El auge de los platos preparados amenaza la dieta mediterránea

España come cada vez menos pescado fresco (un 15,6% menos por persona en el último año) y también menos carne (un 12,7% menos). Son dos realidades que llevan a una triste constatación: "Nos estamos alejando cada vez más de la dieta mediterránea", avisa Purificación González, subdirectora general de Promoción de Alimentos de España. Además de estos dos indicadores clave, González considera que hay otros factores que confirman el declive. "Dedicamos menos tiempo a cocinar en casa y a preparar las elaboraciones, comemos cada vez más de plato único y en nuestras neveras han entrado productos exóticos que están modificando las costumbres de toda la vida", apostilla la técnica del Ministerio de Agricultura.

"Los platos preparados que compramos en los supermercados -indicó González-, así como los snacks dulces y salados y la comida rápida" están entre los principales causantes de este abandono de la cocina tradicional en España, según quedó reflejado en el Congreso de la Dieta Mediterránea celebrado en marzo en Barcelona, dentro del marco de la feria Alimentaria. Los afectados por esta tendencia, desde pescadores y ganaderos hasta la industria transformadora, reclaman medidas urgentes para reflotar el consumo e insisten, de momento sin ningún éxito, en que se elimine el IVA a estos productos, como se ha hecho ya con algunos alimentos básicos y cómo se acordó el pasado enero con el aceite de oliva.

Comer en familia

"¿Qué se entiende por dieta mediterránea y qué no lo es?", se preguntó, en ese mismo foro, Licia Iacoviello, directora del Departamento de Epidemiología y Prevención del Istituti di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico (IRCCS). "Es un modelo que se caracteriza por un consumo moderado de carne y de pescado, así como de fermentos lácteos. También incluye una aportación mínima de cereales procesados y de verduras cocidas de modo tradicional, siempre sujetas a la temporalidad y a ciertas tradiciones culinarias", indicó la experta, que subrayó el papel clave que tiene en todo ello el aceite de oliva, "fundamental en el aporte de grasas saludables". Y "el vino, consumido con moderación y durante las comidas".

El problema, constató la investigadora italiana, es que casi al mismo ritmo al que las empresas que fabrican platos preparados van registrando aumentos de ventas anuales -en España, entre 2022 y 2023 la subida fue de un 2,9%-, está decayendo también el hábito de cocinar en casa. 

Noticias relacionadas

El rechazo social creciente pone en cuestión el modelo turístico español

España espera este año 91 millones de turistas extranjeros y rozar los 100 millones en 2025

La soja, el tofu, la quinoa, el aguacate y las dietas estrictamente vegetarianas, "no son dieta mediterránea", afirmó. Pero no solo eso, prosiguió Iacoviello, "comer al estilo mediterráneo incluye una serie de cualidades, de rituales, de símbolos y tradiciones, relativo al modo en que se elaboran y conservan los alimentos y, sobre todo, al consumo compartido de los platos", agregó. "Comer juntos es la base la identidad cultural mediterránea, el intercambio social de la comida... Y eso es algo que estamos dejando de hacer", lamentó la investigadora italiana.

Los elaboradores se defienden

Con más de 50 propuestas distintas, Ametller Origen vende cada año más de cinco millones de unidades de platos preparados. "Es una categoría que cada año crece a doble dígito y que va sumando nuevos consumidores y más recurrencia", explica Repòs Herrera, responsable de producto de la cadena, que elabora buena parte de sus platos en el obrador que tiene en Olèrdola (Alt Penedès) y que se preparan "siempre bajo criterios saludables", insiste Herrera. Los productores de estas nuevas gamas de platos preparados, a los que se han sumado grandes supermercados como Mercadona y Carrefour y almacenes como El Corte Inglés, dan un salto cualitativo respecto a las pizzas ultracongeladas o las ensaladas envasadas y aliñadas con mayonesas y salsas varias. "Son platos cocinados al microondas o al vapor y que cubren las necesidades energéticas de una comida o cena, y que se recomienda que se acompañen de una pieza de fruta o de un yogur como postres", aseguran desde Ametller Origen.