El turismo pulveriza su récord histórico de empleo ya antes del boom del verano

El turismo acelera hacia un año de récords aupado por el boom de la demanda de los viajeros nacionales y extranjeros y por la subida disparada de los precios. Desde el sector se anticipa un crecimiento desbordado de actividad y se espera un verano histórico. Ese boom de demanda, que permite dejar definitivamente atrás el parón provocado por la pandemia, está teniendo también un impacto directo en el empleo de la industria turística.

Antes incluso de la llegada de la temporada alta estival, el sector consigue ya que la creación de empleo se acelere hasta marcar un nuevo máximo histórico de trabajadores. Las empresas de las diferentes ramas de la actividad turística alcanzaron en abril un total de 2,72 millones de afiliados a la Seguridad Social por el tirón de la Semana Santa (un dato que no hizo público la entidad estatal Turespaña) y en mayo escalaron hasta un nuevo máximo histórico de 2,752 millones de trabajadores, con lo que se convierten en los mejores meses de la historia del sector, superando el hasta ahora récord de 2,702 millones de afiliados que se registró en julio del año pasado.

Según los registros de la Seguridad Social y del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el número de afiliados superó en mayo en un 5,5% los datos del mismo mes del año pasado, por encima de los ritmos del conjunto de la economía (con un alza del 2,7%) . El nuevo récord eleva el peso del turismo hasta el 13,3% del total de afiliados del conjunto de sectores de la economía española.

Durante el último año el sector turístico ha creado un total de 144.272 empleos adicionales en relación al mayo del ejercicio anterior, con incrementos en todas las ramas turísticas. En la rama de hostelería el incremento fue de 87.544 afiliados (55.257 en los servicios de comidas y bebidas y 32.287 en los servicios de alojamiento), hasta 1,84 millones de empleados; en las agencias de viajes la subida fue de 6.571 trabajadores, hasta más de 65.900; y en el registro de otras actividades turísticas el empleo aumentó en 50.157 personas, hasta superar los 841.600 trabajadores.

Más empleo y más estable

“Los datos de hoy suponen una extraordinaria noticia a las puertas de un verano que también será histórico tanto en número de turistas como en gasto”, subraya Héctor Gómez, ministro de Industria, Comercio y Turismo. “Crece el empleo y lo que es mejor, crece la calidad del empleo. Las cifras demuestran que el sector turístico no solo se ha recuperado cuantitativamente, sino que cualitativamente (…). Los profesionales del sector gozan de mayor protección social y garantía de derechos laborales”, sentencia.

Una estabilidad en el empleo de la que los grandes grupos del turismo también sacan pecho. Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores compañías del sector (entre ellas, Meliá, NH, Iberia, Globalia, Riu o Amadeus), subraya que la temporalidad en la industria turística se ha hundido a cerca de la mitad de los niveles habituales previos a la aprobación de la reforma laboral.

Y es que las compañías vinculan mayor estabilidad laboral abiertamente con la puesta en marcha de la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que reduce los supuestos en que las empresas pueden firmar contratos temporales y está provocando que se disparen los contratos indefinidos. Según recoge Exceltur en su último informe trimestral, el 91% de los afiliados del sector cuentan actualmente con un contrato indefinido, y “no sólo por la extensión de los contratos fijos discontinuos”.

Problemas para cubrir vacantes

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El récord de empleo turístico llega en un momento en que las empresas del sector alertan de las dificultades para conseguir materializar todas las incorporaciones que necesita para atender la demanda. Las grandes empresas del sector identifica como uno de los grandes retos de este año lograr mejorar su capacidad de atraer trabajadores formados tras la “recolocación en otros sectores producto de la larga duración de la pandemia”.

Un problema, según advierte Exceltur, que se sufrirá “especialmente en los próximos meses cuando se abre la temporada alta”, con especial incidencia “en territorios con problemas para encontrar vivienda” -lo que está obligando a las compañías a ofrecer alojamiento a sus empleados de temporada en destinos de sol y playa-.