Cambiar el coche por la moto: ¿Cuánto ahorrarías en tu día a día?

La subida del precio de los carburantes ha supuesto una odisea para los bolsillos de las personas que dependen de vehículos para desplazarse hasta el trabajo. Recargar el tanque se ha encarecido desde que terminó el confinamiento, cuando este precio estaba por debajo del euro/litro. Desde ese momento, el precio ha aumentado hasta alcanzar el máximo histórico por encima de los dos euros. La subida general de los precios, en consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia, supone una alarmante realidad para los ciudadanos que dependen del precio de la: luz, gas y carburantes, para llegar a fin de mes.

El transporte público es una buena alternativa para combatir la subida del precio de los carburantes, pero en muchas ocasiones, no queda más remedio que utilizar un vehículo propio para desplazarse. Las carreteras urbanas, debido al tráfico y los semáforos, incrementan el gasto de combustible hasta situarlo casi en el doble de cuando vamos por carretera. Hacer una conducción económica para evitar gastar 100 euros cada vez que se recarga en las estaciones de servicio es otra buena alternativa.

La elección del tipo de vehículo es clave a la hora de reducir los costes por desplazamiento. La relación entre la potencia y el consumo y la rentabilidad de kilómetros son parámetros que hay que tener en cuenta para ahorrar.

La diferencia entre una moto y un coche supone una diferencia elevada cada vez que se trata de repostar. La diferencia entre uno y otro depósito supone 70 euros, aunque también afecta la capacidad que entra en cada uno de los tanques. Sin embargo, la rentabilidad que le podemos sacar al litro en un ciclomotor es mucho más alta que la que le podemos sacar a un coche. Esta diferencia viene dada por la relación de peso-potencia. Cuanto más pesado sea el vehículo más energía necesitará para desplazarse. Un coche pesa por encima de una tonelada, mientras que una moto ronda los 150 kilogramos.

Los ciclomotores de 125cv y los scouters están acondicionados para desplazarse por ciudad y su funcionamiento está pensado para esto precisamente. Por eso, elegir una moto en vez de un coche es una decisión que produce un efecto reparador en el bolsillo.

La mejor moto para ciudad

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La rentabilidad de una moto en ciudad ronda aproximadamente los 25 o 45 kilómetros por litro, mientras que un coche consume entre seis y ocho litros a los 100 kilómetros. Esto supone una diferencia de 2 litros cada cien kilómetros, lo que supone 3,5 euros aproximadamente de diferencia. Si tenemos que hacer un desplazamiento por día de 15 kilómetros, supondrían 450 kilómetros al mes. Finalmente, entre uno y otro vehículo estaríamos ahorrando cerca de quince euros al mes.

Las motocicletas de 125 caballos son las motos que mejor se adaptan a las necesidades de una ciudad. La potencia es perfecta y se adecúa perfectamente al tipo de vía y al tráfico, además su rentabilidad de consumo es la idónea para la ciudad. Su conducción es manejable y tienen una autonomía suficiente como para hacer varios desplazamientos en el día.