de investigación más potentes es la relacionada con la inteligencia artificial (IA) y la predicción meteorológica. El equipo de la compañía trata de analizar con estas herramientas factores como la gestión de la batería, el tiempo que hace o la hora que es y vincularlo a los hábitos de consumo. "De esta forma, si sabemos que un cliente llega a casa por la noche, cuando no hay disponible energía fotovoltaica, podemos anticiparnos y calentar la vivienda por la tarde", explican.

Otra de las cuestiones que Eave está investigando es la reutilización de las baterías de vehículos eléctricos. Estas piezas se degradan con el tiempo, dejando de ser útiles para los coches pero conservando su potencial para recibir una segunda vida como acumuladoras de energía en las viviendas. 

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Cerca de un centenar de trabajadores integran la plantilla de la empresa, que apuesta por el talento local. El 25% de las personas que trabajan en la compañía comenzaron haciendo prácticas formativas en la start-up. Asimismo, en cuestión de semanas esperan firmar un convenio de colaboración con la Universidad de La Laguna para beneficiarse del intercambio de conocimiento con jóvenes físicos y matemáticos.

Como objetivos para este 2024 que apenas ha comenzado, desde Eave se fijan "seguir afianzándose en la Península" y, además, duplicar la facturación del pasado ejercicio. "Si seguimos repitiendo la velocidad de crecimiento que hemos tenido hasta ahora, este año cerraremos con unos beneficios de 20 millones", adelanta Linares.