El negocio de los aparcamientos se sube a las dos ruedas

Son menos contaminantes y contribuyen a reducir los atascos, pero desplazarse en moto por la ciudad no resulta tan ventajoso como aparenta. Aparcar en la calle es arriesgarse a un robo o a que un coche la tire al suelo en un descuido, además de que cada vez más ayuntamientos restringen los espacios en los que puede estacionarse, empezando por las aceras. Por si fuera poco, acceder a un párking convencional puede convertirse en deporte de riesgo, ya que la entrada suele ser en rampa, con lo que coger el tíquet de acceso suele resultar complicado. 

Esta es la realidad a la que, como buenos moteros, los emprendedores alicantinos Begoña Entrena, Juan de Dios Martos y Alejandro Martín se enfrentaban cada día y que los llevó a pensar que crear aparcamientos específicos para este tipo de vehículos podía ser un buen negocio. Fue así como en 2018 iniciaron una prueba piloto y pusieron en marcha Mimoto, la start-up con la que actualmente ya operan cinco establecimientos en Alicante, Madrid (dos), Barcelona y Sevilla, y con la que prevén abrir otros cuatro locales antes de que finalice este año, en lo que supondrá su expansión a dos nuevas ciudades: Elx y Santander.

Sistema de sensores

Como relata Martín, desde el principio tuvieron claro que la tecnología tenía que ser una de las piezas claves del proyecto, para reducir costes y para que los párkings pudieran gestionarse sin necesidad de tener personal permanentemente apostado en los mismos. De esta forma, todo el dispositivo funciona de forma automatizada, desde el alta de los clientes -ya cuentan con 3.000 personas registradas- hasta el acceso a los locales, que están cerrados y a los que solo pueden acceder los usuarios, para mayor seguridad, a diferencia de los aparcamientos convencionales. 

Un sistema de sensores permite identificar el tipo de vehículo que entra o sale, cuántas personas hay en el local o si hay algún comportamiento inusual, y utiliza inteligencia artificial para decidir si es necesario avisar a los responsables o si hay que llamar a algún servicio de emergencia. El espacio está adaptado para que el acceso con la moto sea sencillo y cuenta con taquillas para dejar el casco o la mochila.

Aunque la idea surgió para dar una alternativa a los moteros, los fundadores de Mimoto pronto vieron las posibilidades que ofrecía la incorporación a su proyecto de otros vehículos de micromovilidad que se hallan en expansión, como patinetes y bicis eléctricas, tanto en los párkings que ya tenían como en otros diseñados específicamente con esta finalidad. 

La oportunidad de desarrollar esta nueva línea de negocio llegó cuando el Ayuntamiento de Sevilla lanzó un concurso público para crear un estacionamiento de este tipo en el Parque Tecnológico de la Cartuja. Un concurso que ganaron con el diseño de unas instalaciones modulares que incluyen puntos de recarga, bancos para peatones y taquillas de recogida de productos comprados por internet. El proyecto ha dado pie al desarrollo de una nueva marca, Aire Mobility, con la que aspiran a reproducir este modelo en plazas y parques de toda España, a medida que los consistorios avancen en la regulación del aparcamiento de estos vehículos.

En cuanto a la línea principal, la de Mimoto, el objetivo es crecer mediante franquicias, tentando a los propietarios de locales vacíos con rentabilidades que, aseguran, pueden triplicar las de un alquiler convencional. De esta forma, además de los cuatro que ya tienen cerrados hasta final de año, la meta que se han fijado es abrir otros 10 locales durante el próximo ejercicio.

Prueba piloto en Atocha

También aquí los cambios en la movilidad y el auge del reparto a domicilio les han echado una mano para consolidar su modelo de negocio, como reconoce Martín. Así, junto a los particulares, cada vez tiene más peso en su clientela las empresas de reparto, que utilizan sus aparcamientos para estacionar y recargar sus flotas, sin necesidad de trasladar los vehículos a algún lejano polígono. Y lo mismo ocurre con las propias firmas de alquiler de motos eléctricas o patinetes. Toda la tecnología desarrollada por la firma permite a este tipo de clientes controlar en todo momento sus vehículos, así como qué trabajador lo retira.

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Mimoto también realizó durante el año pasado una prueba piloto en la estación de Atocha, lo que le ha valido para estar en la mesa de trabajo de Adif cara al desarrollo de las estaciones del futuro. Desde la firma confían en que el gestor de infraestructuras ferroviarias lance en el futuro concursos para habilitar este tipo de estacionamientos en sus instalaciones, como ocurre ahora con los de automóviles. De igual forma, también aseguran haber mantenido contactos con Aena.

Más allá de eso, los responsables de la firma también están realizando propuestas a cadenas de supermercados, clubs de fútbol y universidades para incorporar este tipo de servicios en sus zonas de aparcamiento, según apunta Martín. Tras levantar 650.000 euros de capital hasta la fecha, Mimoto se encuentra en plena ronda de financiación, con la que los fundadores esperan captar otros 500.000 euros para seguir con sus proyectos, convencidos de que la movilidad de las dos ruedas será la que se imponga en el futuro en todas las ciudades.