ESCÁNDALO BURSÁTIL

Grifols, un habitual en el podio de las empresas de opacidad y mala gobernanza del Ibex

La estrecha y opaca relación entre la familia fundadora y la farmacéutica enturbia la transparencia a la hora de aclarar dudas de los inversores

Sede de Grifols en Madrid.

Sede de Grifols en Madrid. / RICARDO RUBIO

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Se acercaba el final de la conferencia telefónica de Grifols con sus inversores para despejar las dudas que hubiese sobre el contenido vertido por el fondo bajista Gotham City Research cuando uno de los participantes sacó a colación el elefante de la sala: ¿cuándo mejorará la gobernanza de la farmacéutica? A lo que el presidente ejecutivo y CEO de la firma, Thomas Glanzmann, se apresuró a reconocer que todavía hay margen para avanzar tanto en ese aspecto como en la comunicación. A quienes hayan seguido el recorrido de la compañía catalana no le sorprenderá este diálogo, puesto que se ha repetido de manera constante en los últimos encuentros que ha mantenido con sus inversores, según confirman fuentes cercanas a Grifols. Si los fallos en el buen gobierno son reconocidos abiertamente por la persona que encabeza la empresa, ¿hasta dónde llega el problema?

Comencemos por los datos oficiales. En el último Informe Anual de Gobierno Corporativo 2022 elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se constata que Grifols cumple parcialmente la recomendación que insta a mantener una mayoría de consejeros dominicales e independientes en el consejo de administración, el proporcionar información sobre sus miembros en la web y que la comisión de auditoría tenga funciones adicionales. Entre 2020 y 2022, la firma nunca cumplió con la recomendación de mantener separadas la comisión de nombramientos y de retribuciones separadas.

En el informe sobre buen gobierno entregado por la compañía a la CNMV incluye la relación entre Raimon Grifols Roura, Tomás Daga y Víctor Grifols Roura, los tres como "accionistas sin control, a efectos de la Ley del Mercado de Valores", de Scranton Enterprises, el vehículo inversor de la familia que controla un 8,40% de Grifols. Al mismo tiempo, Raimon Grifols y Víctor Grifols Roura aparecen en el documento como "accionistas" de Deria S.A., la sociedad familiar que controla el 9,19% de la farmacéutica, con la diferencia de que el segundo es, además, la persona que representa a la firma en el consejo de administración de Grifols. Víctor Grifols Deu, por su parte, aparece como socio de Ralledor Holding Spain, cuya titular es Nuria Roura (madre de Víctor Grifols), y cuenta con un 6,154% de Grifols.

Grifols es también la tercera empresa más opaca del Ibex 35, solo superada por ArcelorMittal y Unicaja, según el Ránking de transparencia y buen gobierno sobre las prácticas de ética y cumplimiento 2023 elaborado por la Fundación Haz. Falla en hacer público el informe de la comisión de auditoría, así como sus conclusiones, en la gestión del canal ético, en tener un órgano responsable del sistema de cumplimiento, en hacer pública dicha política cumplimiento y en permitir que una institución independiente realice una auditoría externa de la misma. Y a estos datos se suma uno más, Grifols mantiene 25 sociedades repartidas en 6 paraísos fiscales, según el informe 'Asignatura pendiente. Los escasos avances en responsabilidad fiscal de las grandes empresas' de Oxfam Intermón.

Engranajes de empresa familiar en el Ibex

La farmacéutica arrastra problemas de gobernanza desde hace años. Con el inicio del 2023, Grifols se volcó en mejorarla. El 15 de febrero lanzó un plan de mejoras operativas que incluía ahorros de costes de 400 millones de euros anualizados, principalmente derivados de la reducción del 8% de su plantilla. Una semana más tarde, Steven F. Mayer, el entonces presidente ejecutivo desde el 30 de septiembre de 2022, cuando Víctor Grifols Roura dejó la presidencia, dimitía. Recogió el testigo Thomas Glanzmann, vicepresidente del consejo de la compañía desde enero de 2017. En tan solo cinco meses, Grifols estuvo presidida por tres personas diferentes. Fuentes del mercado recuerdan que "Grifols tiene un accionariado muy internacional" y sus estructuras están lejos de la expectativa internacional, que pide cerca del 100% de independencia en el consejo de administración, más control de las operativas y que la familia fundadora esté más aislada de la gestión de la firma.

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"La estructura de la empresa es completamente opaca", sentencia Javier Rivas, profesor de la EAE Business School, "ningún inversor sabe exactamente si Gotham dice la verdad". Hay dos puntos clave que afectan tanto a la gobernanza como a la credibilidad de la compañía: la consolidación por parte de Grifols y Scranton de las dos empresas vendidas por la farmacéutica al vehículo inversor de la familia catalana, Biotest US Corporation y Haema, y la propia Scranton. "Muchas familias tienen su propio vehículo inversor, para hasta ahí llega la relación", añade. En este caso, existe deuda conjunta y hay constancia de operaciones y pagos cruzados entre ambas empresas. Durante el encuentro con inversores, la firma se ha afanado en cubrayar que "en Scranton hay 22 inversores y solo tres miembros de la familia Grifols, que cuentan con un 20% de la sociedad", sin explicar quiénes son el resto de integrantes ni qué parte de la compañía pertenece a cada uno de ellos.

Son incógnitas que debían ser resueltas este jueves, durante la conferencia telefónica con inversores donde al final el resultado ha sido el contrario. La firma cayó un 16,17% en Bolsa y perdió 2.651,63 millones de euros en apenas tres días, desde la publicación del informe de Gotham City Research donde se le acusa de manipular sus cuentas y ocultar parte de su deuda. "La sensación que hay después de la conferencia con inversores es de absoluto caos comunicativo", afirma Rivas. Algunas fuentes explican que "en España se ha dejado un poco de lado que la comunicación sea efectiva y completa en algunas compañías", algo que coincide con el caso de Grifols. La CNMV ha exigido a la farmacéutica conocer todos los inversores que están en Scranton antes de diez días, que comenzaron el pasado jueves, para clarificar quiénes están relacionados con la familia fundadora del grupo. Su auditor, KPMG, permanece en silencio. Y los inversores, a falta de más datos, desconfían y venden sus acciones.