MACROECONOMÍA

Los economistas avisan: la incertidumbre política alimenta la desaceleración económica

El Instituto de Estudios Económicos prevé un alza del PIB del 2,2% para este año y del 1,5% para 2024, aunque advierten que no será un crecimiento suficiente para reducir la tasa de paro

Vista general del Congreso durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados.

Vista general del Congreso durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados.

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En plena resaca electoral y con la formación de un gobierno en el aire ante la falta de mayorías claras tanto en el bloque de la derecha como en el de la izquierda, los economistas avisan de que la incertidumbre política alimenta la desaceleración de la economía, según el informe de coyuntura económica del Instituto de Estudios Económicos presentado este martes. Este documento también recoge que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de este año será de 2,2%, aunque con una notable desaceleración de la actividad económica en la segunda mitad del ejercicio, y se proyecta un crecimiento del 1,5% para 2024. Los autores del estudio señalan que ese incremento de la economía será insuficiente para seguir reduciendo la tasa de paro en España.

Los economistas señalan que el aumento de la incertidumbre influye negativamente en las decisiones y en la actividad económica. Si la inestabilidad política se alarga, puede conllevar un freno adicional sobre los proyectos de inversión y la creación de empleo. "Una estabilidad política va a ser muy importante para que se puedan dar las reformas estructurales que necesitamos", explica el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, que también ha instado a "que se eviten los extremos" de cara a la conformación del futuro Gobierno y ha reclamado que sea un Ejecutivo que defienda a la empresa para el "buen desarrollo económico del país".

Según ha denunciado el IEE, la empresa en la actualidad está en una situación "muy debilitada", debido al aumento "muy significativo" de todo tipo de costes, desde los laborales a los costes fiscales y los costes financieros. Como ejemplo, Fernández de Mesa ha alertado de que en el sector de la vivienda se está empezando a notar una disminución de la compraventa, motivado "por la legislación y la subida de tipos de intereses". "Es uno de los sectores que está en claro riesgo de declive", ha advertido.

El estudio también señala que, a pesar de una cierta persistencia de la inflación y del endurecimiento de la política monetaria, la economía mundial se ha comportado mejor de lo esperado en el periodo reciente, lo que ha llevado a una ligera revisión al alza del crecimiento estimado para el presente año. No obstante, el endurecimiento de la política monetaria podría dar como resultado una recuperación más moderada para 2024.

Mercado laboral

El mercado laboral en España ha mostrado un comportamiento positivo en los primeros meses del año, según recoge el IEE, que también señala que la creación de empleo se desacelerará en la segunda mitad del año y que de prolongarse esta tendencia hasta 2024 no será posible seguir reduciendo la elevada tasa de paro que padece España. El aumento de la ocupación se estima en torno al 2% para 2023, mientras que en 2024 dicha tasa podría ser del 1,1%, según las previsiones que maneja el IEE. En este sentido, la tasa de paro se mantendría relativamente estable en ambos ejercicios (12,4% en 2023 y 12,2% en 2024).

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Respecto a la inflación, el IEE prevé que el IPC general podría disminuir por debajo del 4%, en media, en el presente ejercicio, y acercarse al entorno del 3% en 2024. En cambio, el IPC subyacente podría superar, en media del año, el 6% en 2023, para converger al nivel de la inflación general (3%) en 2024.

Las proyecciones del IEE sobre el déficit apuntan a que el saldo de las cuentas públicas en 2023 podría situarse en el 4,3% del PIB y, si no se produce un cambio de orientación de la política presupuestaria y fiscal, se prevé un déficit público del 3,8% en 2024, lejos del 3% que proyecta el actual Ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez. Hay que tener en cuenta que, previsiblemente, para 2024 entren en vigor las nuevas reglas de política fiscal, lo que implica que España tendría que hacer un esfuerzo de reducción del saldo presupuestario mayor que otros países europeos para bajar del 3%.