ENTREVISTA

Cándid Penalba (Cotoblau): "Un país avanzado no depende del turismo; tiene una industria potente"

"Hay gente que dice que el cambio climático no existe, pero yo no he visto esto en toda mi vida", asegura el dueño de la firma textil Cotoblau

Cándid Penalba, en las instalaciones de Levante-EMV.

Cándid Penalba, en las instalaciones de Levante-EMV. / M.A.MONTESINOS

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Es usted uno de los mayores proveedores españoles de Ikea. ¿Cómo va esta alianza?

La relación es muy intensa. Les fabricamos aproximadamente 50 referencias que tienen en tienda. Fuimos los primeros que les vendimos a Ikea un protector de colchón impermeable. Hasta ese momento, utilizaban el típico tejido acolchadito, no impermeable, y, claro, descubrieron toda la funcionalidad que tiene este producto a la hora de proteger los colchones, por higiene. Desde ahí ya empezamos a lanzar nuevos productos para Ikea y ahora les fabricamos incluso almohadas de viscoelástica y alguna colcha.

Imagino que siempre preocupa el exceso de dependencia de un solo cliente.

Es cierto que tenemos una altísima dependencia. Estamos aumentando el negocio ‘no Ikea’. Pero el negocio de Ikea está aumentando más, proporcionalmente. ¿Por qué? Porque tiene unos volúmenes altísimos. Está abriendo tiendas continuamente e incluso en épocas de crisis, vende más. La gente tiene una noción de Ikea como un producto bueno, de calidad y muy económico. Y es cierto. También es cierto que hemos diversificado, creando otras empresas, porque ya somos un grupo de empresas, además de Cotoblau. Tenemos otra firma que se llama Kamasana Relax, con la que fabricamos colchones. Hemos abierto una tienda aquí en Ontinyent.

¿Qué otros proyectos tienen en marcha?

Para trabajar con un cliente como Ikea tienes que ser muy competitivo y tener un control importante de los costes de producción y de las materias primas. Nosotros tomamos la decisión de hacernos más verticales, y una de las materias primas que más compramos son los rellenos, el relleno que llevan dentro los edredones. Nos hemos lanzado a hacer una inversión muy fuerte, en una fábrica totalmente nueva que inauguraremos en un par de meses junto a nuestras instalaciones de Ontinyent. Serán dos millones de euros. Esta nueva fábrica nos abastecerá de esta materia prima, y la idea es ser más competitivos. Hay que apostar por la calidad y el diseño. Pero es súper importante ser muy eficiente controlando tus costes de producción, aumentando tu productividad y comprando muy bien las materias primas. En esa planta procesaremos la fibra y la convertimos en guata, un relleno sólido que se utiliza para almohadas, para colchones, también para rellenos de edredones, etcétera. Consumimos cantidades enormes.

Precisamente muchos sectores han relocalizado algunas partes de su cadena de valor para evitar la dependencia de Asia, tras tantos meses de tensiones logísticas por la pandemia.

Después de la pandemia la gente se dio cuenta de la altísima dependencia que tenemos de China, principalmente. Nosotros, también. Parece que hubo un cambio de tendencia y una intención por parte de las administraciones y los grandes clientes de relocalizar producción y hacerla más próxima.Al principio esa tendencia era fuerte y se acentuaba, sobre todo por los costes de los fletes de los contenedores de China: pasaron de 1.400 dólares a 14.000 por contenedor. Nosotros no fabricábamos edredones, porque eran cantidades muy pequeñas. Pero, claro, si en un contenedor caben, pongamos por ejemplo 1.400 edredones, te salía a 10 dólares por edredón en transporte. Ese coste no compensaba que no fabricásemos aquí y nos pusimos a producir muchísimo. De hecho, hemos introducido una línea de productos de edredones, pero ahora han bajado los fletes y la gente ha vuelto a comprar masivamente de China. Nosotros hemos creado una clientela, unos productos. Ahora, hacemos series cortas y esta línea de productos se ha mantenido.

Hablando de oportunidades surgidas de la pandemia. Usted fabricó millones de mascarillas para la Generalitat. ¿En qué ha quedado la línea textil sanitaria?

Tristemente, ha quedado en nada. La fabricación de materiales sanitarios textiles sigue casi toda en Asia. Fue una experiencia inolvidable, tremenda, intensa. A nosotros la fabricación se nos paró al 100%. Hicimos un ERTE de 180 empleados y tenía la fábrica parada, pero a los dos días de declarar el estado de emergencia, la Generalitat nos llamó -a nosotros y a más empresas- para ver si podíamos empezar a fabricar las mascarillas y batas sanitarias, y reconvertimos líneas de producción para empezar a fabricar. Creo que que hicimos una gran labor. Y la administración también ayudó a poner en marcha líneas de producción que estaban paradas. Fue un periodo muy interesante del que deberían sacarse conclusiones para el mañana respecto a esa dependencia de Asia: debemos mantener una industria en Valencia, en España, en Europa. Decían que teníamos que tener un stock estratégico de materiales sanitarios. Yo dije: ‘No, un stock estratégico, no. Debíamos de tener una industria estratégica sanitaria aquí siempre en funcionamiento, para que pueda abastecer en cualquier momento de emergencia’.

El mundo está en llamas, geopolíticamente y en sentido estrico. ¿Cómo se venden edredones con 27 grados en noviembre?

Sí, esto afecta a todo el textil: moda y hogar. Si no entra el frío, la gente, además de ropa de abrigo, tampoco compra edredones, no compra mantas, no compra ropa de hogar de invierno, que también hay un mercado importante. El año pasado ya ocurrió. Se quedaron unos stocks enormes que se está intentando ahora poner en el mercado. Pero estamos otra vez en las mismas. Hay gente que dice que el cambio climático no existe, pero yo no he visto esto en toda mi vida.

Además de empresario ha sido presidente de las patronales valenciana y española. ¿Cómo ve al sector?

Dentro de todos los problemas, está bien orientado. La Universidad Politécnica, en Alcoi, va a hacer por fin un ciclo de ingeniería textil. Era una de las necesidades que teníamos, la falta de formación y cierto prestigio para nuestra industria. Estos pasos son importantes a la hora de mantener esta industria, de mantenerla, que eso ya es un éxito.

¿Echa en falta apoyo público?

A veces pienso que la administración debería ser muy consciente de las dificultades. Ahora nos plantean la obligación de planes de igualdad, un canal de denuncias. Ahora también necesitamos declarar todos los envases de plástico y pagar otro impuesto. Eso al margen de lo que nos cuesta ya sobrevivir, más gastos generales que soporta la empresa. Ahora quieren introducir la jornada de 37 horas semanales. Vamos a ver: en una industria como el textil, poner una jornada laboral de 37 horas semanales va contra la cuenta de resultados de las empresas, pero directamente a la yugular. Ojalá fuésemos un Silicon Valley, como California. Pero no, no lo somos. Tenemos la industria que tenemos y tenemos una dependencia alta del turismo.

Hace unos días, Carlos Mazón dijo que "la Comunitat Valenciana será turística o no será".

Estoy de acuerdo en que el turismo es una parte importante del PIB valenciano, y ojalá que siga así, pero tenemos una industria aquí todavía puntera, importante, tenemos un sector hortofrutícola importante, tenemos un sector azulejero, tenemos todavía el sector textil, del calzado, una industria que ojalá tuviese más importancia en porcentaje de PIB. Los países avanzados de verdad no dependen mayoritariamente del turismo, tienen una industria potente. Esto es lo que les hace avanzar y ser países de primer mundo y con una calidad de vida más alta.

¿Qué espera del nuevo Consell? Tienen un gran aliado en el secretario autonómico de Industria, Felipe Carrasco, exsecretario general de Ateval.

Felipe Carrasco estuvo conmigo en Ateval y además fue secretario general durante mi presidencia en el Consejo Intertextil español. Tengo una relación muy cercana a él. Ha sido una buena elección de Carlos Mazón. Creo que ahora hará una gran labor.

¿Qué opina de la amnistía. ¿Traición de Sánchez? ¿Una cesión necesaria? ¿O se abstiene?

A ver, yo sí que tengo opinión. Estamos en un país democrático, con libertad de pensamiento y de opinión. Cuando se firmaron los indultos ya me pareció una medida adecuada. Incluso el presidente de la CEOE hizo unas declaraciones favorables diciendo que si esto ayudaba a mejorar la convivencia, bienvenido fuera. Pues yo opino lo mismo de la amnistía. Creo que es una medida que si ayuda a mejorar la convivencia, bienvenida sea.

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Usted nunca se ha escondido políticamente. Incluso respaldó a un partido valencianista, Demòcrates Valencians. ¿Le preocupa la presencia de la extrema derecha en la Generalitat?

El Partido Popular es un partido moderado. Un partido que tiene en su electorado muchísimos empresarios. Pero a mí Vox me parece igual que Podemos. Estos partidos extremistas no son de mi agrado, ni uno ni otro. Creo que en este país hace falta moderación, mucho diálogo y ese es el camino que hay que seguir.