Cesta de la compra

La sandía y el melón siguen encareciéndose y duplican su precio

En el último año la cesta de la compra ha subido más de un 15% debido a la inflación. Una situación que ha cambiado nuestra forma de vida y también nuestros hábitos de consumo

El precio de las sandías se duplica en el último año.

El precio de las sandías se duplica en el último año.

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Chaima Laghrissi

La alimentación sigue siendo mayor desembolso en los bolsillos de los ciudadanos. Cada vez se gasta más, pero la cesta de la compra se llena menos.

Los españoles gastan un 10% más que en 2022 en la cesta de la compra, pero el volumen de esta cae un 1,3%.

En Málaga, los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 10,3% el mes pasado. Y la subida se deja notar en los hábitos de consumo de los malagueños.

Mientras que el azúcar, arroz, aceite, carne de porcino, leche y huevos siguen al alza, donde más ha caído el consumo es en la fruta y la verdura. Los malagueños comen 2,5 kilos menos de estos alimentos.

Algo que se deja notar durante el verano. En esta época estival, el melón y la sandía son los alimentos estrella, ya que es el tipo de fruta con mayor cantidad de agua. Pero, este verano su consumo ha caído en picado, debido al incremento de su precio.

En junio de 2022, los consumidores llegaron a pagar por el melón y la sandía en los supermercados hasta 12 euros, un elevado precio que, según achacaron en aquel momento, se debió a la finalización del producto marroquí, el retraso de unas semanas de la cosecha por las lluvias y las bajas temperaturas de primavera. Ahora la situación se repite por segundo año consecutivo.

Ya a principios de año, los productores de melón y sandía adelantaron más de un 20% su descenso para esta campaña debido a la sequía y los altos costes de producción.

Este año, el precio de estas frutas se ha disparado siendo casi el doble en algunos casos: "El año pasado costaba el kilo cerca de 80 céntimos, ahora está entre 1,40 y el 1,50 euros", indica Francisco, frutero.

También lo notan quienes van a diario a llenar la cesta de la compra: "Hay pocas y las que hay son caras", afirma un malagueño mientras espera la cola en una frutería del Mercado de Atarazanas.

Y así lo reafirman los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). La sandía vale un 88% más que en junio de 2021 y el melón cuesta un 68% más que hace un año.

En el último boletín semanal de precio de MAPA el precio de las sandías "anotan un nuevo máximo en toda la serie histórica".

Esto se traduce en que el kilo de la sandía en los supermercados ronda los 1,50 euros y el del melón incluso llega o supera los dos euros. Por lo que, una sandía de seis kilos y medio roza los 10 euros o un melón medio de tres kilos cuesta unos seis euros.

La falta de sandías y melones se debe a varios factores. La sequía es uno de ellos, sumado a las elevadas temperaturas durante la época de plantación y las lluvias torrenciales que echaron a perder muchas cosechas.

Según un informe de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) en esta campaña de 2023 se estima una drástica disminución de la superficie de siembra de melón y sandía.

Los melones y sandías no son las únicas frutas que han visto disparado su precio, las cerezas, el melocotón y los plátanos también: "Están tres veces más caras que el año pasado", afirma Francisco.

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La estadística de ‘Precios Medios Nacionales’ por semanas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestra un incremento del 7,8% del precio de origen de la cereza.

En cuanto a otras frutas con hueso, destacan las revalorizaciones en el albaricoque y nectarina de carne blanca frente a los retrocesos en el caso de la nectarina de carne amarilla. El resto de productos muestran tendencia a la estabilidad.

Menos pescado y más pasta

En el último año la cesta de la compra ha subido más de un 15% debido a la inflación. Una situación que ha cambiado nuestra forma de vida y también nuestros hábitos de consumo. Este encarecimiento que se ha dejado notar en la alimentación. Y es que, ahora, en la lista de la compra de los malagueños hay menos pescado y hortalizas y más pasta, arroz y productos procesados. También han aumentado las compras de bebidas envasadas gaseosas y refrescantes.