Ebury inaugura su nueva sede en Málaga para sus 260 empleados y aspira a triplicar plantilla en siete años

La compañía del segmento de fintech Ebury, especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, sigue apostando fuerte por Málaga como su gran centro de desarrollo y operaciones. La empresa, fundada en 2009 por los ingenieros españoles Salvador García y Juan Lobato, tiene sede en Londres pero desde sus inicios eligió a la capital malagueña como emplazamiento de unas oficinas tecnológicas que cuentan ya con un equipo integrado por 260 empleados de 31 nacionalidades. Ebury ha presentado este miércoles su nueva oficina sus operaciones en la ciudad, situada en el edificio Indocar de la plaza de la Solidaridad, que se convertirá a partir de ahora en el principal centro de formación para toda su red de oficinas en el mundo. La nueva sede, en cuya completa remodelación se ha invertido más de 1,2 millones de euros, ocupa un total de 2.400 metros cuadrados distribuidos entre dos plantas y una terraza.

La compañía prevé que, en el primer año de actividad, más 500 personas procedentes de las 33 oficinas que Ebury dispone en todo el mundo visiten las instalaciones. Ebury tenía hasta hace unos meses repartido a su equipo de Málaga en dos sedes (en el Soho y en una planta del propio Indocar) pero con esta inversión ha querido unificar a su plantilla en una sola sede que apuesta por amplios espacios diáfanos y equipamientos que incluyen zonas de reuniones y cantina.

A la presentación de la nueva oficina ha acudido Juan Lobato, cofundador y co-CEO de Ebury, que ha ratificado la apuesta de su empresa por Málaga y ha afirmado que la previsión es seguir creciendo todo lo posible tanto en facturación como en empleo. "Creo que aquí en Málaga podemos fácilmente doblar o triplicar el número de gente que tenemos si la empresa va bien ¿En qué plazo temporal? Nosotros más o menos cada tres años doblamos el tamaño de la empresa. Entonces, igual en seis o siete años tienes el triple de personas aquí si vamos un poco al ritmo que vamos", apunta. Ebury aspira así a consolidar en Málaga su gran hub de operaciones.

Lobato también ha anunciado que la compañía cerrará este año con 400 millones de dólares de facturación (casi 380 millones de euros) y afirma que el objetivo es incrementar un 30% anual la cifra de ventas, algo que se consigue con un modelo de crecimiento tanto de número de clientes como de diversidad de productos y países en los que se trabaja. "En diez años igual estamos en 50 o 60 países", ha manifestado. El co-CEO de Ebury también ha explicado que la intención que la empresa salga en dos o tres años a Bolsa, probablemente en el parqué de Londres, donde está la sede de la compañía.

La fintech cuenta actualmente con 33 oficinas en 21 países del mundo, da empleo a 1.600 personas y ha ayudado a más de 49.000 clientes a realizar transacciones más rápidas y eficientes en más de 130 divisas. En el último año, gestionó un volumen de pagos superior a los 27.000 millones de dólares.

Nueva sede y perspectivas a futuro

La nueva sede de Ebury en Málaga ha sido configurada para albergar 300 escritorios y un gran auditorio en el que se desarrollará la actividad de formación y realización de eventos, junto a una terraza de 250 metros cuadrados en la azotea del edificio. En la nueva sede se ha habilitado un parking para patinetes y bicicletas, de acuerdo con el compromiso de Ebury con la sostenibilidad.

Lobato ha explicado que, de confirmarse el crecimiento de empleo de los próximos años, tendrán que buscar en Málaga nuevos emplazamientos añadidos a su actual sede. Su preferencia son lugares situados en el propio entorno urbano ("a nuestra gente le gusta trabajar cerca del Centro"), descartando así explorar otras opciones en la periferia. No obstante, ha reconocido que el actual panorama de oficinas disponibles en la ciudad es escaso, y más cuando se necesitan superficies de más de un millar de metros cuadrados.

Málaga es la mayor sede española de la empresa, por delante de las que dispone en Madrid y Barcelona. A este respecto, Lobato ha destacado el carácter cosmopolita de la capital malagueña y su gran volumen de conexiones internacionales a través del Aeropuerto, entre ellas muchas que conectan con Londres, sede de Ebury. "Málaga le gusta a todo el mundo", ha destacado el co-CEO de la empresa, que también ha resaltado el gran número de trabajadores de la compañía que se quieren venir a Málaga. Al mismo tiempo, hay malagueños en Ebury que trabajan en países como Australia o Canadá.

En cuanto a los perfiles profesionales que busca la empresa, Lobato ha dicho que son variados e incluyen desde expertos en datos o programación a abogados o alumnos de FP, siempre con una actitud "positiva", al tiempo que ha destacado la importancia de los idiomas.

Por su parte, la responsable de Recursos Humanos y Finanzas, Ana Muñoz, ha apuntado que el espacio de la nueva sede es "perfecto" para fomentar el trabajo colaborativo, y ha reconocido que "ha costado mucho tiempo" hallar un espacio diáfano y amplio en el centro de Málaga, ciudad que en los últimos años ha vivido un auge de empresas tecnológicas. 

Una trayectoria de más de diez años en Málaga

La apuesta de Ebury por Málaga se remonta a más de 10 años, cuando la fintech decidió ubicar su centro de desarrollo tecnológico en la ciudad. A la elección no solo contribuyó el origen español de sus fundadores, sino, además, "el alto nivel de capacitación técnica de los cuadros profesionales que provee la Universidad de Málaga, el atractivo entorno que proporcionan el clima y la cultura locales, y la excelente conexión nacional e internacional que aseguran el aeropuerto y la línea ferroviaria de alta velocidad".

En este tiempo, Ebury ha experimentado un enorme crecimiento y expansión internacional. La fintech cuenta actualmente con 33 oficinas en 21 países del mundo, da empleo a 1.600 personas y ha ayudado a más de 49.000 clientes a realizar transacciones más rápidas y eficientes en más de 130 divisas. En el último año, gestionó un volumen de pagos superior a los 27.000 millones de dólares.

La nueva sede de Ebury en Málaga alberga en estos momentos a una plantilla de 260 empleados, de perfiles profesionales diferentes y una gran diversidad cultural. En el día a día, conviven empleados de 31 nacionalidades diferentes, de los cuales el 52% son mujeres.

Hub de operaciones de la compañía

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El creciente peso que ha adquirido la sede de Ebury en Málaga en todo este tiempo, hasta convertirse en el principal hub de operaciones de la compañía en el mundo y dando soporte a toda la red global de oficinas de la compañía, ha sido el resultado de ir asumiendo paulatinamente nuevos roles.

"La trayectoria de Ebury hasta este momento ha sido un viaje fantástico tanto para los equipos que han hecho posible este su crecimiento como para los clientes. Entre todos, hemos logrado no solo hacer la vida mucho más fácil a las empresas que hacen negocios en el extranjero, mediante la creación de productos que se adaptan a sus necesidades reales, sino que además hemos conseguido expandir nuestros servicios a muchos países y dar oportunidades de desarrollo a nuestros equipos en todo el mundo. Lo que hoy es Ebury queda perfectamente reflejado en el crecimiento y el extraordinario peso que ha adquirido Málaga en nuestra estrategia global. Nunca ha habido un mejor momento para Ebury", afirma Juan Lobato.